Los Hijos del Jeque romance Capítulo 88

Nadia

Fernanda, Ramón y yo nos quedamos parte de la noche hablando y riendo contando historias de nuestra infancia y fue muy divertido.

Ramón es muy divertido y hasta sus historias más cursis son graciosas.

En un momento de la noche los dejé en el balcón de su departamento y me acosté en su cama y terminé quedándome dormido.

Un ruido insistente perturba mi sueño y no deja de perturbarme mientras estoy tirado en una playa al lado de Cam, miramos de dónde viene la contaminación acústica que perturba nuestro momento feliz es cuando me caigo de la tumbona.

- Oh – Me veo en el piso de la habitación de Fernanda – Mierda dormí aquí y aun así me caí y mi teléfono gritaba – Hola.

- Nadia donde estabas que no contestas ese teléfono - fue la voz de Emhre.

- Hermanito que dejes de gritar, aún es de madrugada.

- Es más de la una en Shariff, hermana.

¿Lo que estabas haciendo?

¿Dormido?

- Si, vaya, ya es la una – Miro mi celular y veo que realmente es más de la una.

- Hermana te necesito - murmuro 'Cuando no' - El padre de Dahra falleció durante la noche.

- Dios mío, pobre Dahra – termino despertándome definitivamente y siento que mi cabeza pesa quinientos kilos – me voy a palacio, ahora mismo.

- Sister Daddy pidió a la Cumbre que se reúnan, las cosas allí están fuera de control y si me pueden ayudar, ya hablé con los demás.

- Claro Emhre voy.

Salgo de la habitación de Fernanda y la veo a ella ya Ramón acostados en la sala, me tapo la boca con las manos tapándome la risa, todo hace pensar que los dos pasaron la noche juntos.

Salgo de su casa y me dirijo directamente a mi apartamento, encontrando a Cam ya listo en la cocina, probablemente preparándole algo de comer.

- Buenos días Cam.

- Buenas tardes Nadia – pongo los ojos en blanco – ¿Emhre logró hablar contigo?

- Sí, hablé con él - Señalo la habitación - Voy a darme una ducha rápida y enseguida estaremos.

- ¿Tienes alguna idea de cómo están las cosas allí?

– No entendí – Mira tu celular y verás que nos necesitan lo antes posible.

Fui a mi habitación, necesitaba una ducha, estaba horrible y tenía un dolor de cabeza insoportable.

Fui rápido y miré mis mensajes, la gente estaba enojada en las calles y atacando todo, con la muerte del estadista la gente quería mejoras y quería tomar el palacio y el poder.

En las calles, hombres armados hasta los dientes y demostrando que no estaban ahí para divertirse.

Mi hermano tomaría el lugar del padre de Dahra, pero como no estaba en el palacio, la gente quería un nuevo gobernante y dijeron que no era digno de tomar el poder.

- Vamos Cam, estoy listo.

Él asintió y nos fuimos al palacio.

Allí ya nos estaban esperando para que pudiéramos ir juntos.

Mi madre vino a recibirme y me regañaba por llegar tarde en un momento tan difícil.

Y me sentí mal por eso.

- Hija, llegaste demasiado tarde - miró a Cam que me acompañaba - ¿Por qué está Cam contigo?

¿Él vino a buscarte?

- Buenas tardes, tía Helena, Nadia estuvo conmigo sí, ya que nos casamos ayer – lo miré indignada – Terminamos perdiendo el tiempo.

- Oh sí, estaban casados, eso era todo – se dio la vuelta y se alejó de nosotros – ¿Qué quieres decir con casados?

- Nos casamos ayer y estuvimos de luna de miel, no es mi amor.

- Otro hijo que se casa y no me invita a participar en la boda, estoy decepcionada de ti hija mía.

- Mamá, no es el momento para eso es – busqué a mi cuñada – ¿Dónde está Dahra?

- Ahí en su cuarto, la pobre con esa barriga tan grande y solo llora - se arrepintió - No querían que se fuera, por no saber cómo están las cosas y temer que el bebé naciera antes de tiempo - señaló con el dedo índice yo - Más tarde Hablemos de esta historia de boda.

- Pobrecita voy a subir allá a ver si podemos ir ya y si ella quiere dejarla ir mamá, al fin y al cabo es su padre.

Me dirigí hacia las escaleras y me encontré con Cam en el camino.

- Nádia despierta, por favor – abrí los ojos – me alegro de que te hayas despertado.

- ¿Donde estamos?

¿Qué sucedió?

- Sufrimos un ataque, pero logré traernos aquí - Estaba todo magullado - Tuvimos suerte de salir del auto o estaríamos muertos - Me sostuvo la cara y dejé escapar un oh - Te amo y Casi te pierdo - me abrazó.

- Gracias Cam, por salvarme - y lloré abrazándolo.

La muerte estaba de nuestro lado y si Cam no hubiera sido un observador y hubiera visto al hombre acercarse y poner algo en nuestro auto, hubiéramos muerto.

Me dijo que Esam también sufrió el mismo ataque y lograron salir y ya estaban en el palacio.

Y que venían por nosotros y como yo estaba muy dolido el ejército vendría por nosotros y que mucha gente murió en los dos ataques.

Nuestro refugio era una casa vieja y abandonada, Cam dijo que me tomó en sus brazos y corrió conmigo entre los heridos y que nos llevó lo más lejos posible del palacio, encontrando allí la casa abandonada y por lo que vi cerró con llave, con una pieza de madera.

- ¿Fue el atentado contra Dahra y Esam?

Pero quién se beneficiaría de su muerte.

- El carro que chocaron era el principal que era el nuestro y donde se acordó que llegaría, así que creo que fue un atentado - se acercó a la ventana y se asomó - No veo la hora de que vengan a buscar nosotros tiene mucha gente en la calle.

- Crees que nos pueden - No terminé la frase.

- Nadia, intentaron volarnos delante de mucha gente.

- Me voy a levantar - me dolía todo, pero tenía que ser fuerte.

- Acuéstese, su pie está muy lesionado, manténgalo quieto, por favor para no agravar la condición.

Así que me quedé quieto y asustado.

- Cam, si aquí nos pasa algo quiero que te salves, estoy herido y no podré ir, así que vete si pasa.

- Nunca más te dejaré - tomó mi rostro - Solo te dejé por Manuela, no porque amara a Daniele o tuviera algún romance con ella, solo por Manuela, y te amo.

Y en medio de los votos de amor de Cam, ahora mi esposo la puerta empezó a temblar, nos habían descubierto.

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