MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 11

POV'S AS

—As—mí cuerpo se tensa al oír mí nombre de sus labios—Mata a Deamon—ordena ella con cierta diversión. Mí cuerpo se levanta de dónde estaba sentada y camina hacia la puerta de la cabaña.

En mí interior luchaba para volver a tener el control de mí cuerpo pero no podía, aún así no me iba rendir. Salgo de dicha cabaña y comienzo a caminar por el bosque, solo caminaba en línea recta ¡Maldita sea! El miedo comenzó a calcar mis huesos, no podía recuperar el control. Dejo de caminar cuando escuché que gritaban mí nombre, era Deamon ¡Joder! No, no, que no se acerque por favor.

—¡AS!—grita al verme—Joder ¿Estas bien?¿No te hizo nada?—pregunta acercándose a mí y me abraza

«¡Aléjate! Vete, por favor»

—¿As?—pregunta confundido—¿Estas bien?—pregunta rompiendo el abrazo, me mira a los ojos buscando respuestas. Asentí.

«No, es mentira ¡Aléjate de mí maldición!»

No podía hacer nada, temía por él, trataba de hablar pero las palabras no salían de mí boca. En sus ojos veía confusión.

—Tus ojos son de col....

Sus palabras quedaron suspendidas, sentía su sangre sobre mí manos, unas lágrimas comenzaron a caer.

—¡Ah!—exclamo de dolor—As pero que...

«¡NO! POR FAVOR ¡NO!»

La daga sale de su interior y él cae de rodillas ante mí, sus manos van hacia donde ya hace la herida. En ese momento sentí cuando mí cuerpo fue liberado, rápidamente me arrodille junto a él, lo recosté en suelo y comencé hacer presión en la herida pero aún así la sangre no paraba ¿Que demonios?

—A-As basta los dos sabemos que n-no sobreviviré-suspira-E-estamos en un bosque—sonríe forzadamente—Se que no querías hacerme da-daño lo pude ver en tus ojos, n-no te culpes boni-bonita—dice escupiendo sangre

Yo negaba con la cabeza, no puedo creer que esto esté pasando, él no puede morir por favor.

—Quiero qu-que me pro-prometas que seguirás ade-adelante—pide y yo solo negaba rotundamente a la idea que él muera— Prometemelo—suplica. Sollozo—Te quiero bonita—murmura cerrando los ojos.

—¡NO! ¡NO!—grite al no sentir su pulso, me acuesto sobre su pecho—Yo tambien te quiero—susurro llorando.

Despierto exaltada por el sueño, normalizó mí respiración, veo la hora, 6:00 a. m. Suspiro, me levanto de la cama y camino hacia el baño, me quito la ropa y entro a la ducha, dejo que el agua artificial caiga sobre mí mientras pienso en el sueño. Ese maldito día también morí por completo, no podía seguir pero le prometí seguir, pero ¿Como hacerlo? Me volví mas fría de lo que era antes, suspiro, salgo de la ducha y me colocó una toalla alrededor de mí cuerpo, camino hacia el clóset y saco una musculosa negra juntos con una campera e jean del mis color.

Mientras me visto pienso en el sueño, él había conseguido que hablará, que volviera a sonreír de verdad, él estaba consiguiendo que cambiara, suspiro, al final me volví peor de lo que era. Permite que el dolor y la ira me consumieran por completo.

Quitó esos pensamientos de mí mente, trato de concentrarme en el presente, ya vestida busco algunas armas blancas y dos pistolas, me colocó la campera para cubrirlas. Hecho eso tomo las llaves de la moto y salgo del apartamento y camino hacia el ascensor, entró y presiono el botón que lleva al estacionamiento.

Saco mí celular del bolsillo y veo que hay mensajes de Sol, suspiro, ellos merecían alguien mejor como hija, le contesto diciendo que todo está bien y bloqueo el celular. Las puertas del ascensor se abren y salgo, busco mí moto, me pongo el casco y me subo sobre ella, la enciendo y acelero saliendo de allí con rumbo a la manada solo espero que los malditos vampiros no hayan atacado de vuelta durante mí ausencia.

Me estaba adentrando a la manada, esta parte de la calle era de tierra y estaba rodeada por el bosque, los humanos no suelen entrar porque saben que es un propiedad privada, aparte, tambien dicen que esta embrujado. Salgo de mis pensamientos cuando siento una presencia, antes que pueda mirar hacia los lados algo saltan sobre mí y me tira de la moto, ambos caemos y rodamos ¡Maldición! Mí cuerpo comenzó a doler más, me pongo de pié y me quito el casco y lo arrojo a un costado.

Miro hacia adelante y veo que mí atacante es un vampiro, rápidamente saco mí arma y le apuntó pero él es mas ágil y esquiva las balas, llega hasta mí y me quita el arma, me golpea y caiga al suelo. Él aprovecha y me patea el abdomen, cuando lo quiere volver hacer sujeto su pie y lo tiro al suelo, rápidamente me pongo de pié, él hace lo mismo, me muestra sus colmillos, lanzo un patada a las costillas y le doy un rodillazo en su abdomen, se arrodilla ante mí y saco mí cuchillo que está debajo de la manga de la campera e intento matarlo pero clava sus uñas en mí abdomen y me alejó, lo miro molesta.

—Pero que aroma e sabor esquisto—habla el vampiro lamiéndose sus garras.

En ese momento que de distracción, saco mí otra arma y le disparo en el estomago, él grita e intenta venir hacia mí pero le disparó en la cabeza, cae muerto al suelo, suspiro, busco mí otro arma y el casco, suspiro, camino hasta la moto, la cual está tirada en calle, solo espero que no se haya dañado. La levanto y veo que no tiene nada, me subo en ella y la enciendo, aún funciona al menos, arranco y sigo mí camino hacia a la manada.

La acelero a fondo, mí cuerpo estaba tenso, esto era una trampa, solo era uno y lo único que puede significar esto es que estén atacando a la manada pero ¿Como sabían que yo había salido? Estaban vigilando los movimientos de la manada o había un espía en ella ¡Maldición! Veo el portón de la manada, Sebastián me reconoce y me abre, frunzo el ceño, todo parece normal. Cuando entro veo en la entrada a las mellizas, al Beta, la hermana del Alfa y el susodicho. Me estacionó frente a ellos, bajo de la moto.

—As—saludan las mellizas.

Me quito el casco y las miró, sus facciones de felicidad cambian a preocupación, el golpe en el pómulo que me hizo el vampiro cuando me quito el arma.

—¿Esta bien? ¿Que paso?—preguntaron unísono

—¿Te encuentras bien?—pregunto la pequeña.

Mí vista va hacia ella, tiene un gran parecido con él, sus ojos, su cabello, su mirada, quito esos pensamientos de mí mente y vuelvo a la realidad, asiento ante su pregunta.

—¿Quien te hizo eso?—pregunta el Alfa con la mandíbula tensa

¿Pero que le pasa a este ahora? Desde cuándo tengo darle explicaciones a alguien sobre mis heridas, bufo molesta, necesito decirle sobre que la manada esta siendo vigilada o haya un espía, aunque hasta que no tenga evidencias sobre mí teoría no va creerme.

—¿Te ataco un vampiro?—pregunta Darla observando mis golpes. Yo asiento

—Ya veo—suspira—As tenes noticias sobre los ataques y creo que te va interesar—dice Darla

—Primero el médico vera sus heridas y luego le dirán las noticias—exige el Alfa—Kaizer ve a buscarlo—ordena

¡¿Pero quién se cree?! Agarró del antebrazo al Beta, este me mira, pero mí vista va hacia los ojos del Alfa, no tengo tiempo para estás tonterías, le hablo a Darla a través del lenguaje de señas.

—Alfa, ella dice que no es necesario—traduce Darla nerviosa.

—No es pregunta, ella está trabajando para mí y se le pasa algo será mí responsabilidad—me mirá fijamente—No tengo tiempo para atender tonterías—gruñe molesto

Me muerdo la puta lengua, lo quiero ver cuándo se tragué sus jodidas palabras, suelto el brazo del Beta y sigue su caminó. El resto entramos a la mansión, la niña va a su habitación por ordenes del Alfa, mientras que nosotros vamos a su despacho para que me atiendan.

—Entonces ¿Por qué te llamaron?—pregunta Diana curiosa y rompiendo un poco la tensión que se formó.

La miro sería, ella siempre quiere saber todo, es muy alegre, dulce, bromista. En cambio Darla es alguien sería, no se mete en los asuntos de los demás, suspiro, ellas creen que Deamon murió en una misión y nada más. Si supieran las verdad el infierno desataría y no las culparia por ello.

—Diana, no es nuestro asunto—recrimina Darla sería.

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