MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 12

POV'S DOMINIC

Estaba en el despacho revisando los suministros de la Manada, suspiro, tenía mucho trabajo atrasado. Nunca me había pasado esto pero desde que la encontré a ella no me puedo concentrar bien en las cosas y Alexter está demasiados inquieto y no me dirije la palabra aún, suspiro, su aroma me va volver loco, esta impregnado en casi toda la mansión.

En mí mente se proyecta lo ocurrido está mañana, sus golpes y heridas, el vampiro le clavo sus garras en su abdomen y aún así ella se mantuvo neutra ante la curación, cierro los ojos y en recuesto en la silla, su mirada desafiante me agrada, nunca ningún humano me había mirado así, al contrario, siempre bajan la mirada ante mí, pero ella no, ella me mira fijamente y me desafía.

—No me gusta que se ponga en peligro—habla Alexter sacándome de mis pensamientos

—No podemos hacer nada al respecto—digo en tono serio. Él solo gruñe como respuesta.

Solo intento proteger a la manada, no puedo tomar desiciones sin antes pensar en las consecuencias que se vendrán y con ella se vendrían unas consecuencias grandes sin duda, suspiro, espero que todo esto termine de una vez por todas.

Ya estaba por anochecer, suspiro, salgo del despacho y voy hacia la puerta principal, en donde me encuentro a las mellizas, quiénes se les notaba la preocupación, frunzo el ceño, me acerco a ellas.

—¿Que sucede?—pregunto mirando ambas

—No ha vuelto—responde Diana angustiada.

—¿Quien?—pregunto confundido.

—As—suspira—Hace veinte minutos que llegamos pero aún no sabemos nada de ella y sus escoltas—dice Darla

—Intentare comunicarme por el dispositivo—murmura Diana, pero nos mira y niega.

Camino hacia la ventana y del bosque veo salir a un lobo salir y en su lomo viene alguien, rápidamente salgo a fuera me acerco a él y veo que es uno de mis hombres, sus costillas estaban rotas.

«¿Que sucedió?»

«Nos atacaron un grupo de vampiros, a Matt le rompieron las costillas»

«¿Y la Cazadora?»

«Ella me ordenó volver, ella nos salvó la vida»

«Vayan a la enfermería y que el médico los revisé, luego hablaremos»

El baja la cabeza y camina hacia donde está la enfermería, ambos habían sufrido daño, Alexter estaba muy inquieto. Miro a las mellizas que vienen hacia mí.

—¿Que sucedió? ¿Donde está As?—pregunta Diana.

—Unos vampiros los atacaron pero ella les ordenó a los centinelas volver—respondo mirándola.

—Vamos Darla—dice Darla he intenta caminar hacia el bosque.

—¡No!—exclama nerviosa Diana sujetandola del brazo—H-hay que esperar un poco más, ya sabes como es ella y te recuerdo lo que sucedió en Canadá—dice con una sonrisa fingida

«¿Donde estan los cuerpos?»

«En dirección a la cascada»

«Bien, yo me haré cargo, que los centinelas vuelvan a sus puestos y estén alerta»

¡Maldición! Comienzo a correr en dirección hacia la cascada, mí corazón latía rápidamente, comencé sentir su aroma, salte y caí en mis cuatros patas.

—Miren quien ha vuelto

—Cierra la boca, yo buscare a mí mujer—gruñe molesto.

Dejo que él tomé por control, él comienza a olfatear, ambos nos llega el aroma a Vampiro. Comienza a correr en esa dirección, al llegar me encuentro con cuatro cadáveres de vampiros, pero hay un leve aroma de ella, tiene que estar cerca. Alexter continúa caminando hacia la cascada y entonces la veo, hago crujir una rama para llamar su atención pero aún así no se percata de mí presencia, Alexter gruñe y ella se gira, el susodicho le ordena que suba pero retrocede y se da vuelta como buscando algo, Alexter le vuelve hablar pero ella lo ignora, sonrío internamente, Alexter le menciona sus compañeras y ella se tensa.

Al final sube a nuestro lomo. Alexter comienza a trotar con cuidado, su corazón latir lentamente, se está durmiendo y al final lo hizo, se durmió.

—Tenia razón, ella no es lo que dicen, le daré una oportunidad—digo sincero

—Ni tendría que hacerlo, debiste confiar en ella desde el primer momento—gruñe Alexter

Ruedo los ojos ante sus palabras. Al llegar a la manada le pedí a unos de los guardias que la sostuviera mientras me vestía, aunque no me agrade la idea, ya vestido la tomo entre mis brazos y la llevo a la mansión. Subo las escaleras con cuidado y la llevo a una de las habitaciones de huéspedes.

—Eres una cazadora temible pero dormida eres como un animal herido, un animal inocente—murmuro dejándola con cuidado en la cama.

Demonios, me quito la camisa que llevo puesta y me comienzo a quitar la ropa ella junto con sus armas. Sin duda me iré al infierno, rápidamente y cuidadosamente por sus heridas le colocó mí camisa, luego la tapo con las frazadas. Salgo de la habitación y me voy a la mía, sin duda ella no es lo que dicen, suspiro, cometí un error.

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