MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 24

POV'S AS

Mí cuerpo dolía al estar cómodo en una superficie suave, lo cual me llevo abrir rápidamente mis ojos pero tuve que colocar mis mano sobre ellos por luz que había, suspiro, me quito la mano y veo que estoy en una habitación. Miro por toda la habitación hasta que lo veo a Erick sentado en un sofá con la cabeza baja y sus manos sobre ella, levanta la vista y sus ojos se conectan con los míos, él se pone de pié y se acerca a pasos firmes hacia mí.

—Gracias a dios, has despertado—habla preocupado

Sus palabras hacen que los recuerdos vegan a mí, el Alfa matando al guardia y me liberó, al principio creí que estaba alucinando pero ahora en doy cuenta que no es así. Salgo de mis pensamientos cuando él toma mí mano y se sienta en la cama.

—Lo siento, fui un idiota—me mira a los ojos buscando algo pero al ver que no hice nada prosiguió—No debí irme pero fui por ayuda, y el único que podía ayudarme era el Anciano, pero tomo mas tiempo de los previsto—murmura molesto.

«Entiendo»

—El Alfa no se acercara a ti-lo miro confundida—Como dije vine con el Anciano supremo del Consejo pero cuando estábamos llegando nos encontramos a los padres del pulgoso y el antiguo Alfa al enterarse lo que hizo su hijo lo golpeó—me asombro pero no lo demuestro—Dijo que tu habías salvada a su hermana hace años y estaba en deuda contigo y que tu sabías eso—sonríe—Ahora está avergonzado por lo que hizo su hijo pero más lo está al saber que fuiste tu quien salvo a su hija y las mellizas saben que somos, bueno, tu ya sab...

«Familia, eso somos Érick»

Él se asombra ante mis palabras pero luego sonríe de forma calida. Me muevo un poco me gimo de dolor, maldita sea.

—Por mí culpa estás así—murmura avergonzado.

«Basta, no sigas»

—Ganas de matar al bastardo que te hizo esto no me faltan pero el Pulgoso se encargó de ello—dice molestó.

«Lo se, ¿Donde están las chicas?»

—Detrás de la puerta escuchando nuestra conversación—murmura riendo, sonrío rodando los ojos.

«Has que pasen, por favor»

Miro hacia donde está la ventana y veo que sol recién está saliendo, estuve inconciente mucho tiempo, desde que puse un pie en esta manada me han sucedido muchas cosas como pensar mucho en los sentimientos de los demás, los sueños con mí familia, la alucinaciones con Deamon, miedos, dolor, sentí la necesidad de proteger de verdad a las personas, sentimiento el cual creí que se había ido junto con Deamon, cierro los ojos, ahora me doy cuenta que nunca fue así, solo los había encerrado en los más profundo de mí ser.

—¿As?—salgo de mis pensamientos, abro los ojos y miro en dirección hacia la puerta—Despertaste—dice Darla aliviada.

—Bueno, si es así se puede decir—frunzo el ceño mirando a Diana—Hace más de 15 minutos que estamos aquí paradas y tu volando en las nubes—dice con burla.

Ruedo los ojos ante sus palabras, ambas entran y Diana cierra la puerta. Darla se sienta en cama y su hermana se queda parada a su lado.

—¿Estas bien?—pregunta Darla y asiento—Lo siento, ambas, lo sentimos, quisimos sacarte de allí pero...

Levanto mí mano para guarde silencio, le hablo a través del lenguaje de señas, se que ellas habrán tratado de hacer todo para poder sacarme de la celda pero como las cosas se encontraban iba ser imposible.

—Cállate—masculla Diana, la miro y veo que ella mantiene su vista en piso, sus manos estaban cerradas y sus nudillos estaban blancos—Tu no eres así ¡No eres así!—exclama molesta y me mira a los ojos, los suyos estaban llorosos—Te apunte con un arma y no has hecho nada, Dominic te encerró en una celda por días y....

—Silencio—murmuro ganando la atención amabas.

—Lo que pasó no fue culpa de ninguna, solo mia por no haberles dicho verdad en su momento. Fui egoísta al ocultarles la verdad sobre lo que pasó con Deamon, él era un hermano para ustedes pero aún así los oculte. No tengo nada que perdonar, al contrario soy yo quien les pide disculpas, ah, ni una forzada palabra sobre que hable—digo a través del lenguaje de señas.

Mí garganta picaba, ambas seguían en su asombró por acción, suspiro, era la única forma para que Diana guardará silenció, también porque necesito que ella no cargue con esta culpabilidad, se lo que pesa eso y no quiero que ella lleve eso sobre sus hombros.

—¡Nuestra niña dijo sus primeras palabras!—exclama Diana dando saltitos en su lugar.

Ruedo los ojos ante su acción, Darle ríe por las ocurrencias de su hermana. Ambas se quedan un rato comigo sobre el asunto de Samira, lo cual me hizo recordar lo que tenía hacer. Le pedí a qué llamarán al Alfa, se tensaron, las entendía pero aún así debía seguir haciendo mí trabajo.

—No te dejaremos sola con él—asevera Diana seria, no digo nada al respecto.

Trato de sentarme en la cama, pero retengo un gemido de dolor, Diana trata de ayudarme pero niego con la cabeza, aún así se acerca y acomoda una almohada en cabecera de la cama, asiento como agradecimiento.A los minutos entra Darla, mí cuerpo se tensa, pero se relaja al ver al antiguo Alfa.

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