MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 32

POV'S AS

—¡No!—exclamo Deamon desesperado

Pero ya era tarde, la daga se encontraba enterrada en su cuerpo, sentí su sangre recorrer mis manos pero quería más, saque la daga de su cuerpo, mire esos ojos que me veían con asombro pero luego fue reemplazado por miedo, sonríe con satisfacción, volví a sacar la daga y trataba de arrastrarse lejos de mí. Pero no tenía salida, no iba permitir que mí presa se escapara de mis manos, no está vez, me puse de pié y antes que se fuera más lejos le sujete de la pierna y tire hacía mí.

—Por favor—rogó débilmente, la sangre brotaba de sus labios.

Sin dudarlo le clave la daga directamente en su corazón, está vez, gire la daga dentro de su cuerpo y veía como salia más sangre su boca tratando de formular palabras pero no podía. Saque la daga de su interior y se la volví a clavar una y otra vez, otra vez, otra vez, otra vez hasta que sentí unos brazos rodearme y quitarme de encima del cadáver, sus manos fueron hasta las mías para sujetar la daga y sacarla de mis manos. Arrogo la daga hacia un costado, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

—Sh tranquila—susurro en mí oído pero su voz se escuchaba lejos.

Mí pecho dolía, era dolor insoportable, era el mismo dolor cuando perdí a mí familia y no pude hacer nada. La mirada de mí hermanito vino a mí mente, otra lágrima cae por mí me mejilla. Su voz vuelve a llamarme pero todo se torna oscuro para mí.

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Despierto desorientada, la luz molesta mis ojos, los cierro con fuerza y los vuelvo abrir, me percato que estoy en la mansión de la manada, entonces los recuerdos vienen a mí; Samira, el limbo, su sangre en mis manos. Me siento en la cama de golpe y el dolor físico recorre mí cuerpo, las lágrimas comienzan a caer sin vergüenza alguna, ya no me molesto en quitarlas las dejo que sigan, mí pecho dolía, la puerta se abre pero no me molesto en ver quién es, ya no me importa, ya no quiero seguir viviendo ¡Maldita sea!

—¿Que sucede, Mí Luna?—preguntan, esa voz, no, no es posible.

Mí corazón se detiene, levanto la vista y lo veo ante mí ¡Es imposible! Esto es un sueño, es un sueño, yo lo ví.

—A-abrázame, por fa-favor—murmuro lanzando un sollozo.

Él me mira asombrado, pero aún así no duda en venir hacía mí, me rodea con su brazos mientras me susurra unas palabras para tranquilizarme, pero no puedo tranquilizarme, esto es imposible, imposible, solo es un sueño seguro que es un sueño.

—As, tranquila, todo acabó—murmura tratando de separarse pero me niego a mirarlo, no quiero que este sueño se acabe.

¡Es un sueño! Yo lo mate, se volvió a repetir la historia pero está vez duele más que aquél día ¡Deamon! Él estaba ahí, lo recuerdo, estoy segura. Me separó de él y tocó su mejilla, junto nuestras frentes, las lágrimas siguen cayendo sin vergüenza alguna.

—No es un sueño, mí Luna—murmura Dominic, yo sonrió con amargura.