POV'S DOMINIC
Luego de dejarla con Deamon me vine al despacho, suspiró, no dudo de ella pero aún así una parte de mí siente angustia que ella lo elija él, pero mantengo lo que dije; si ella quiere estar con él, la dejaré ir pero al pensar en ellos mí mente me recuerda la situación de Zoe, ¿Por qué tuvo que encontrar a su mate ahora? Se que es normal pero aún así ¡Maldita sea! Un golpe en la puerta hace que salga de mis pensamientos.
—Adelante—digo lo suficientemente alto para me escuché.
La puerta se abre y por ella entra Deamon con un semblante extraño, me tenso, supongo que ya se ha tomado un desición al respecto.
—Tenemos que hablar—verbaliza entonces en tono neutro.
Él cierra la puerta y yo asiento, le indico que se siente así hablamos más "cómodos"
—Tu dirás—digo conteniendo mí lobo.
—Dentro un mes me iré, necesito tomar el mandato como se debe pero volveré cuando Zoe tenga 20 años—asevera sin cambiar su postura.
—¿Que?—pregunto incrédulo.
—As te ha escogido a ti, aun que era de esperarse—suspira—Lo que nosotros sentíamos fue algo bueno pero las cosas no se dieron y ahora ambos tenemos que mirar nuestro presente—carraspea—Bueno, volviendo al tema de Zoe...
—Debes hablar con mis padres sobre este asunto, ellos aún no saben que tu eres su mate pero la cuidare que hasta que tu vuelvas—digo tranquilo.
—Durante este tiempo me quedaré para estar con ella, luego Blanca se encargará de bloquear los momentos que pase con ella y cuando me reclamo—explica con cierta decepción.
—¿Por que no te quedas, Deamon?—pregunto con curiosidad.
—Como te dije anteriormente, quiero que ella disfrute de su vida antes de atarse a mí y debo arreglar las cosas en el inframundo, este mucho tiempo ausenté y necesito poner orden—suspira con pesar—Tambien no quiero que un día diga que se arrepiente de algo.
—Un Alfa cuando reclama a su mate no le importa nada más que no sea su alma gemela, es decir, nunca diríamos eso—digo mirándolo a los ojos.
—Ya tomé una decisión, Dominic—afirma serio
—Esta bien—respondo alzando las manos en forma de paz
—Bueno...
—¡Dominic!—exclaman azotando la puerta, cierro los ojos, Drake D'Angelo se ha enterado que su pequeña cachorra encontró su compañero—¡Me puedes explicar cómo es eso que Zoe encontró a su compañero!—exije molesto.
—Si, lo hizo ayer y ya lo reclamó—respondo frustrado.
—Entonces es cierto—dice mí madre entrando al despacho.
—Ahora no, Judith—musita mí padre y sus ojos se tornan rojos.
—No vengas con idioteces Drake—replica ella rodando los ojos.—Dime, ¿Quien es afortunado?—pregunta mí madre sonriendo.
—Dirás el pobre demonio—susurro mirando a Deamon, quien me fulmina con la mirada.
—Yo soy el compañero de Zoe—habla Deamon colocandose de pie y mirando a mis padres.
—¡¿Que?!—exclama mí padre incrédulo.
—Pero tu...
—El asunto con As ya ha quedado en el pasado como le expliqué a Dominic—dice mirándome. Bastardo.
—¡Tu sabías de esto!—acusa mí padre mirándome molesto.
—¡Deja de gritar Drake!—exclama mí madre furiosa.
—Per....
—Nada—suspira—Deamon, quiero hablemos de asunto sino tienes algún incoveniente—pide mí madre tranquilamente.
—Por mí está bien Señora D'Angelo—responde él.
—Perfecto, pero por favor dime Judith, después de todo vamos a ser familia—dice sonriendo.
—Bueno, yo les dejo solo—digo llamando la atención de los tres.
Antes alguno pueda decir algo salgo del despacho, suspiro, ahora me comparezco de Deamon. Mí madre puede ser tranquila pero cuando se trata de sus hijos es otra cosa, hasta mí padre mantuvo silenció.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho que alguien baja las escaleras, levanto la vista y veo que es Zoe, estaba feliz al ver su expresión, ella me mira y corre hacia mí, la alzo entre mis brazos y ella besa mí mejilla.
—As quiere hablar contigo—dice ella mirándome.
—¿Estabas con ella?—pregunto sonriendo.
—Sip, es que sentí el aroma de mí mate en su habitación pero él no estaba allí pero ella me dijo que él vino hablar contigo pero—mira hacia los lados—¿Donde esta él?—pregunta .
—Esta en despacho hablando con nuestros...
Voy hacia la habitación donde está mí Luna, golpeó la puerta y escucho un adelanto por parte de Erick, abro la puerta y veo a mí Luna sentada con sus ojos llorosos, frunzo el ceño, no me gusta verla así.
—Tranquilo—se pone de pié—Solo recordaba viejos tiempos—camina hacia mí—Los dejo solos, con permiso—dicho eso sale de la habitación.
—¿Cómo te encuentras?—pregunto acercándome y me siento a una orilla de la cama
—B-bien—responde con dificultad.
Por lo que había explicado Blanca era normal, solo iba ser por hoy. No voy negar que cuando vi la daga no sentí miedo, porque al menos iba morir en manos de ellas, loco, lo sé pero ella lucho contra el poder de Samira y pudo liberarse. En cuanto al lobo que estaba pelando con Deamon le pertenece a ella, ambos hicieron un lazo, no se mucho porque Blanca dijo que no podía decir mucho al respecto.
—Eso es bueno—le sonrío–As, tenemos que hablar.
Sus ojos se tiñen con los sentimientos de temor y confusión, suspiró, ya no puedo más con esto.
—Eres mía, mí Luna para amar y proteger pero tú trabajo es mí mayor enemigo, no puedo dejar que sigas con él, se que te conocí de esa forma pero...
«Lo supuse, Dominic. Pero hablaremos de ello cuando me recupere por completo, ¿Si?»
Mí lobo ruge de desacuerdo pero tampoco puedo pedirle que lo dejo rápidamente, ya que para ella es algo muy importante.
—Esta bien, mí Luna—digo sonriendo y levanto mí mano para acariciar su mejilla.
Ella cierra los ojos disfrutando de la caricia, me acerco lentamente a ella y la beso en los labios con suavidad, disfrutando de esa sensación indescriptible. Nos separamos y dejo un beso en su frente.
—Gracias por darme está oportunidad, mí Luna—murmuro feliz.
—N-no, tu me-me salvas-te-te de esa oscu-curidad—murmura ella.
Cada persona sufre de manera diferente y enfrenta ese dolor de manera diferente, ella lo hizo volviendose un ser frío para no encariñarse con las personas y no sufrir más, desde mí punto de vista no es ser egoísta al hacerlo, sino proteger a esas personas sin conocerlas.
—Ahora en adelante no volverás a sufrir, te lo juro—digo y ella me da un casto un beso en los labios.
—¡Muy bien!—exclama una voz algo chillona
Nos separamos, gruñó molesto, me doy la vuelta y veo a la bruja Blanca mirándonos con una sonrisa en sus labios. Aplaude como una niña de 5 años al conseguir lo que quería, ruedo los ojos.
—Solo venía a ver cómo seguias, pero al ver esta hermosa imágen no me aguanté—dice feliz, miró a As, ella rueda los ojos.
La Bruja me me corre de la habitación para poder hablar con As a solas, hasta puso un hechizo para que no escuché su conversación, suspiro, sin duda hoy es el día más feliz y loco de mí vida, ya tengo a mí Luna a mí lado, mí padre descubre que su cachorra reclamo a Deamon y Diana es la pareja destina de Érick. Ellos son mí familia y los voy proteger como lo hicieron con mí Luna, nunca la dejaron sola y ahora ninguno de ellos estará sola ante una batalla que se presente algún día de estos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO)