MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 36

POV'S DOMINIC

Verla dormir entre mis brazos es la mejor sensación del mundo, sonrío, luego de la presentación se armó una cena con toda la manada de forma imprevista y duro toda la noche y ella quedó agotada, después de todo, aún debía seguir en reposo por su estado, suspiro, no se cuánto llevo observandola dormir. A veces creo que esto es un simple sueño y que cuando despierte ella no esta mí lado.

Muchos dirán que es imposible que la Cazadora conocida como la Asesina de Vampiros, la cual es la más temida  respetada entre todas las manadas y clanes, mejor dicho, en todo el mundo místico, sea mí Luna. Hasta mí manada tuvo miedo cuando supieron que ella estaba aquí y eso que la Manada Luna Azul se la conoce como  por temida y respetada, suspiro, acarició suavemente su mejilla, ella se remueve y se acurruca más contra mí.

«No quiero que vuelva a su trabajo»

«Yo tampoco pero debemos respetar su decisión, ambos sabemos que ella puede cuidarse sola»

Alexter  no responde, no está de acuerdo pero sabe que tengo razón. Su trabajo es mí mayor enemigo pero sería egoísta de mí parte decirle que deje eso que ama tanto hacer para solo quedarse a mí lado, suspiró, se que se puede cuidar sola pero aún así el temor no se va ir de mí nunca.

La dejo con cuidado en la cama y me levanto, el Lobo Negro levanta la cabeza, durmió en nuestra habitación por petición de ella. Me acerco a él y me agachó a su altura, toco suavemente sus orejas él cierra los ojos.

—Tu tampoco quieres que vuelva eh—susurro y él abre los ojos verla a ella.

Me paró y voy al baño para darme un ducha, me despojo de mí pantalón y entro a la ducha, dejo que el agua me cubra por completo, se que en una hora más ella se va despertar, es su costumbre, pero al mía es una hora antes, ya que como Alfa debo que dejar mí esencia en los límites de la manada, revisar que todo esté en órden.

Mí manada es como un pueblo, cada uno tiene su casa, excepto Kaizer, ya que él se esta quedando aquí en la mansión pero me imagino que se buscará una casa para él y Darla. También debo ir a las escuelas para verificar que no hayan sufrido daño alguno, si, la manada cuenta con escuelas pero si quieren ser médicos o otra cosa deben seguir estudiando en la ciudad pero ellos saben que se deben cuidado porque el Consejo puede tomar represalias y yo no podré hacer nada al respecto.

Salgo del baño con una toalla alrededor de mí cintura, miro a mí Luna y veo que aún sigue durmiendo plácidamente, me acerco y le dejo un beso en la frente, voy hacia lo clóset y saco mi ropa, lo que me recuerda que debo ordena que traigan la ropa de ella a la habitación. Ya vestido abro la puerta y salgo y por detrás el Lobo, frunzo el ceño, es extraño, ya que él nunca deja a As sola.

Sigo mí camino con él lado, ambos bajamos las las escaleras y salimos de la mansión, aún no amanece, saludo alguno de los guardias y voy hacia el bosque. En estos casos no suelo tomar mí forma animal, me gusta caminar por bosque.

Ya había recorrido casi toda la manada, solo en faltaba el lado Norte del bosque pero al llegar mí cuerpo se tenso pero completo, frene mí paso y el lobo igual, comenzó a gruñir, sabía que algo no iba bien, en un parpadeó me encuentro rodeado por diez vampiros Puras Sangres, gruñó ante ello, los miro a cada uno de ellos esperando que hagan algún movimiento.

—Solo querés hablar con su Luna–—habla uno de ellos.

—Entonces ya saben quien es mí Luna, así que largo——gruño al escuchar que la buscan a ella.

—No buscamos problemas—dice en forma seria se.

Me giro sobre mí talones para ver al vampiro que habla, ya que los otros solo observan.

—¿Ah no?—cuestiono mirándolo a los ojos—Entonces rodearme entre ustedes es algo común cuando quieren hablar—digo sarcástico y veo que sus ojos se tornan rojos.

—Un movimiento más y están muertos—habla una voz bastante familiar desde un costado.

Los vampiros se tensan, pero se hacen un lado para que él pase y venga hasta mí. Su mirada es seria, sin duda alguna, son familia.

—Venimos en paz—musita el Vampiro.

—Habla—ordena Érick

—Samira mato a nuestro clan y solo quedamos nosotros, pero ahora nos vamos al Sur pero antes de hacerlo queríamos ofrecer a nuestra lealtad a la Asesinas de Vampiros—explica el Vampiro mirando a Érick.

—Bien, yo le informaré, pero si me entero que están convirtiendo humanos o matándolos será mejor que se den por muertos—advierte acercándose al vampiro

El Lobo y yo gruñimos, él nos mira serio y niega con la cabeza.

—No vamos a lastimar a ningún humano, se lo juro—dice el Vampiro serio.

—Bien, pero saben que yo no iré por sus cabezas sino ella—dice Érick y los vampiros desaparecen.

Contraigo las garras y comillas, el lobo deja de gruñir, por otro lado Erick se gira a verme.

—¿Se encuentran bien?—pregunta él mirándonos a ambos.

—Si, tranquilo. Gracias—respondo y él asiente.

Hace un ademán con la mano y comienza a caminar, hago lo mismo con el lobo, creo que él me siguió por sintió el peligro, lo que significa que As debe haber sentido algo anoche, ya que en un momento en la noche se quedó mirando el bosque de una forma fría, sonrío, sin duda va ser una gran Luna para la manada. 

—Con todo lo que pasó no te pude ofrecer una disculpa, empezamos mal después de todo—hablo rompiendo el silencio.

—No pasa nada, tranquilo, es pasado—suspira y yo ruedo los ojos, si, está confirmado es primo de ella—Ahora solo has feliz a prima, ella se merece—dice con cierta tristeza en su voz.

Lo que me recuerda la conversación con Diana, creo que no hablaron del tema después de todo.

—Se que solo se tienen mutuamente, pero ahora tiene a la manda como familia, así que podrías venir a vivir con nosotros—sugiero, mí manada lo acepta, después de todo peleó a nuestro lado y nos ayudó en todo momento.

—Lo pensaré, gracias—responde.

—¿Cuando le vas a decir a Diana?—pregunto directamente, él se detiene y me mira. Yo hago lo mismo.

—Vaya, As te lo dijo—murmura asombrado

—¿Que? No, fue Diana—digo sonriendo y sigo caminando.

—¡¿Que?!—exclama incrédulo, río por ello.

—Escucho cuando se lo contaste a As, ella cree que la vas a rechazar—digo y él viene rápidamente a mí lado, ya que se quedó atrás hace unos segundos.

—Es una broma—dice agarrando mí brazo, lo miro enarcando una ceja y me suelta.

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