MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 37

POV'S DOMINIC

Estábamos caminando por el bosque con el señor Luca, quien iba sumido en sus pensamientos desde que entramos al bosque. Al salir de la mansión recorrimos la manada, pero sabía que quería decirme algo, así que decidí traerlo aquí.

—Bueno, es obvio que no somos los padres biológicos de As—suspira—La adoptamos un año después de lo que pasó con su familia, mejor dicho, nos tomo un año hacer todo el papeleo para la adopción. Su madre era nuestra compañera, era una gran mujer, valiente, bondadosa, ella era como As. Cuando nos enteramos lo que le pasó no lo pudimos creer, fue duro pero cuando supimos que su hija sobrevivió fuimos al Consejo y le pedimos ayuda. Después de todo ella merecía saber la verdad y era lo menos que podíamos hacer por Elizabeth—sonríe con amargura—Cuando fuimos por As con mí esposa estábamos nerviosos, no sabíamos cómo había ella psicológicamente ¡Ella presenció todo!—exclama molesto—Pero aún así la ibas ayudar, no importaba nada,  pero cuando la vimos por primera vez en sus ojos no había sentimientos, solo un vacío frío, nos dimos cuenta que estaba llena de odió. Un mes después le contamos todo, bueno, casi todo porque la verdad sobre su madre no se la dijimos—suspira— Ella no emitió ninguna palabra o emoción. La encargada del orfanato nos dijo que ella no hablaba desde la muerte de su familia, con Sol tratamos de todo para que ella vuelva hablar pero no logramos, aún así lo perdimos la esperanza—dice dejando de caminar, me mira a los ojos.

—Me puedo imaginar todo lo que hicieron por ella y de verdad le agradezco como ella hace también—sonrío de lado—Le prometo que la voy hacer feliz—digo serio.

—No, te equivocas, ella ya es feliz a tu lado. Lo único que quiero es que la cuides—dice poniendo su mano en mí hombro.

—Lo haré—respondo seguro.

—Ya que somos familia no me trates de "usted"—dice sonriendo

—De acuerdo, Luca—digo sonriendo.

Una parte de mí cuerpo se alivia al saber que ella tuvo personas buenas a su lado y que no se alejaron al ver su personalidad, al contrario, dieron lo mejor de ellos y no se rindieron. Luego de eso volvimos a la mansión dónde solo encontramos a las mellizas junto con la señora Sol, frunzo al ceño al ver qué As no estaba.

—¿Y As?—pregunto llamando la atención de ellas.

—Fue al bosque—responde Diana.

—¿Sucede algo?—pregunto confundido. No la sentí cuando estábamos con regresando con Luca

—Tranquilo, ella es así, recuerda que una cazadora y lo lleva en su sangre—habla la señora Sol al ver mí confusión

—Te digo algo—Diana se pone de pié y camina hacia mí—Se que para ustedes es complicado nuestro trabajo, es su peor enemigo, pero este es nuestro trabajo. As hace esto desde que supo la verdad, lo lleva en su sangre, nunca va ser fácil para ella dejar esto—dice de forma sincera.

—Es la primera vez que escucho algo así salir de tu boca—los presentes ríen y ella me fulmina con la mirada—Gracias Diana

Salgo de la mansión y comienzo a caminar de vuelta al bosque, al entrar olfateó un poco para sentir su aroma pero esta por todos lados, chica lista, sonrió negando con la cabeza, lo más seguro es que este en la cascada, sin más comienzo a caminar hacia allí, suspiro, Diana tiene razón con lo que dijo, su trabajo es su vida, no se lo puede negar y obligarla a quedarse aquí conmigo, ella por su cuenta tomar la desición de cuando retirarse hasta que ella decida dejarlo por su cuenta. No puedo ser egoísta, la humanidad la necesita aún.

Veo a la cascada un metro pero no la veo a ella, frunzo el ceño, olfateó un poco y su aroma viene de allí, sigo caminando hasta llegar a cascada y  entonces la veo, mí cuerpo  se tensa por completo e inconcientemente lanzo un gruñido, ella se voltea rápidamente y me mira, sonríe de lado, y se vuelve a sumergir  en el agua.

—¿Que haces?—cuestiono gruñendo cuando emerge del agua.

—Me quería relajar un poco—responde tranquilamente dando la espalda, donde veo desde su hombro una cicatriz que sigue hasta abajo, pero no es la única que tiene, hay varias. Ella me mira sobre su hombro con una sonrisa en sus labios.

—Sal, tenemos que hablar—digo gruñendo y me doy la vuelta.

Ella no responde, miró a los alrededores vigilando que no venga nadie, escucho cuando ella sale del agua, sentía sus pasos venir hacia a mí, gruñó en forma de advertencia, aún así, al instante siento unos brazos alrededor de mí abdomen, su pecho se pega contra mí espalda.

—¿Sabes? Eres calentito—susurra delicadamente en mí oído derecha.

—Tenemos que hablar—replico serio.

Ella no dice nada, pero puedo sentir un leve dolor de rechazo que emana su cuerpo, no era mí intención hacerla sentir así, pero no quiero ser una salvaje con ella. Quita sus brazos alrededor, suspiro frustrado, se que debe creer que me dio asco sus cicatrices pero nunca lo haría, al contrario, me llena de orgullo al saber que cada una de ellas es por una misión que tuvo y las ganó que lucho.

—Listo—murmura de forma fría sacándome de mis pensamientos.

—No era mí intención—me doy la vuelta y camino hasta ella—Se que piensas que me dan asco tus cicatrices pero te equivocas—mis manos se colocan por debajo de su remera y toca cada una de ellas que ya hacen en su espalda—Solo que no queremos actuar como un salvaje contigo—digo dando un beso en su frente.

—Lo se, perdón—responde suspirando.

Quito mis manos de su espalda y las llevo a sus mejillas, le doy un casto un beso en sus labios.

—Caminemos por el bosque—digo agarrando una de sus manos, las entrelazo.

—¿Que sucede?—pregunta con cierta preocupación.

—Tranquila, no es nada malo—suspiro, comenzamos a caminar—Ambos sabemos que las cosas van hacer complicadas ahora en adelante, yo tengo que dirigir una manada y tu tienes que seguir protegiendo a los inocentes—freno mí paso y la agarró de la cintura, sus manos van hacía mí cuello y me mira con atención—No te voy a pedir que dejes tu trabajo para quedarte aquí conmigo para siempre, lo único que te voy a pedir que es lleves mí marca para sentirme más seguro. Se que amas tu trabajo, lo sé, y te voy apoyar en todo, así qué cuando estés lista para dejarlo o no, quiero que sepas que siempre voy a estar a tu lado. Te amo, As—digo y sus ojos se cristalizan.

Ella solo me besa con una intensidad que demuestra lo mucho que también me ama, no siempre hace falta palabras sino acciones, la cuáles son mejores que las palabras.

—Te equivocas—susurra sobre mis labios—No amo mí trabajo, me sumergí en él por venganza e irá, pero a medida que iba matando no sentía satisfacción, no sentía nada—me da un casto beso y une nuestras  frentes—Pero cuando vine aquí comencé a sentir cosas que creía que nunca iba a volver a sentir, cosas que creí que había eliminado de mi sistema, así qué sentí miedo, el cual se apoderó de mí, así que quise evitar sentir algo a todo costa pero al final me rendí, me rendí porque sentía valía pena hacerlo, me rendí porque no puedo luchar contra estos sentimientos que tengo por ti, no puedo luchar contra ti. Y es por ello que tome la decisión de retirarme, solo estaré a la disposición del Consejo cuando ellos crean que sea necesario mí presencia. Te amo, Dominic—murmura mirándome a los ojos.

No sabía que decir, me dejó sin palabras, pero Alexter aullaba de felicidad ante sus palabras, la beso con ferocidad y ella me corresponde con gusto.

—Dime egoísta pero no sabes lo feliz que me haces mí Luna—murmuro sobre sus labios.

—Prometo dar lo mejor para la manada—murmura ella sonriendo.

No digo nada y vuelvo a unir nuestros labios. Sin duda va ser una gran Luna, siempre protegió a los más débiles apesar de todo, ella es más que digna para ser mí Luna y gobernar a mí lado por resto de la eternidad. Al final de mucho dolor todos tenemos nuestro final feliz, ella es la evidencia de esto.

Muchas veces sufrimos más que otros pero eso no significa que sea el fin de todo, solo debes sacar fuerzas porque aunque digamos que ya no tenemos, es mentira, la tenemos solo que aún duerme esperando el momento indicado, porque todo pasa por algo, así es la vida, hace cosas que nos lástima y asombra pero final todo fue por algo bueno.

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