MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 38

POV'S AS

Construí muros de hielo alrededor de mí corazón para no sufrir más, pero no fueron suficientes, hubo alguien que los rompió de a poco, no le fue fácil, pero no se rindió, sonrío de lado, si Blanca me hubiera dicho que esto iba pasar antes de venir a la Manada Luna Azul la iba a tachar de loca, nunca creí que me iba encontrar en estás circunstancias.

—¿Interrumpo?—preguntan sacándome de mis pensamientos.

—No, tranquilo—respondo sin mirarlo, le doy otro sorbo a mí agua.

—Veo que estás feliz—comenta buscando un vaso.

—Lo estoy—sonrío pero al instante dejo de hacerlo—Pero también tengo miedo—murmuro con cierta tristeza pero no la demuestro.

—Sino tuviéramos miedo, no estaríamos vivos—lo miro y sonríe mientras se sirve agua—¿Sabes? Siempre vamos a tener miedo, en todo momento,

pero no lo podemos evitar pero si enfrentarlo, luchar contra él.

—Lo se, yo te dije esas palabras—digo sonriendo con burla.

—Mejor dicho, las escribiste—replica sonriendo.

—Aun así, yo las dije—digo acabando el agua que tenía en mí vaso.

—No puedo creer que hables con fluidez—murmura mirándome a los ojos.

—Cuando te enamorás quieres ser una mejor persona y cambias algunos aspectos de tu vida que te lastiman pero no quieres que esa persona amas salga herida—murmuro y en mente se proyecta esos ojos de color avellana

—As, se feliz, te lo mereces. Se que tienes miedo pero no dejes que eso no te permita ser feliz—suspira—A veces perdemos cosas por miedo y no la volvemos va recuperar—dice y veo que se pierde en sus recuerdos.

—Ey—coloco mí mano izquierda sobre su hombro derecho—No te voy a decir que olvides el pasado porque estaría mal, él forma parte de nuestras vidas y también es por él es que estamos donde estamos ahora. Ambos fuimos felices ese breve momento pero las cosas pasan por algo, ahora, ambos merecemos ser felices—sonrío de lado—Tu con la pequeña Alfa y yo con Dominic.

—Esa niña me atrapó desprevenido—dice riendo.

—Y a mí Dominic—acoto pensando cuando lo conocí.

—Los D'Angelo se van a convertir en nuestra perdición, eh—dice negando con la cabeza mientras sonríe.

—No, en nuestra felicidad—asevero segura de mis palabras.

—Tienes razón—se coloca de pié—Te dejo porque tu Alfa está por venir—dice yendo hacia la salida de la cocina.

—Tu pequeña Alfa está en tu habitación—murmuro antes que desaparezca de mí vista.

Él frena su pasó y me mira sobre su hombro, niega con la cabeza, está vez se va por completo. La niña es inteligente pero no tanto, la ví observando mientras hablábamos, Deamon no la sintió porque camufló su olor, ella va ser la verdadera debilidad del gran Rey de los Demonios.

Me pongo de pié mientras dejo el vaso boca abajo en el centro de la mesa, suspiro, me doy la vuelta y me chocó con alguien, quién me agarra de la cintura y mis manos quedan en sus hombros, levanto la vista y me encuentro con esa sonrisa arrogante dibujada en sus labios.

—¿Todo bien?—pregunta enarcando una ceja, ruedo los ojos.

—Perfectamente—sonrío y le doy un casto beso—¿Que haces despierto?

—Esa pregunta la debo hacer yo porque buscaba a mí mujer en la cama pero solo encontré una almohada—ambos reímos—Ví a Deamon—murmura acariciando mí mejilla suavemente.

—Si, estuvimos hablando—digo tranquilamente.

—Tengo miedo por Zoe—dice desviando la mirada hacia él piso.

—No le va hacer daño—él me mira y pongo mí dedo índice sobre su labio, se que me iba a interrumpir—Lo que pasó entre nosotros quedó en pasado y ambos lo aceptamos pero lo nuestro no fue un error, ¿Sabes? Mí padre solía decir que los "errores" son lecciones que la vida nos da. Deamon ahora sabe lo que debe hacer, también recuerda que es el Rey de los Demonios, tiene enemigos y seguro que la quiere proteger, pero conociéndolo, seguro que también quiere que ella tenga una vida antes que estén juntos—explico acariciando su barba.

—¿Que hice para merecerte?—me besa suavemente—Tu padre era sabio—murmura sobre mis labios.

—Él era muchas cosas—murmuro recordando cada momento con él.

—Vamos a la habitación, es tarde—salgo de mis pensamientos y lo miró—¿Estás bien?—pregunta con cierta preocupación.

—Si, vamos—respondo sonriendo.

Entrelazó nuestras manos y comenzamos a caminar pero él me vuelve a pegar a su pecho, frunzo el ceño, cuando quiero protestar me alza entre sus brazos, río, me sujeto de su cuello y recuesto mí cabeza en su hombro izquierdo.

Aún no puedo creer que todo esto, parece un sueño. Me escondí tantos años para no salir lastimada que no me di cuenta que así lastimaba a las personas que me rodeaban, se que no voy arreglar el daño que hice pero se los voy a compensar.

Mí mente divaga en los sueños con que tuve con mí familia para tratar de recordar sus voces o risas pero es inútil, salgo de mis pensamientos cuando Dominic abre la puerta de la habitación, entramos y la cierra con cuidado, camina hacia la cama,  me deja suavemente sobre ella, se sube arriba mío, pero enriedo mis piernas alrededor de su cintura y rodamos para que quedé sobre él. Me recuesto sobre pecho y mis manos quedan sobre sus hombros

—Siento tu dolor, mí Luna—murmura y levanto la mí cabeza para verlo a los ojos.

—Lo siento, han pasado años pero aún duele—suspiro—Duele más porque olvidé sus voces, solo las tengo en mis sueños pero cuando salgo de ellos ya no las recuerdo. Antes siempre lo hacía pero ahora ya no—digo tratando de recordar sus voces, sus risas pero nada.

—Mi abuelo decía que soñamos con aquellos que perdimos porque no podemos superar sus muertes o porque aún necesitamos de su ayuda—me acaricia la espalda suavemente sobre la ropa—Ahora tu corazón y mente te dicen que seas feliz, no vas a olvidar a tu familia, pero tienes que seguir con tu vida, ese dolor lo estás reemplazando por felicidad pero nunca vas a reemplazarlos a ellos.

—Lo que hablamos con Deamon era sobre el miedo, ambos somos felices pero el miedo siempre está presente, no tuvimos una vida fácil y cuando creímos que íbamos a ser felices paso lo de Samira—suspiro, él se tensa—Ahora somos felices de nuevo pero tenemos miedo que vuelva a pasar algo que nos quite esta felicidad pero él me dijo unas palabras que yo le había dicho; siempre vamos a tener miedo, en todo momento, pero no lo podemos evitar, pero si enfrentarlo, luchar contra él—murmuro citando cada palabra.

—Y tienes razón, no es fácil luchar contra el miedo, pero si lo hacemos juntos, lo podemos hacer fácil—responde Dominic serio mirando hacia otro lado. Aún siente celos de Deamon y lo comprendo.

—Por eso estoy a tu lado, quiero luchar contra él, pero solo a tu lado—murmuro cerrando los ojos mientras me acomodo en su pecho.

Rápidamente me encuentro debajo de él, en su mirada hay pura intensidad. Sonrió y él besa de forma posesiva.

—Cada vez que dices algo así, Alexter y yo queremos marcarte como nuestra—gruñe sobre mis labios.

—¿Y por qué no lo hacen?—pregunto mirándolo a los ojos.

Al principio veo asombró, no esperaba que dijera eso, pero lo que dije en el bosque es verdad, me quedare a su lado y solo iré al Consejo cuando mí ayuda sea requerida.

—Vamos a entrar en la época de celo, no creo que sea buena idea, aún debes acostumbrarte a este ambiente—dice olfateando mí cuello.

—Se como esta vida pero nunca la experimente, así qué quiero hacerlo contigo—digo segura de mis palabras.

—Si te marco, no creo que me pueda detener—murmura besando mí cuello suavemente.

—Entonces no lo hagas—respondo y busco sos labios.

Me mira a los ojos y veo deseó, un deseo que hace mí cuerpo tiemble, me besa de forma suave y yo le correspondo. La ropa comienza  estorbar de a poco, sentir sus labios sobre mí cuerpo me una sensación extraña pero una que me gusta sin duda alguna. Una de sus manos va bajando hasta llegar a mí zona intimida, se coloca por debajo de sus bóxers y me acaricia de una forma suave, mis mejillas se calientan.

—Ver tus mejillas solo haces que mí deseo por poseerte sea más grande—susurra en mí oído y muerde mí lóbulo.

—Domi-minic—murmuro avergonzada, él ríe

—Te lo volveré a preguntar, ¿Estás segura? La marca de un Alfa es un paso grande, ambos estaremos conectados, tu fuerza y agilidad incrementaran pero lo más importante serás inmortal, pasaremos toda nuestra vida juntos—dice juntando nuestras frentes, mis manos van hacia sus mejillas.

—Quiero pasar el resto de mí vida a tu lado, al lado de mí Alfa, el cual amo con locura—murmuro mirándolo a los ojos.

Él no dice nada, veo sus colmillos salir, besa mis labios y los siento, sigue moviendo su mano sobre mí intimidad pero luego siento uno de sus dedos entrar de forma suave, gimo y él gruñe.

—Dom...Ah—susurro apretando sus hombros.

—Estas apretada, por la diosa Luna—susurra él

Aumenta el ritmo de a poco hasta que siento algo en vientre, le pido que vaya más rápido y lo hace hasta que siento algo ser liberado y luego sus colmillos en mí cuello. Ahora sin duda alguna era suya, era su Luna, su mujer como él era mío.

Sino sentimos miedo no estamos vivos, pero si lo tenemos hay que enfrentarlo y luchar por lo que queremos en nuestras vidas. Yo quiero que Dominic sea parte de mí vida ahora y siempre, para todo la vida.

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