Epílogo
—Promesas, promesas—canturreo mientras él saca la camisa de mi falda desesperado besando mi cuello.
—Sabes que no soy solo promesas.
—Debes refrescarme la memoria—le doy un suave empujón y me dejo caer sentada sobre su esponjosa cama. Me cruzo de piernas permitiéndole ver la liga de mis medias—. Si mal no recuerdo, quedamos en un final donde bailabas y cantabas Sexy Back.
— ¿Estás de broma?
—No, y pensándolo mejor, sería genial si te quitas la ropa en el proceso.
Pienso que va a cansarse y no va a hacerlo, pero sonríe y entonces comienza a cantar desde el principio mientras va sacando cada prenda de ropa y baila. Es mi perdición, es lo más sexy que veré alguna vez. Es incluso mejor que aquella noche en el karaoke. Se acerca y se detiene a horcajadas sobre mí, prácticamente tengo su pene, cubierto en tela, en mi rostro y me encanta. Llevo de inmediato mis manos a su culo para que no se aleje y eso lo hace reír, deteniendo por completo su canto. Meto mi mano en el bóxer que aún lo cubre y tomo su pene. Oh, también lo extrañé.
—Ha sido perfecto, creo que deberás recrear esta interpretación muchas veces en nuestra relación, pero ahora...—saco mi lengua lamiendo la punta y gime justo antes de que yo me dedique a atender a Paul con mi boca.
No me deja disfrutar mucho de ello, solo unos pocos minutos, luego se aleja y está sacando mi ropa, rasgando mis medias y besando tanta piel expuesta consiga, haciéndome gemir mucho. Cuando quita mis bragas y me deja con un sujetador mal puesto que tiene al aire libre mis pezones, se ubica entre mis piernas y me sonríe. Empuja sus caderas y suspiro.
—Hola a ti, te extrañé—susurra acariciando con su nariz la mía.
—Es que el sexo es lo mío, es mi súper talento oculto—susurro y su sonrisa crece antes de alejar sus caderas y embestir de nuevo.
— ¡Qué sorpresa! Creo que también es mi talento oculto.
Me besa y las palabras quedan olvidadas mientras cerramos nuestra reconciliación con una de las mejores formas conocidas por el hombre. Es más que bueno como siempre, lleno de sudor, caricias, gemidos y una que otra palabra sucia, mayormente de mi parte. Hay mucha pasión, amor y complicidad. Y ¡Mierda! Quiero que éste hombre me folle, me dé orgasmos, me haga el amor, me coja o como quieran llamarlo, por el resto de mi vida.
Lo juro, yo simplemente sería feliz.
Por supuesto que me da mi orgasmo y obtiene el suyo, luego me besa lentamente y yo acaricio su cabello húmedo por el sudor.
—Oye, esos dedos tuyos no están mal, saben ejercitarse por allá bajo.
—Podrías dejarme practicar hasta perfeccionarlos.
—Con gusto—respondo, ríe y rueda para caer a mi lado y atraerme a su cuerpo—. Me siento feliz, hace mucho no me sentía así.
—También estoy feliz.
—Genial.
—Sí, genial.
Nos quedamos en silencio y luego reímos. Hablamos en susurros para finalmente un tiempo después, volver a llenar la habitación de gemidos.
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— ¿Irás al cumple de Paul, verdad? —esa es la pregunta que le he estado haciendo a todos. Valeria y Ágatha alzan la vista de lo que sea que veían en el celular de la última.
—Sí, ahí estaremos—responde Ágatha.
—Genial, será bueno—aseguro aunque nada he tenido que ver con la planificación de su fiesta— ¿Qué ven?
—Las personas nunca van a olvidarlo—Ágatha frunce el ceño y creo que la ola de ira comienza a aparecer.
—Eh, iré a hablar con Karl sobre mi invitado—digo esquivando a la fiera. La verdad es que Ágatha ha estado bien durante este último par de meses si tomamos en cuenta su lugar en la tabla de los jodidos por el amor, incluso pasa un 10% menos de su tiempo con aparatos tecnológicos, pero a veces alguna noticia aparecerá y ella llorará o enfurecerá.
Paso a Dexter y Harry que parece estar cerrando una nueva apuesta, alcanzó a escuchar algo sobre ser rubio Sabrina si pierden. Y hablando de la Barbie, ella está sonriendo mientras camina hasta mí.
—Hueles a felicidad.
—Gabriel—es su respuesta—. Él es demasiado encantador.
Desde mediados de enero, lo que vienen a ser quizá unas tres semanas, Sabrina oficialmente es la novia de Gabriel lo que en consecuencia tiene a un Rayan más hostil. La vida da muchas vueltas y parece que estos dos se empeñan en alejar cualquier oportunidad de estar juntos. Ya perdí mis esperanza en Stavis y acepto la relación que tiene tan entusiasmada a Sabrina. Aunque creo que está entusiasmada sobre lo nuevo, esa pasión del momento y recuerdos bonitos. No quiero molestarla diciéndole que tal vez fuerza demasiado la situación, creo que si va a funcionar está genial y que si no lo hace, entonces debes estrellarse sola para que se ponga sus bragas y enfrente por quien no deja de sentir.
No es que la culpe, rodearse cada día de la persona por la que tienes sentimientos no es la mejor manera de olvidar, pero salir con otro tipo genial que te gusta pero no despierta la misma intensidad tampoco es la salida.
Sin embargo, bastante hice ya con escupirle toda la verdad a Rayan, ya no quiero irme de lengua larga con ellos.
—Qué bueno que te vaya bien con él.
—Sí...—guarda silencio y alguien se detiene detrás de mí—. Hola, Rayan.
—Hola, Sabrina.
— ¿Cómo estás?
—Bien.
Bueno dime si eso no es la sequedad del año, soy como el hijo por el que pelean la custodia. Estoy en medio de esta tensión que los muy malditos no se encargan de romper. Rayan aclara su garganta.
»Summer quiere que vayas a su recital de ballet, le prometí decirte. Hay solo dos entradas y quiere que vayas.
— ¿Cuándo es?
—Este sábado—él sonríe como lo hace siempre que habla de Summer.
—Oh, no podré. Lo siento, Rayan, pero quedé de ir con Gabriel...
—Sí, ya déjalo, no importa. Le diré a mamá que vaya conmigo—se aleja caminando hasta Peter.
—Auch—susurro.
— ¿Qué ha sido todo eso? —me pregunta consternada.
—Creo que ahora la idiota eres tú, mi querida amiga ¿Cuáles son tus planes con Gabriel?
—Vamos a almorzar a este lugar nuevo que...
—Bueno, ustedes almuerzan muchas veces. El recital de Summer es solo unas pocas veces al año y eso si ella consigue un papel en ello. Te quería ahí y la rechazaste a ella, no a Rayan—parece procesar mis palabras.
—Pero...
—Nah, nah. Por hoy me desatiendo del drama que tiene cada persona de este programa y me dedico a la celebración del cumpleaños de mi escritor.
—Traidora.
—Tómalo como mi día de descanso.
— ¡Elisabeth! —Llama Valeria— ¿Has visto que nuestro pintor austriaco...?
—Día de descanso—la cortó porque viene su lado fanática que no deja de crecer—. Contén tus suspiros para el lunes cuando retome mi vida. Desde hoy solo me concentro en Paul, es parte de mi regalo.
—Pero...
—No, no, mi pequeña. Mi día de descanso—palmeo su brazo y me giro.
—Puedes decirme a mí, solo, si me escuchas sobre lo que ha sido una mala situación con Rayan...—las dejo conversando de sus desgracias y obsesiones.
El programa lleva ya un mes al aire y ha sido un rotundo éxito. Se transmite en horario nocturno, empieza solo una hora antes de lo que lo hacía en nuestro antiguo canal, ha tenido pequeñas reformas que han sido muy buenas y de hecho nuestro índice de televidentes es muy alto. La sección de Andrea ha sido buena, sus investigaciones son frescas y algunas a veces parecen haber sido coordinadas con ayuda de Alexa, sé reconocer el toque de esa pervertida de amores literarios. Austin también ha sido una integración maravillosa, parece un camaleón, es capaz de adaptarse a cualquier reportaje al que sea enviado a hacer, se ganó el respeto de todos y aunque aún es el nuevo, aseguro que ya se está ganando totalmente el ser uno de nosotros.
Visualizo a Karl y camino hasta él, el hombre que fue nuestro salvador y quien ha sido hasta el momento un excelente productor. Él escucha nuestras sugerencias sin perder su autoridad, conserva su poder como jefe, pero nos respeta y sabe cómo manejar el programa así como aceptar críticas constructivas. Su único problema es que a veces parece tener miles de ideas a la vez que quiere ejecutar, sin embargo su co—productora sabe cómo equilibrarlo y ayudarlo a ordenar esas ideas.
— ¿No ha llegado Patricia? —Karl se gira ante mi pregunta. Patricia es una modelo muy cotizada actualmente que es mi invitada del día de hoy.
—Está en el camerino de los invitados siendo arreglada. Por cierto, tu sección hoy queda para el final. Harry tiene alguna loca idea que amerita de prioridad.
—De acuerdo. Me da tiempo de coordinar mis preguntas.
—Bien—me sonríe y se dirige hacia uno de los técnicos. Karl rescató tantos trabajadores como pudo del antiguo programa.
Tenemos a Sara, Marco y otros cuatro más, pero el resto ya tenían otros trabajos con el canal, sin embargo es agradable tener rostros familiares aun cuando el personal nuevo también es muy bueno. Un pasante pasa con dos bandejas de cafés y tomo uno, sonrío cuando Andrea entra con dos taza de té caminando hacia un Joseph que de inmediato sonríe. Creo que Joseph es uno de los que más ama todo este cambio incluso cuando Andrea solo viene un par de veces a la semana.
Avisan que queda poco tiempo para salir al aire, la verdad es que el tiempo pasa muy rápido y aprovecho para escribirle un mensaje al cumpleañero.
Asunto: Mi novio cumpleañero.
"Así que estuve pensando...
Al ser tu cumpleaños deberías estar muy feliz, digo, te desperté de una muy buena manera (recordarlo me altera).
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