Político busca niñera romance Capítulo 33

Narra Demian.

Escuché su respiración mientras dormía. Amanda estaba frente a mí, su mano descansaba sobre la mía. No pude apartar los ojos de ella, sonreí y coloque un mechón de su cabello detrás de su oreja, luego me incliné y besé sus labios suavemente con reverencia.

Me había enterado al hojear su currículum que mañana era su cumpleaños, ella ni siquiera me había dicho nada o a las niñas, realmente era muy humilde. Le había comprado un regalo, y tenía pensado llevarla a cenar acompañado de las niñas. Durante estos días me había dado cuenta lo mucho que la extrañaba, fue cuando tuve claro mis sentimientos por ella, pero no podía negar que tenía miedo de sentir lo que sentía, sabía que con el tiempo ella necesitaría algo más serio como un matrimonio o tener hijos como me lo había dejado claro. Pero no me sentía preparado para eso, la muerte de Dayana me dejó destruido, ella era mí ángel, me dio el mejor regalo que eran mis hijas, sentía que si me casaba de nuevo o que si tenía otros hijos estaría olvidándola o traicionándola por completo. Todavía recordaba nuestros votos, nuestra luna de miel, el día que nacieron nuestras hijas y sobre todo no podía olvidar esa llamada dónde me dieron la noticia de su muerte, me culpé por no haberla protegido, si yo hubiera estado ahí con ella no hubiera pasado esa desgracia, eso me mataba por dentro y no me dejaba entregarme por completo a Amanda de la manera que ella quería, ella merecía un futuro con alguien mejor que yo, pero no podía dejarla ir de mi lado y no sabía si era egoísta de mí parte al no dejarla ir para que fuera feliz. Era una situación realmente complicada.

****

Por la mañana, levanté a la niñas, les tenía una sorpresa. Les pedí que bajaran a la sala, ellas llegaron en pijama, su cara fue de asombro y alegría al ver lo que estaba a mí lado.

—¡Un cachorro!—gritó Zoé realmente emocionada—. ¿ Es nuestro?—preguntó esperando mí respuesta.

—Si—le dije con una sonrisa, ellas siempre habían querido tener una mascota, pero nunca las dejé tenerlos, pero eso ha cambiado ahora sé que una mascota trae buenos beneficios a los niños.

Ambas se acercaron a saludar al pequeño labrador blanco. Le dije que le había comprado todo lo que él cachorro iba a necesitar y que la señora Bentacour les mostraría todo.

—Tienen que ponerle un nombre—dijo Amanda bajando las escaleras, se veía muy hermosa con su vestido color crema.

—Me gusta el nombre de Bruno—mencionó Zoé alegremente.

Denisse estuvo de acuerdo y ese fue el nombre del cachorro.

—Niñas hoy es el cumpleaños de Amanda, ¿ Que les parece si la llevamos a cenar hoy? Claro si ella no tiene otros planes hoy—dije en voz alta, su cara fue de sorpresa, no se esperaba que supiera que era su día especial.

—¡¿En serio es tu cumpleaños?!—gritó Denisse—. ¿Por qué no nos lo dijiste antes? nos hubiera dado tiempo de comparte un regalo—dijo con pesar.

Amanda se acercó a ellas y les dijo:

—No necesito ningún obsequio, tenerlas a ustedes es el mejor regalo de cumpleaños.

Denisse se puso muy emotiva, pero disimulo un poco para no llorar.

—Te haré un pastel de cumpleaños, este día es para consentirte—dijo poco después emocionada.

—¿Puedo ayudarte?—le pidió Zoé.

—Claro que si—le respondió se llevaron al cachorro a la cocina.

—¿ Cómo te enteraste ?—me preguntó ella con una sonrisa.

—Tengo mí método—respondí tomándola por la cintura—. Te ves hermosa está mañana —le dije cerca de sus labios, ella sonrió y me dio un pequeño beso.

***

Por la noche salimos los cuatro a uno de mis restaurantes favoritos, las niñas se veían muy hermosas y Amanda estaba espléndida con su vestido de noche, me daban ganas de arrancárselo de su cuerpo, pero debía esperar un par de horas para poder hacerlo.

—Tengo una noticia que darles—dije dejando mí copa sobre la mesa—. He renunciado a mí candidatura y a mí puesto actual—les informe la decisión que había tomando durante estos días, me había dado cuenta que si ganaba, mí tiempo con mis hijas sería mucho menor de lo que ya era. Si no fuera por Amanda jamás me hubiera dado cuenta de mis errores, y jamás hubiera podido restaurar mí relación con Denisse.

—¿Estas seguro?—preguntó Denisse.

—Completamente, ustedes son mí vida entera, quiero estar para ustedes cuando me necesiten, quiero estar presentes en su vida ahora más que nunca—respondi con sinceridad, Amanda me veía con orgullo y mis hijas con alegría.

Ahora solo debía trabajar en la compañía y eso era algo que podía controlar a la perfección en cuanto a tiempo. Después de charlar y pasarla bien, había llegado el momento de regresar a casa, mis princesas estaban cansadas, así que se fueron a dormir, Denisse se llevó al cachorro a dormir con ella a su habitación, se veía muy contenta.

—Ven, vamos a mí habitación—le pedí a Amanda, tenía que darle el regalo, tomé su mano y caminamos lentamente. Cuando ingresamos me acerqué al cajón donde tenía su regalo, tomé la pequeña caja y se la di

—¿Qué es esto?—preguntó cuando la tomó.

—Tu regalo de cumpleaños—respondí.

Ella abrió la caja y su cara fue de asombro, luego sus ojos buscaron los míos.