Ya casi estoy lista para ir a mi graduación y para ser sincera estoy más hermosa que todas las modelos juntas, de verdad que Rohan se esforzó por encontrar el vestido perfecto para mi porque este vestido que tengo es mil veces mejor al que me pondría desde un principio.
Es un vestidos color verde un poco oscuro que aunque sea largo mis piernas se pueden ver ya que la tela es de encaje y no tiene un fondo hasta abajo si no que está poquito arriba de la rodilla, tiene como unos listones para marcar un poco mi cintura y el escote en forma de V.
Lo acompañe con unos tacones negros un poco altos de tacón ancho y un brazalete color plata. El maquillaje quedó genial, las sombras son de colores claros ya que no los quería tan cargados para así poder terminar con un labial color rojo que hace lucir mejor mi vestido y mis ojos.
Cuando obtuve el resultado final no pude evitar sonreír, me veía muy bien y aunque mi panza ya se empezaba a notar no me importó porque ahora tendría la mejor graduación junto a mi hijo y por desgracia también con el padre.
Decidí bajar porque si no se haría más tarde y estoy segura que Rohan ya está esperándome.
Empiezo a bajar las escaleras con cuidado de no tropezar pero escucho la voz de varias personas en la sala y una de ellas es la de Rohan, se escucha que está enojado y está discutiendo con alguien pero no escucho muy bien así que con cuidado de no hacer ruido me acerco un poco más y me escondo detrás de una pared.
─Estoy seguro que esto terminará muy mal, ella no merece lo que vas a hacer ─reconozco esa voz y si no me equivoco es Agustín.
─Yo se que es muy egoísta de mi parte pero lo único que quiero es deshacerme de mi familia de una vez ─no entiendo el porque se pelean, pero ahora no los quiero interrumpir porque se darían cuenta que estuve escuchando.
─Lo sé, pero aún así debiste preguntarle antes de hacer las cosas así, no es la manera correcta y tu no eres de piedra, esto saldrá mal y lo sabes ─no se de que rayos habla, y si es de un asesinato mejor me voy, no quiero ser cómplice de un asesinato.
Empiezo a subir las escaleras pero olvidé que tenía tacones así que mis pasos se escucharon por toda la casa.
Soy una idiota.
─Si ya estás lista podemos irnos ─la voz de Rohan se escucha a mi espalda y como no tengo otra salida me volteó a verlo.
─Si, solo que olvide algo arriba que ya no me acuerdo que es así que estoy lista ─digo algo nerviosa de que me hubiera descubierto, para que no sospeche más de mi le regaló una sonrisa de niña buena.
Me extiende su mano y yo la tomó para terminar de bajar los últimos escalones, una vez que estuve a su lado soltó mi mano y caminamos hacia la salida.
Ni siquiera se donde quedó Agustín ya que no lo vi en la sala cuando salimos, al parecer el es mago o tiene el poder de rapidez.
«Ni siquiera por estar embarazada dejas de pensar en estupideces»
No es mi culpa tener tanta imaginación, además es lo más lógico de lo que ocurrió ya que de verdad, desapareció.
Subimos al auto y comienza a manejar, yo me quedo pensando en que será de mí cuando esté en el país machista con èl y mi hijo, la verdad aún no había pensado que hacer pero ya que.
Ya estábamos a punto de llegar al salón donde sería la fiesta de graduación cuando de la nada una imagen viene a mi mente y mi panza se empieza a mover y la verdad no creo que mi bebé ya se mueva por lo que sé que es un antojo.
─Rohan ─lo llamó con la voz un poco baja y calmada, no dijo nada sólo volteó dando a entender que me escuchaba ─¿Sabes donde hay un McDonald's por aquí? ─al escuchar mi pregunta se desconcierta un poco al no entender.
─¿Para qué quieres ir a un McDonald's a esta hora?
No puedo creer que aún no entienda que tengo un maldito antojo, no creo que sea tan complicado comprender.
─¿Me compras una hamburguesa con papas? ─le pido con voz de niña chiquita y ojos de perrito para que aceptara.
─No creo que sea lo mejor para comer con el embarazo.
─¿Y tú qué sabes que es lo que quiere tu hijo? Si te pido una hamburguesa es porque tu hijo me la pide a mi así que no te quejes y comprarme una hamburguesa con papas.
Me enoja que no respete el antojo de una embarazada, ¡¿Es tanto pedir una simple hamburguesa con papas?!
─No compraré basura para alimentar a mi hijo ─basura su abuela, bueno no porque de seguro es buena señora.
─¿Sabes qué?, Para el auto ─le pido en un tono tranquilo y él no hace nada más que mirarme raro ─. Es enserio, quiero que pares el auto ahora y si no lo paras me lanzaré ─está más que claro que no haré eso, pero con suerte parará el auto, digo, no será fácil encontrar otra fábrica de bebés o por lo menos no tan fácil como yo.
El muy idiota si paro el auto, así que me quito el cinturón de seguridad y me bajo del auto para empezar a caminar, estoy casi segura que hay un McDonald's por aquí y si no pues ya me escapé de esa bestia otra vez.
Escucho como me está hablando para que me detenga y como yo soy tan obediente no paro y sigo mi camino.
De la nada, termino con las patas en el aire, una mano en la espalda y a Rohan
cargándome en sus brazos como a una princesa.
─Bájame de una maldita vez, estaba teniendo la caminata más importante de mi vida y no estabas invitado a ella ─es un maldito por no dejarme ser feliz ni un minuto.
─¡¿Acaso estás loca?! Te pueden robar a estas horas estando tú sola ─me devuelve a mi asiento y me pone el cinturón de nuevo y cierra mi puerta para después subirse al asiento de piloto y empezar a manejar.
─Aún no entiendo porque no quieres que coma una hamburguesa con papas, no es como si no la pudieras pagar ─es un maldito millonario y no me quiere comprar un antojo tan simple como ese, necesito programar una cita con el programa de “Tacaños compulsivos”.
─Simplemente esa no es comida, yo puedo pedir que te preparen algo más saludable cuando lleguemos de tu graduación.
“La verdad me dolió mucho lo que pasó y aunque se lo perdone la simple idea de pensar que él estuvo con mi hermana me duele, pero después dije algo que lo molesto y me empujó contra los casilleros y puso sus manos sobre las mías para impedir cualquier rechazo y la verdad yo no sabía que pasaría pero simplemente pasó, nos dimos un beso que jamás olvidaré”. Christopher.
Me quedo con la boca abierta al leer la tremenda declaración se este chico, esto si que se salió de control, después pediré más detalle pero por ahora dimos por terminada nuestra conversa ya que Rohan me tomo de la mano y me llevo a otro lado, al principio no quise dejar solo a Chris pero él me dijo que fuera y pues aquí estoy.
─¿Y ahora qué es lo que quieres? Estaba en medio de un chisme y tú lo has interrumpido ─intento sonar molesta pero no lo logro ya que sigo ansiosa de saber que para con Chris.
─Se que estas enojada y como no quiero que me odies por toda la vida, así que encargue algo para ti ─en eso llega un hombre de negro con una bolsa café.
─Espero que dentro de esa bolsa se encuentre una residencia en Londres, porque si no, no quiero nada ─le digo en un tono amenazador, no quería nada de él.
─Bueno, en todo caso me encargaré de que tiren esta hamburguesa con papas fritas que tanto querías ─me sorprendo cuando saca una cajita feliz de la bolsa café y empiezo a dar saltitos de felicidad.
Rápidamente tomo la caja para abrirla y sacar mi hamburguesa y darle la mordida más grande de toda mi vida, este momento es el mejor de toda la noche, sólo somos mi hamburguesa y yo en un rincón dándonos amor, bueno yo devorandola y ella terminando en mi panza, pero aún así.
Sorprendentemente termino la hamburguesa en un tiempo récord junto con las papas, esto si que es nuevo en mi, con una sonrisa busco a mi hombre misterioso y lo veo con una sonrisa y cara de asco, me acerco a él y le doy un abrazo.
─De verdad muchas gracias, eres el mejor papá de este hijo mío ─sigo sin soltarlo pero por una simple razón, no quiero que este abrazo termine nunca, de verdad no se porque pero quisiera que tuviéramos una relación verdadera.
Si, suena muy estupido de mi parte, me acaba de amenazar con quitarme a mi hijo y ahora estoy en sus brazos deseando que esto no acabe.
─Me lo agradecerás de otra manera ─ya decía yo que tanta generosidad tenía sus trampas ─. ¿Me concede este baile bella dama?
Estoy segura que estoy tan roja como un tomate, la verdad no esperaba eso y menos de él, pero la verdad no iba a desaprovechar esta oportunidad de bailar con él.
El fue claro, esta iba a ser mi última noche en México y por lo menos quiero recordar esta noche como algo bueno, nadie me asegura que siga siendo así en Arabia.
Caminamos a la pista donde habían varias parejas bailando ya que desde hace un rato había empezado la sección romántica y empezamos a bailar, me toma de la cintura y yo pongo mis manos en su cuello así estando lo más cerca posible el uno del otro.
Un lado de mi me dice que me aleje de él y que nada bueno me espera si sigo a su lado.
Pero el otro ─O sea mi lado estupido─ me dice que disfrute, que me deje llevar y sea feliz aunque sea un minuto.
Y eso paso, me deje llevar por un minuto de felicidad, porque después de tantos años, siento que soy feliz.
Estábamos muy cerca que llegó un punto donde nuestras frentes estaban pegadas y nuestros labios a nada de juntarse, y cuando pensé que nos besariamos, detienen la música dejando nuestras intenciones de lado.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...