Escuchamos la voz del piloto informando que acabamos de aterrizar y yo suelto un suspiro de alivio.
Soltamos nuestras manos y desabrocho mi cinturón, tomó mi bolso con mis cosas y nos dirigimos a la salida, supongo que los gorilas se encargarán de las maletas.
Abren la puerta y poca luz entra al lugar, el aire está algo fuerte pero aun así hace mucho calor.
¡Vaya mierda de clima!
Rohan sale primero y me ayuda a bajar, caminamos de frente ya que una camioneta negra nos espera. Hay dos hombres, uno de ellos está de negro y otro está vestido casual, bueno raro para mi pero supongo que aquí no es tan raro.
El hombre de atuendo raro se acerca y le dice algo a Rohan provocando que ría y se saluden con entusiasmo.
Al parecer no es tan cascarrabias con todos, para ser sinceras nunca había visto una sonrisa de su parte o por lo menos que recuerde, pero conociendo como es, no creo que me sonriera una vez.
Es que, no se como explicarlo, es un maldito... ya no se me ocurrió nada por el día de hoy, pero eso no significa que dejaré de insultarlo.
Me indica que me suba a la camioneta lo cual yo hago y él me sigue por detrás. Adelante se sube el hombre de negro el cual es el piloto y de copiloto se sube el hombre raro.
El auto empieza a moverse y yo sólo me distraigo en ver nada, literalmente nada, aparte de que todo está oscuro, no veo nada.
Bueno tampoco es que quiera ver el país de mierda al que me trajeron, pero por lo menos debería de haber algo en el camino, ni siquiera un maldito árbol he visto.
El camino se empieza a hacer largo y yo me desespero, no soporto estar tanto tiempo en un auto y menos de noche, tenemos más posibilidades de un accidente, odio los autos.
Me dormiré ya que no creo llegar muy pronto, ni se a donde iremos pero me vale, con tal de que no me deje tirada en el desierto, está bien todo.
Me recuesto en la ventana para tratar de dormir pero no puedo, supongo que dormí demasiado durante el vuelo.
Ya no se que hacer, estoy muy aburrida por lo que sacó mi teléfono y audífonos, la verdad no se que voy a hacer, no quiero escuchar música pero aun así me los pongo.
Es entonces que escucho que empiezan a hablar, para mi mala suerte en árabe, pero siempre encuentro la manera de enterarme del chisme así que me meto al traductor y pongo la grabadora, sólo alcanzó a grabar dos cosas, un pedazo de lo que dijo el raro y lo demás que dijo Rohan, ya que se callaron y bastante serios.
Espero mientras se traduce y cuando por fin se traduce me quedo en blanco al ver lo que dijeron.
─...no tienes idea de como reaccionó al enterarse de que la dejaste embarazada, ¿Cómo crees que reaccione?
─No sé, sólo espero que no la pierda, yo realmente la quiero y es alguien importante en mi vida.
Está más que claro que habla de su novia la cual aún no se quien es, sólo espero que no sea una estúpida descerebrada y esquelética como ha demostrado que le gustan, claro, a excepción mía.
Cuando menos me los espero llegamos a la entrada de una casa, que digo casa una mansión, es más, la mansión se le queda bastante corta.
El chófer se estaciona fuera de la puerta que es bastante grande, realmente todo es demasiado grande.
Las puertas se abren y veo a una chica ahí, pero lo que veo no lo creo y me da asco tan sólo imaginarlo.
Me pongo unos lentes de sol, ya que de la nada salió el sol, lo se, que molestó. Me suelto el pelo, acomodo mi ropa y en pocas palabras me pongo bien diva empoderada.
Cuando Rohan sale de la camioneta y se acerca al lado de mi puerta unas grandes bolas salen corriendo a él y lo abraza.
Además se plástica y falsa, también ridícula.
Como ya duraron mucho tiempo abrazados decido bajarme antes de que se besen frente a mi.
Cuando bajo, cierrro la puerta de una manera brusca para llamar la atención de la zorra mal parida y su estúpido novio.
Su cara es la más épica y estúpida que he visto, se queda impactada al verme, la muy estúpida se sorprende al verme.
Lo cual es raro, pues se supone que ya sabía de mi, o eso fue lo que entendí con la plática de Rohan con el raro.
─¿Acaso te quedaste impactada con mi belleza? ─le preguntó con sarcasmo.
─¿No pudiste embarazar a cualquier mujer que no sea ella? ─le reclama a Rohan con enojo y eso solo me confirma que no sabía sobre mí exactamente.
─¡Ay pobre! Tienes celos de que yo tendré un hijo suyo y en cambio tu, sólo obtendrás falsas ilusiones.
─¿Se conocen? ─algo me doice que ese idiota ya sabia que nos conociamos, ha de saber hasta el color de calzones que estan usando los hombres con los que me acoste.
─Pues claro, si no me equivoco te llegué a hablar de ella, pero por si no recuerdas, te refresco la memoria ─hablo rápido antes de que la estúpida lo haga primero ─. Ella es la palo con nalgas plástica, la más zorra de nuestra época, se acostó con exageradamente muchos hombres del orfanato y la muy zorra, me culpaba a mi.
«Siempre me delataba cuando hacía algo o cuando no lo hacía me culpaba a mi, y claro, como la superior prefiere ganar dinero que hacer justicia, pues complacia a la puta niñita de papi y a la huérfana, que se la lleve el diablo.
Termino mi pequeño discurso de la realidad y al ver su cara, incluso pienso que va a explotar.
Está tan roja de la furia y se que tratara de insultarme, pero las dos sabemos que su imaginación no da para tanto, siempre pasa lo mismo, cuando la pongo en su lugar con simples palabras, nunca sabe defenderse.
El que también se molesta es Rohan, lo hubiera entendido si era alguien más bonita, natural y agradable, pero si está enamorado de ella ya es otro nivel, ahí sí que está pendejo.
Agustín también sale de esa casa y me sorprendo ya que según yo él estaba en México.
─Sean bienvenidos mis queridos amigos ─abre sus brazos y nos muestra la sonrisa Colgate ─. Los extrañe mucho en estas horas que no los vi.
Rohan ignora a su amigo y entra a la casa sin decir nada y claramente la zorra va tras él por lo que sólo quedamos cuatro personas, Agustín, el hombre raro,el chófer y yo.
No se que hacer, no puedo pasar ya que no me han invitado, la educación ante todo.
Es extraño estar con un chófer serio, un Agustín alegre y un tipo raro, yo no sé qué hacer.
─Supongo que tendré que conseguir una casa de campaña y quedarme aquí ─digo tranquilamente y lo que obtengo como respuestas son sus carcajadas.
¡Malditos estúpidos!¡Se están burlando de una embarazada!¡Si no fuera porque estoy embarazada le daría la paliza de su vida!
No puedo evitar molestarme, no es bonito que se rían de alguien, bueno depende de la persona, ya que si es alguien de bajo nivel intelectual como la palo con nalgas pláticas, ahí a uno no le queda otra más que reírse.
Ellos notan mi enfado y dejan de reír, malditos estúpidos.
─Perdónanos, es que puedes llegar a hacer comentarios tontos ─me dice el raro.
─¿Me estás diciendo tonta?, Si esto se trata de insultar me hubieras dicho antes, no tienes ni idea de cuántas ofensas se me ocurrieron, maldito raro desubicado.
Ahora escucho la carcajada de Agustín, vaya, ahora tenemos a otro estúpido.
Me indican donde sentarme y no se si para mi suerte o desgracias me tocó a un lado de Rohan y frente a la palo con nalgas pláticas.
Supongo que lo único bueno es que Agustín está a un lado mío, no es que lo prefiera a él, sólo que no quiero a un raro al lado mio, no lo conozco y por lo menos a Agustín lo conozco más.
Llega la comida y a todos les sirven un gran plato, todos tienen algo muy delicioso como fruta con miel encima, un huevo con tocino.
Veo cada uno de los platos detallando y saboreando lo que comerán, así que ansiosa veo mi plato deseando encontrar un manjar, con una sonrisa veo lo que me trajeron y.....¡¿Qué?!
¡¿Qué mierda de plato es esto?!
Veo un caldo color caca muy espeso, eso se ve muy asqueroso por lo que no puedo evitar hacer una mueca, y como si mi comida fuera a mejorar también me ponen un plato de fruta sin nada encima.
¡¿Dónde dejaron mi huevo con tocino?!
No puedo evitar hacer sonidos de arcadas mientras alejó el plato, no pienso comer ese caldo de mierda. No se que tiene por lo tanto no lo probaré.
Me empiezo a comer la fruta al igual que todos los de la mesa, pero a diferencia de ellos, yo estoy enojada.
¡¿Cómo puede ser posible que me den esa comida que ni mi abuela teniendo 94 años comería?!
Todos ya empezaron con su segundo plato que es el huevo y el tocino todo precioso y dorado como a mi me gusta.
No puedo quitar la vista del plato de Agustín y escucho su risa.
─Aunque no lo creas tu plato no sabe tan feo como crees, a mi me lo dieron cuando enfermé y lo llegué a odiar como no tienes idea pero después me acostumbré y me supo bueno.
─Pues vaya mierda, no creo que me llegué a gustar a mi ─y es que no lo hara, es simplemente asqueroso ─¿Me da un poco de tu tocino? ─lo miró con una carita de perrito triste y él me mira con ternura.
Observa a Rohan que se la ha pasado hablando con la zorra y ni atención nos ha puesto, con cuidado me pasa un trozo de su tocino y yo sonrió.
Me lo como rápido antes de que Rohan me vea, se que es algo estricto con mi alimentación, y con una sonrisa me como el caldo feo.
Al principio sabe feo pero me acostumbro a su sabor y me lo acabó todo.
Veo que un palo se quiere besar con un dios griego así que decido salvarle la vida.
─Oye Rohan, ¿Quería saber si podía remodelar mi habitación? Es que la persona que decoró tiene el peor gusto que he visto en toda mi vida, parece que un dinosaurio se comiera a un zoológico y lo escupiera en una habitación.
La mirada de la estúpida zorra cae en mi, como si me fuera a matar una mirada, que estúpida.
─Por si no sabías, yo me encargué de la decoración ─me dice en un tono de indiferencia.
─Por algo lo dije ─ella se enoja más y veo que Rohan se está empezando a molestar ─. Además, no te estaba hablando a ti.
Rohan se levanta de su lugar llamando la atención de todos y como si fuera poco, la estúpida se levanta y trata de ir tras él pero la detiene.
─Tamara, ¿Podrías venir conmigo? ─sin decir nada se va y yo rápidamente me levantó y la miró.
Claramente está enojada. Con una perfecta sonrisa le levantó el dedo y voy tras Rohan.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...