Prisionera De Un Magnate romance Capítulo 22

Narra Rohan

No se que fue lo que hice mal, ella no debería estar en esta situación, si no fuera porque soy un estúpido envidioso ella no estaría aquí, todo esto es mi culpa.

Tomó su mano que descansa a un lado de su cuerpo y respiro, ella tiene que mejorar.

─Por favor, tienes que recuperarte, no puedes dejar que nuestro hijo muera, de ti depende su vida, por favor, no dejes que él se vaya ─le beso la mano como despedida ─. kulu shay' sayakun ealaa ma yuram 'ayuha alsaghiru (Todo estara bien, pequeña).

Me levantó y salgo de la habitación algo enojado, en la sala de estar veo a todos menos a Adriana, absolutamente todos están aquí, ̣mis padres, mis hermanos, Agustín, mi nana, incluso mi primo está aquí pero mi novia no.

Antes de que me hagan preguntas salgo y me dirijo a mi auto, no estoy de humor para escuchar las dudas de todos.

No se que esta pasando, no se como paso ni qué fue lo que provocó que mi hijo esté a punto de morir.

Manejo a toda velocidad tratando de que todo lo que esta pasando quede atrás.

Llegó a la empresa y entró para subir a mi oficina, aquí nadie podrá molestarme, debí de pensar en algo para ayudar a Tamara, no podemos perder a ese bebé.

Tomó una de las botellas que siempre tengo guardadas en mi escritorio bajo llave, beber en la oficina está prohibido pero nadie se enterara, además de que soy el jodido dueño y jefe.

Sirvo un poco del líquido dorado en un vaso y me lo tomo en un solo trago, al igual que el siguiente y el siguiente, no me detengo, ahora no tengo otra manera de escapar.

No entiendo que paso para que ella se pusiera en peligro de esta manera, el doctor dijo que todo iba muy bien y de la nada estaba tirada en un calle con sangre bajando entre sus piernas.

FLASHBACK

Mientras espero a que terminen de arreglar a Tamara para la fiesta, estoy con mi familia en la oficina, tenemos tiempo sin vernos y al parecer mi cumpleaños les pareció buena razón para venir y joderme la existencia.

Se que tarde o temprano saldrá el tema sobre Tamara y tendré que presentarla, pero tengo suerte de que su auto ya está afuera esperando por ellos, así puedo respirar un poco más antes de que mi familia y Tamara se odien.

Cuando mis padres y hermanos salen de mi oficina, tomo un puro y lo enciendo, inhalo y dejó que el humo entre a mis pulmones, necesito relajarme un poco para pensar en lo que estoy haciendo con la vida de Tamara.

Sé que estoy haciendo todo mal, pero no puedo dejar que ella se aleje de mí, necesito saber si está bien en todo momento.

Escucho que tocan la puerta y una muchacha de las que estaban arreglando a Tamara me informa que ella ya está lista.

Le agradezco a las señoritas por arreglar a Tamara y subo a la última planta para después tocar a su habitación e inmediatamente me abre una Tamara totalmente diferente.

Debo aceptar que se ve hermosa vestida así pero no puedo evitar tener ganas de reír ya que a ella no le gusta. Incluso yo pienso que es ridículo usar abaya.

─Me avisaron que estabas lista, es hora de irnos ─le digo un poco serio y ella rápidamente se destapa la cara así mostrando sus perfectos labios color rojo, no puedo evitar mirarla con deseo, pero por suerte ella no lo nota.

─Si claro, bajo en un momento ─rápidamente cierra la puerta dejándome un poco confundido, pero la dejo sola.

Cuando bajo veo a mi primo Nader, Agustín y a Adriana, la última me recibió con un beso y yo lo aceptó, nuestra relación es verdadera y aunque la quiero mucho, no es mi intención formar una vida a su lado.

─Te estaba esperando para irnos juntos mi amor ─Adriana se separa de mí y dice con voz seductora.

En el fondo veo como Agustín y Nader están discutiendo y mirándome, una clara señal de que me tienen que decir algo pero no saben cómo hacerlo.

Recibo una llamada a mi teléfono y cuando veo de quien se trata contestó rápido.

─Buenas noches señor Khattab, disculpe que interrumpa su día, pero encontré al Joven, se llama Rubén Andrade Luna, es de una familia con poder ya que su padre es político, pero hacen varias donaciones y una de ellas es a la casa hogar en donde estaba Tamara, ahí se conocieron.

─¿Mantienen una relación sexual? ─no puedo evitar preguntar eso, pues de solo imaginar que ella se involucre con alguien más, siento que mi sangre hierve.

─No pude averiguar nada sobre eso, sí mantuvieron alguna relación lo ocultaron muy bien.

─Mantenlo vigilado e informame cuando veas algo sospechoso. Quiero saber toda su historia juntos.

─Por supuesto señor ─estaba a punto de colgar, pero la voz de mi investigador privado me detuvo ─. Señor, lo que encontré implica a la señorita Adriana.

Inmediatamente dirijo mi mirada a Adriana, la mande a investigar, pero realmente no me importaba mucho saber sobre ella.

─Habla ─veamos que no sabía sobre Adriana.

─Al parecer la señorita sí mantuvo una relación con el joven Ruben. Hablé con algunos compañeros y todos comentaron que Adriana era muy grosera y celosa, pues ella era de un estatus superior, pero aun así preferían pasar tiempo con Tamara, incluso el joven Ruben.

─Mandame un informe de todo esto, ahora estoy ocupado ─decido colgar al ver que Adriana se acerca a mí nuevamente.

─¿Estás bien amor? ─evito que me abrace nuevamente.

─Si, todo está bien, sólo que no podré ir contigo, lo siento amor ─ me disculpo con Adriana por no ir con ella a la fiesta, pero justo ahora me importa mas estar con Tamara que con ella.

Adriana algo enojada se sube a la camioneta y detrás de ella se sube Nader y Agustín, en cambio yo espero en la camioneta a que Tamara baje, y como si la invocara, ella sale por la puerta algo cansada, algo que queda muy claro de ella es que odia las escaleras, su cara lo dice todo.

Bajo y le ofrezco una mano para que suba, ella acepta y entra a la camioneta rápidamente y yo me subo después de ella.

Veo que tiene una mueca de dolor pero trata de ocultarla y la reemplaza por una sonrisa nerviosa.

─Bueno, se que estoy algo insoportable y dijiste que no saldría, pero ahora estoy fuera, supongo que es por tu cumpleaños así que sólo te quiero decir ¡Feliz cumpleaños! ─grita y me tiende una caja color negra de regalo.

─Gracias ─es lo único que le digo, pues no pensé que tendría un detalle de su parte.

Abro el regalo dejando ver un reloj, no puedo evitar sonreír ya que tengo este mismo reloj en mi habitación, es algo caro para que ella lo hubiera comprado.

─Yo se que no es la gran cosa, de seguro todo lo que te han dado es mejor que esto pero tampoco no le podía robar todo el dinero a Agustín ─comienza a explicar rápidamente tratando de calmar sus nervios.

Ahora entiendo el porque se fue de la casa sin permiso y de dónde sacó el dinero para comprar el reloj, definitivamente esta chica es única.

─Oye, tranquila, es perfecto, me gustó tu regalo, gracias Tamara ─le digo tomando su mano para que así se tranquilice un poco.

Ella sólo asiente un poco roja pero luego se voltea para evitar mi mirada, pero gracias a las luces de la noche, logro ver su reflejo a través del vidrio, en su rostro hay una mueca, como si algo le doliera.

Ya me está preocupando, no es normal que esté teniendo dolor, quiero preguntarle, pero se que no me lo dirá. Supongo que solo me queda cuidar de ella, no quiero que algo malo le pase.

No sé qué pasó ayer para que ella tuviera una pelea con Adriana, se que Tamara no fue la culpable de esa pelea, conozco a Adriana y trate de hablar con Tamara por la noche, pero no me dijo nada, simplemente me ignoro.

Cuando llegamos al salón de eventos, toda la atención se centra en las camionetas y autos en los que llegamos.

Desde aquí logro ver que los reporteros toman fotos y gritan eufóricos en espera de que bajemos.

─¿Qué tan importante eres? ─escucho que Tamara me pregunta, pero no le digo nada ya que si supiera, no me lo creería.

Una vez que los chicos se bajan indicó que Tamara baje y mientras ella llega al otro lado me pongo mi agal y bajo para ponerme a un lado de Tamara.

Nos empiezas a tomar fotos y a preguntar cosas estúpidas que no voy a contestar.

Una vez las puertas se abren, logro ver la gran fiesta que organizó Adriana, todos mis socios o conocidos de la familia están aquí.

Debería estar agradecido con Adriana, pero me pareció innecesario hacer tanto para celebrar mi cumpleaños, prefiero pasarla tranquilo en casa.

─Que bonita decoración, supongo que te costó mucho que quedará todo tan perfecto ─escucho la voz de Tamara un poco floja pero no le presto atención.

Tamara se encuentra tirada con las manos protegiendo su vientre, no lo pienso dos veces y corro a ella pero está inconsciente.

─¡Tamara por favor despierta! ─la cargo y la subo a la camioneta conmigo atrás, rápidamente nos dirigimos al hospital más cercano.

Trató de ver si se encuentra bien, o por lo menos saber cual es la razón de que esté inconsciente y es cuando veo como gotas de sangre resbalan entre sus piernas.

Esto no puede estar pasando, Tamara no puede perder a nuestro hijo, esto no debe ser real.

Cuando llegamos al hospital, la bajo y pido una camilla mientras explicó que es lo que está pasando o por lo menos lo poco que se.

El doctor me pidió que esperará en la sala mientras revisaban si ella y el bebé estaban bien y como no tenía de otra me quedé esperando.

El sentimiento de culpa llega una vez estoy solo, pues es mi culpa todo esto, ella no debería de estar pasando por esto, si no la hubiera traído a Arabia, ellos estarían bien.

Agustín no tarda en llegar, se que al igual que yo, se preocupa por Tamara, después de todo, los dos hemos cuidado de ella. Le comento que aun no tenía noticias y ambos nos sentamos.

Después de un largo rato un doctor salió preguntando por los familiares de Tamara.

─¿Cómo se encuentran Tamara y mi hijo? ─es lo primero que sale de mi boca, pero al ver la cara del doctor, la presión de que algo malo paso se apodera de mi.

─Ella se encuentra un poco débil, ya que estuvo a punto de sufrir un aborto pero por suerte llegaron rápido a pesar de tener ya varios sangrados. Lo que ella hizo fue poner en peligro su vida y a su bebé, es una chica muy fuerte, pero el bebé aún está en peligro.

─¿Podemos pasar a verla? ─Agustin pregunta mientras que yo trato de asimilar lo que el doctor acaba de decir.

─Sólo puede pasar usted, señor Khattab, pero espero que no haga ruido, necesita descansar.

─Gracias doctor.

FIN DE FLASHBACK

Ahora ya no se que más hacer, siento que todo esto es mi culpa, ya pasaron días desde lo ocurrido y aún no despierta.

Se que ella es fuerte, pero ocupó que de más de ella, no los puedo perder a ninguno de los dos.

─Sabía que estarías aquí ─la voz de Agustin llega a mis oídos ─. No puedes estar tomando y menos en esta situación, sabes que no es bueno para ti.

─Si lo que quieres saber es si me dará un ataque de ira la respuesta es un no, sólo quiero estar sólo.

─Sabes que no me refiero a un ataque de ira, no puedes volver a lo mismo de hace años, no permitiré que consumas drogas nuevamente.

─No te perjudica en nada ─le suelto para seguir bebiendo mientras miro el pequeño paquete de polvo blanco.

─¿Quién dice que no? Eres mi hermano y solo quiero este bien, por favor Rohan, deja ese vaso y aléjate de esa droga.

Mi risa se escucha por toda la oficina y bebo un poco más de mi bebida.

─¿Por qué te haría caso a ti?

─Está bien, no lo hagas por mí, pero hazlo por la chica que está esperando a tu hijo. Tamara despertó hace horas y solo pregunta por ti.

Como si el escuchar que Tamara despertó me devolviera la vida, me levanto rápido de mi lugar y corro a la puerta.

Tal vez no sea tarde para arreglar las cosas, mi hijo aún se puede salvar y me encargaré de que así sea.

Solo espero que tanto Tamara como mi hijo estén bien, no me perdonaría jamas si algo les pasara.

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