Prisionera De Un Magnate romance Capítulo 33

Pongo música y salgo a caminar por el jardín; ya el sol se está ocultando y no faltan muchos minutos para quedar en oscuridad iluminada por la luna y la electricidad, ya que esta casa cuenta con más luz que la casa blanca.

Respiro profundamente y pienso en muchas cosas, me imagino como sería mi vida si estuviera en otras situaciones, en cómo sería si siempre hubiera hecho caso a mi superior, si yo no hubiera tenido relaciones ese día en el antro, o si tan solo siempre hiciera caso a lo que Rohan dice.

No se por qué, pero no me arrepiento de nada, si no hubiera hecho eso, justo ahora no estaría esperando a mi hermoso hijo, que últimamente está creciendo más de lo esperado, y mis malestares aumentaron al doble, al igual que mi hambre y antojo de una Hamburguesa, pero solo como caldo color caca.

O sea, no sabe mal, pero ¿A quién le gustaría comer cosas similares a la caca? Aunque recordando a Rick y Morty, el profesor de Morty come caca, por lo que no dudo que realmente alguien disfrute eso.

─Genial, ahora tengo la duda de a qué sabe la caca ─me quejo y aplaudo mentalmente de mis dudas que solo me orillan a cometer estupideces.

Me siento detrás de unos arbustos, mi lugar favorito cuando no quiero ver a nadie y me quedo pensando sobre la caca.

No se por que a muchos les desagrada hablar de eso, es parte de la vida, yo no me imagino sin ir a hacer del baño, mi vida no seria la misma, es que simplemente no me veo, yo amo estar en el baño, gracias a que voy al baño me cabe mas comida.

Sin duda comer, dormir y hacer del baño son mis actividades del día favoritas, es un complemente perfecto para vivir, y cualquiera que piense diferente esta tonto, es incapaz de vivir sin una de esas tres actividades.

Gracias a que estaba pensando literalmente en caca, no me di cuenta de que ya estaba oscuro, así que como pude me levanté. No se si es normal tener esta panza tan grande para mis casi 6 meses que tengo, ya que ni he comido nada, literalmente comía mucho más antes del embarazo que ahora.

Supongo que es mi desgracia de embarazada, engordar el doble de lo normal.

Camino hacia la entrada, el frío se hizo presente, pero tampoco no es para tanto, apenas y me llegó aire frío a la cara.

Una canción que me gusta comienza a reproducirse, pero ya que hay pájaros dormidos, no los torturaré con mi bella voz, así que empiezo a tararear.

En la entrada veo a dos changos que al verme ponen cara de sorpresa y alivio. Me abren la puerta y les agradezco. Entró tarareando y medio bailando, pero me detengo al ver a todo el mundo aquí, y cuando digo todos, es porque incluso el palo con tetas plásticas está aquí.

─Yo no puedo poner música en la cocina pero tu hasta juntas a todos a una reunión a la cual ni siquiera tuviste la decencia de invitarme, maldito estúpido hijo de puta ─claramente lo último lo dije en un susurro, tampoco quiero que se enoje, pero realmente deseo que me escuchará, sólo por joder.

Empiezo mi camino hacía la cocina para tomar otra manzana, ya que es lo único que sabe bueno y me dejan comer pero la voz de Rohan me detiene.

─¿Dónde estabas? ─su voz es una mezcla entre alivio, enojo y temor.

─Si acabo de entrar por la puerta, es bastante obvio donde estaba, ahora si me permites iré por mi manzana ─me giro y empiezo a caminar.

No esperaba que él estúpido e idiota de Rohan, me tomara del brazo muy agresivamente y me llevara a su estúpida oficina, como si quisiera estar ahí.

─Me estas lastimando, idiota ─me quejo.

Solo me suelta cuando cierra la puerta de su oficina.

─Voy a volver a repetir la pregunta y quiero que me respondas correctamente y sin estupideces ─al parecer desperté a la fiera, se escuchó muy agresivo, más de lo que yo estoy acostumbrada a verlo─. ¿Dónde estabas?

─Y yo te conteste que si entre por la puerta es porque estaba en el jardín, tampoco es que me pueda ir hasta México.

─Viniendo de ti me puedo esperar cualquier cosa ─lo noto aún más enojado de lo normal, pero no creo que solo sea por no encontrarme, creo que está enojado por otra cosa.

─¿Estás bien? Te veo algo molesto ─“algo” se queda corto a como está en realidad.

─Nos vamos de viaje, prepara todo lo que sea necesario, y deja todos los aparatos electrónicos, no los quiero ver ─se acerca a la puerta para abrirla y yo desconcertada salgo de ahí, no entiendo nada de lo que está pasando.

Subo a mi habitación y cuando entro, veo que hay varias muchachas preparando mis maletas, trato de ayudarlas, pero no me dejan así que yo solo entró a tomar una ducha para así despejar mi mente y pensar con claridad.

Cuando salgo ya todo está empacado y dejaron un cambio de ropa afuera, se me hizo raro ese detalle ya que pude tomarlo yo con lo que dejaron en el armario, no le tomo importancia y me pongo lo que hay en la cama que solo es un vestido color blanco y unos tenis blancos, al parecer ya se saben mi estilo.

Después de un rato tocan la puerta y enseguida entra Rohan seguido de dos hombres que toman las maletas y se van.

─Tomaremos un vuelo a México, todo fue de último momento, tengo varios problemas que resolver y evidentemente no puedo dejarte aquí.

Rohan y Agustín se empiezan a despedir del raro y para sorpresa mía, ninguno de los dos se acercó a Adriana.

Y ella, simplemente subió corriendo las escaleras, sin duda, algo malo pasó entre ellos dos, pero no me importa, incluso eso me beneficia.

Lo siguiente que pasa es que nos subimos a la camioneta y después al avión privado del estúpido y pues lo único que hice fue dormir, comer y cagar, lo único importante en mi vida.

……..

Despierto y veo que ya estamos en la camioneta, reconozco mi hermoso México, lo raro es que nos dirigimos al centro. Me despierto completamente al notar algo extraño en esto.

Rohan tiene su casa lejos del centro, no creo que me lleve a un departamento o a comprar ropa en un puesto y la dirección que está tomando, solo nos lleva a un lado.

No digo nada y dejo que los minutos pasen antes de sacar conclusiones. El tráfico a esta hora es terrible, pero al momento de ver que justamente entramos a la calle del lugar que supuse, me pongo nerviosa.

─¡NO! ─gritó alterada y llamó la atención de todos en la camioneta.

─Al parecer ya despertaste ─el estúpido de Rohan dice lo evidente, pero al ver que nos estacionados frente a lo que tanto me temía, empecé a negar rápidamente.

Todos se bajan menos yo, no quiero, y si no quiero no me puede obligar.

Rohan parece darse cuenta de que no he bajado aun, me toma en sus brazos obligándome a bajar.

Entra conmigo aun removiendo y negando, pero al ver a mi alrededor, el color abandona mi rostro.

Todo, absolutamente todo esta arreglado, el jardín está perfectamente decorado en color blando, negro y dorado.

─Bienvenida a tu boda, mi amor.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate