─Hola, perdón por dejarte escuchar eso.
─Tranquila, además yo también pienso que caga dinero, descubrí que donaba dinero a la escuela al igual que a muchos lugares, y además mi madre sabe sobre él y dice que su empresa es una de las más reconocidas, ¿Adivina cual es?.
─No se, ya dime.
─Una de las mejores aerolíneas por no decir la mejor de todo el mundo.
─¿Qué te hace pensar que yo sé sobre aerolíneas? ─noto como Rohan voltea con una cara orgullosa, pues sabe que hablamos de él.
─Pues deberías, te vas a casar con un dueño de la aerolínea.
─Bueno como sea, ¿Qué aerolínea es? Para buscarla.
─Se llama Emirates, simplemente la mejor, yo me di el lujo de viajar en clase ejecutiva y mis respetos a tu futuro esposo.
─Bueno, le diré que eres su fan número dos, yo soy la numero uno perra, pero volviendo al tema que nunca inició. Espero que tengan mi boda lista para cuando lleguemos, y antes de que empieces a quejarte de que todavía que me planeas una boda, te diré qué hubieras pensado antes de traicionarme por andar de metiche, y le dices lo mismo a las chicas y chicos.
─Muy bien mandona, solo porque si somos metiches.
─Muy bien amor mío… ─guardo silencio ya que entra otra llamada con un nombre de mujer y no es por nada, pero me huele a zorra.
Claramente contesto y escucho la voz seductora de una mujer.
─Hola querido, escuche que estás en México, por qué no vienes y nos divertimos un rato.
─Послушай, черт побери, если ты так сильно хочешь увидеть Рохана, приходи на нашу свадьбу и тоже на наш медовый месяц.
Sin decir nada más cuelgo, si era rusa pues que bien y si no pues ni modos, por maldita zorra.
Escucho como Rohan se empieza a reír a carcajadas y no entiendo la razón, ¿Acaso alguien se cayó y no vi?
─¿Qué te hace pensar que no entendí lo que dijiste? ─mierda y más mierda, el ruso es una manera de insultar sin que él se de cuenta, aunque tampoco es que me interese ocultar cuando lo insultó.
─No creo que sepas lo que dije ─me niego a aceptarlo.
─"Mira maldita zorra, si tanto quieres ver a Rohan, ven a nuestra boda y si quieres también a la luna de miel" ─imita mi voz.
─Tonterías, yo nunca dije eso ─realmente dije eso, y no se porque lo niego, no me importa que sepa que insulte a alguien.
─Muy bien, no dijiste eso ─el muy idiota tiene una sonrisa, sabe que se que si dije eso.
Ni siquiera me di cuenta que el auto ya estaba estacionado y solo faltaba que saliéramos del auto, así que una vez me doy cuenta, nos bajamos y él me toma de la mano, no se si por posesivo, aparentar, por cariño o porque se le dio la gana.
Entramos a los enormes pasillos llenos de personas y claramente llamamos la atención, digo, no es normal tener a este par de dioses griegos en un lugar como este, no mentira, es porque en nuestra ropa hay sangre y estamos más felices que nada.
Al verme se asusta, pero después se relaja, aunque eso no quita que se vea confundido al verme ahí.
─¿Pasó algo?
─Ocupo pagar el vestido, pero te recuerdo que soy pobre.
─No eres pobre, sabes que ahora lo mío es tuyo, toma la tarjeta negra que está en el pantalón ─¿Y por qué no me la paso? Pues fácil, porque prácticamente está encuerado ya que se estaba probando el traje.
Tomo su pantalón y saco su billetera donde están exageradamente muchas tarjetas, y como dijo él, tomó la negra y vuelvo a meter su billetera en el bolso del pantalón.
Para mi suerte me encuentro con unas llaves de un auto que quería manejar y no me dejaron, y yo claramente las tome sin que se diera cuenta.
Salgo tratando de ocultar las llaves y una vez logro hacerlo, me dirijo con la vieja esa y le doy la tarjeta negra que ella al verla su cara se sorprende, no sé la razón, pero tampoco me importa.
Una vez pagada la ropa entró a un vestidor y trato de cambiarme pero no puedo, y me sorprendo al ver como Rohan entra al vestidor y sube el cierre que tanto me costaba subir y me ayudaba a poner los tacones que era imposible ponerme por mi panza.
Yo le agradezco y salimos de los vestidores bien perros empoderados, y lo digo porque de verdad nos vemos bien perros empoderados.
Mentira, y estoy muy mal arreglada, no tengo maquillaje ni peinado y Rohan lo sabe ya que una vez salimos de esa tienda con la ropa llena de sangre en las respectivas bolsas, me acompaña a un salón de belleza en donde me arreglan lo más rápido que pueden y realmente fue muy rápido para el resultado.
Y ahora si, caminamos por el centro comercial como perros empoderados que todo lo pueden, unos dioses griegos que bajaron del olimpo para presumir su belleza, discúlpenme pero tengo que presumir que me arregle.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...