Rohan
Lo eche a perder, ella no merecía que yo le hiciera eso, debí comprender que convivir con mi familia era muy importante para ella, pero no fue así, en vez de pasar el tiempo en familia decidí tomar, tomar como muy pocas veces en mi vida lo he hecho, y todo por cobarde.
Si tan solo hubiera hecho algo aquel día, nada de esto estaría pasando y Tamara seria feliz lejos de mi, pero no lo hice, no hice nada y termine lastimando a una persona, y el temor de que pasara de nuevo pudo conmigo y fui cobarde, pero entendí una cosa, no dejaré que vuelva a pasar.
Me acerco a Tamara por segunda vez en el día, la primera no terminó nada bien, terminé lleno de popo y con Tamara aún más enojada, pero esta vez no dejaré que ella se vaya, estoy dispuesto a hablar.
Ella está con mi hermana, madre y cuñada, aun no las saludo y no lo pienso hacer hasta estar bien con Tamara. Aprovecho que Tamara no tiene a los bebés y la cargo en mi hombro, inmediatamente empiezo a sentir golpes por parte de ella, que aunque se vea chiquita e indefensa, realmente sus golpes si duelen.
Me dirijo a la oficina, lugar de donde me dejara hablar aunque no quiera, una vez dentro me encargo de cerrar la puerta con llave, camino con ella y la bajó en un sillón. Tamara rápidamente se levanta y trata de irse, pero al momento de ver que no puede salir, voltea a verme con enojo.
─Abre la maldita puerta ─gritó apuntándome con un dedo.
─Primero hablaremos, si no es ahora nunca podré hacerlo.
─Exacto, nunca en mi vida quiero hablar contigo.
─No entiendo tu molestia por faltar a la foto familiar ─le digo ya harto de su enojo por algo tan insignificante.
Entiendo a la perfección que su entorno familiar fue una mierda, pero es una foto que se puede volver a tomar cualquier día, no es necesario hacerlo con Gamal y mi familia.
─¿Crees que solo fue por la foto? Eres un idiota, esa foto realmente no fue el problema, pase vergüenza con los encargados de tomar esa foto, pase vergüenza con tu familia, incluso con tu secretaria por cuidar de ti a esas horas, pero lo peor que pudo pasarme es que yo estuve ahí a pesar de que estaba enojada contigo, te cure, me encargue de que estuvieras bien y tu estabas pensando en otra mujer.
─Y es por eso que quiero hablar ─se que ella escuchó su nombre salir de mis labios, lo sé ya que soñé con ella, soñé que pasaba de nuevo y desperté gritando su nombre.
─Muy bien, ¿Quién es Cassandra? Además de la dueña de tus sueños claramente ─me cuestiono con un tono ácido y burlón.
─Ella fue mi pareja de hace años.
─Perfecto, búscala, pídele perdón y sean felices juntos.
─Por favor Tamara, deja que cuente todo ─le pido ya que la conozco y si no quiere, no me escuchara.
─¿Por qué no estás con ella si tanto la extrañas?
─Ella se me dejó por voluntad propia y realmente hizo lo correcto, no la culpo ─su atención ahora está completamente en mi.
─¿Qué hiciste? ─pregunta alarmada.
─Nunca la defendí. ─tomo asiento ocultando mi rostro.
Realmente no quiero hablar de este tema, pero debo de hacerlo, si quiero que Tamara me entienda necesita saber la verdad, aunque no sea toda.
─Te escucho ─dice, sentándose para que yo empiece a hablar.
─Cassandra sería mi esposa, un matrimonio arreglado, ella no podía opinar sobre nuestro casamiento, en cambio yo, tenía el poder, tenía la decisión de cuándo y a qué hora casarnos, si la quería como esposa o era capaz de humillarla al rechazarla. Yo estaba en desacuerdo del matrimonio, la iba a rechazar, pero en el momento que la vi, no pude hacerlo, era hermosa. Tome la decisión de que nos conoceríamos y así fue, la conocí y sin duda era la persona ideal ─suspiro al recordar todo de nuevo, realmente esto es difícil─. Yo apenas tenía 18 años, los años ideales para buscar una esposa joven e inocente, como a mi padre le gustan. ─no puedo evitar soltar lo último con disgusto─. Cassandra era un año menor que yo y aun no entendía que en el mundo hay personas crueles y degeneradas que la destruirían, lo que nunca pensé es que sería yo mismo quien la llevara por ese camino. Yo siempre fui el malo de la familia, tomaba decisiones que afectaba a mi familia, era rebelde, nunca me gustaron las costumbres de mi país, simplemente no me gusta lo tradicional. Con ella era feliz, siempre me apoyaba y seguía en mis locuras, nunca tuvimos peleas, siempre estábamos juntos, incluso llegamos a ser una de las mejores parejas de Arabia, pero al no estar casados, creamos rumores que a ella poco a poco la fueron alejando de mi.
Me levanto por un vaso de alcohol ya que si no tomo algo fuerte, no podré continuar, también le sirvo uno a ella, se que para ella es difícil escuchar todo esto. Una vez cada uno tenía su respectivo vaso, tomó un trago que quemó mi garganta y continuó con la historia.
─Como decía, todo iba perfecto hasta que crearon rumores, sobre que nuestro compromiso era falso, que éramos una vergüenza al disfrutar como pareja casada, que yo la engañaba con todo tipo de mujer, pero sin duda lo que más le afectó a ella fue el rumor en el que todos los hombres y mujeres aprovecharon para insultarla y lastimarla, "Cassandra la puta de Arabia" ese título era una tendencia, todos confiaron en esa noticia y fue entonces cuando empezó el martirio de Cassandra.
Flashback
Caminábamos por las calles como ya era costumbre, siempre que podía, pedía permiso a sus padres para poder caminar juntos por las calles o ir a comer, siempre accedían y nunca tuvimos problemas.
Hoy será un día muy especial, le tengo preparado un atardecer y le pediré que ya nos casemos, yo se que ya estamos comprometidos, pero la fecha de nuestra boda no está establecida y es lo que haré hoy, le propondré una fecha y espero que diga que si.
En una de las tantas calles por las que pasamos, cambio de dirección y ella desconcertada me pregunta.
─Amor, ¿A dónde me llevas? ─soltó una risita nerviosa y se abrazó más a mi.
─Te tengo una sorpresa amor, ya veras cuando lleguemos ─le digo tomándola de la mano y empezando a correr.
La dirijo a una pradera en la que siempre está sola a estas horas, siempre vengo con mi hermano cuando estamos aburridos, pero hoy le pedí que no viniera, quería pasar un rato con Cassandra.
Una vez llegamos ella me sonríe al ver el lugar tan tranquilo al que la traje, en una parte que no estaba tan llena de hierba, se encontraba un mantel con unos cojines y un canasto que tiene comida así que nos sentamos.
─Es muy hermoso, realmente relajante, muchas gracias ─nos miramos directamente y yo le sonrió, se supone que haría esto mucho después, pero no puedo evitarlo, ocupó su respuesta para ser el hombre más feliz.
─Cassandra, quería hablar contigo ─le digo nervioso y ella voltea a mi y con una sonrisa toma mis manos y me alienta a continuar─. Bueno, los dos sabemos que estamos comprometidos, este tiempo que hemos pasado sin duda son lo mejor que me ha pasado en años, creo que te amo mucho, no creo, estoy seguro que te amo y estoy dispuesto a pasar toda mi vida junto a ti, quiero que nos casemos en tres meses, ¿qué dices?
Me pongo cada vez más nervioso al ver que no contesta, su cara está pasmada y no se que hacer o qué es lo que dirá, pero al momento en que se lanza a mis brazos tumbandome, se la respuesta y la abrazó más a mi cuerpo.
─¡Si! ¡Mil veces Si! Acepto ser tu esposa en tres meses ─se levanta un poco y nos sonrojamos al ver en qué posición estamos, ella está arriba de mi con sus piernas a cada lado de mi cintura, yo inmediatamente la iba a quitar pero ella detuvo mi movimiento─. Te amo Rohan, te amo tanto.
─Rohan, detente, no conseguirás nada, ella sufrió mucho en tu ausencia, la conozco y esta relación la rompió, ya no será ella después de esto, no lo empeores. ─aunque no me agrade la idea, se que es lo mejor, por lo menos por ahora.
─¿Qué fue lo que hice mal? ─le pregunto a Agustín que está a un lado de mi, después de lo que dijo Cassandra, decidí ir a tomar, por primera vez me estaba emborrachando.
─No lo se, pero es algo que te costó el amor de mi prima ─tomo otro trago ya sin pensar en las consecuencias, ya no importa nada, solo necesito que Cassandra esté aquí.
─La necesito ver ─digo mientras me paro del lugar y salgo decidido a ir a su casa y que me dé una explicación.
─Tranquilízate, mi prima no tiene porque verte así ─intenta detenerme, pero yo no lo permito, la necesito.
No sé en qué momento ni cómo logré llegar a su casa, pero cuando llegue, estaba a nada de tocar la puerta hasta que Agustín me tomó del brazo y me llevó a un lugar donde no nos vieran, yo me empecé a quejar, pero me tapo la boca y entonces alguien salió de la casa de Cassandra.
Era un hombre que se veía ya mayor, no alcanzaba a verlo pero se veía como un hombre de poder, y el temor de que Cassandra se comprometiera de nuevo me golpeo duro, pero no esperaba lo siguiente.
Cassandra salió, ella se veía demacrada, parecía haber llorado y no traía mucha ropa, le empezó a reclamar cosas que no entendía y que al hombre simplemente no le importaban ya que empezó a caminar, pero un reclamo en especial me paralizó por completo.
─¡Ya deje a tu hijo! ¡Ya te encargaste de matar a mi hijo! ¡Gracias a ti me siento como una puta! ¡¿Qué más quieres de mi?!
─Simplemente te quiero lejos de mi hijo pequeña zorra, si te acercas me asegurare de que tu hijo no sea el único que esté muerto, tus padres morirán y tu terminarás en un prostíbulo trabajando como la puta que eres ─se escuchó una carcajada amarga y en ese momento comprendí todo, esa maldita voz, esa maldita voz de él hombre al que considere mi padre, había hecho todo esto.
Fin de flashback
-Esa misma noche Agustín y yo vinimos a México juntos, no nos conocíamos, pero me apoyo tanto, ahora lo considero mi familia, nunca me explico la razón por la que dejó a su familia por estar conmigo, siempre he estado agradecido con él, ese día perdí a un padre pero gane a un hermano, es la razón por la cual no me agrado la idea de que mi padre viniera a conocerte a ti y a nuestros hijos.
Por primera vez me atreví a levantar mi rostro hacia Tamara, y su reacción describe todo tipo de emociones, no se que es lo que está pasando por su mente, pero por la mía está pasando todo tipo de recuerdo que me están matando poco a poco.
─Por favor, perdón por haber hecho todo eso, nunca fue mi intención lastimarte y perderte a ti también me dolerá mucho.
─¿Aún la amas? ─sin duda su pregunta no la esperaba, y debo pensar realmente ¿Aún amo a Cassandra? La respuesta era muy difícil, pero muy clara.
─Cassandra ha sido y siempre será importante en mi vida, me culpo de todo lo que paso, pero a la vez estoy agradecido de que pasara lo que pasara porque si no, nunca te hubiera conocido, Cassandra forma parte de mi pasado y mi amor por ella no morirá nunca, sin embargo, tu estas en mi presente, yo decidí estar contigo en lugar de luchar por ella, yo te amo a ti.
Suspiro rendido, se que la pude haber perdido al contarle sobre Cassandra, o al contrario puede que me comprenda, aunque conociéndola, sé que ya la perdí para siempre.
Contrario a todo lo que pensé, Tamara corre a abrazarme, realmente me tomó por sorpresa que hiciera eso, pero es tan reconfortante y me da esperanza.
─Yo también te amo, fui una estúpida al pensar solo en mi y la estúpida imagen familiar cuando en realidad solo importa lo que pasa, y no sería yo si te dijera que Cassandra es genial y la mejor persona del mundo cuando en realidad es una estúpida y me cae mal, pero no quiero que te molestes conmigo por decir eso aunque sea la verdad ─no puedo evitar sonreír al escucharla, realmente esta chica esta loca y me encanta.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...