Hoy por fin, después de tanto tiempo, es el gran día, hoy por fin de varios meses podré casarme con el hombre que amo, hoy por fin después de casi dos años de conocerlo, seré la señora Khattab.
─¡Es hoy! ¡Hoy me caso perras! ─grito emocionada a todas mis amigas que están ahí paradas con sus vestidos y ramos de damas, con los ojos llenos de lágrimas las ridículas.
─¡Oh por dios! ¡Estas hermosa! ─exclaman las dos al mismo tiempo, a diferencia de que Alejandra hasta salta de felicidad, realmente esta loca y en cambio Ariana, solo esta que llora, pero su negro corazón no la dejara. Las demás aún siguen retocando cualquier error en su maquillaje, peinado o cualquier cosa, pero son interrumpidas por la puerta por la que entra Chris.
─¿Te das cuenta de que estás apunto de cagar tu vida por tercera vez? ¡Ya basta mujer! No pensé que alguien podía hacer tantas estupideces en una vida hasta que llegaste tú ─exclama Chris alterado, pero se que realmente quiere llorar.
─Algún día tu también cometerás la estupidez de enamorarte y llegar al altar, bueno, tu quien sabe, pero por lo menos a un lugar donde te puedan casar. En esas iglesias, no espera, las iglesias no los aceptan, entonces… ─todos se ríen de mí al no darme a entender.
─Ya entendimos, al estar a punto de casarte te vuelve más pendeja de lo normal ─dice Ariana y la miro mal.
─Están vetados de mi boda, adiós ─me volteo al espejo y verme ahí con un vestido blanco de novia, me causó emoción y nostalgia al mismo tiempo.
No puedo creer que esté a nada de casarme con el hombre más maravilloso y mis padres no estén aquí para verlo, pero estoy feliz por haber formado una nueva familia, mis amigos son como una familia que nunca tuve, por eso no dejo que cualquiera entre a mi circulo social, cometí el error una vez y ya no lo quiero repetir.
─Bueno chicas, ya que yo les gane de una manera justa el discurso para los novios, decidí juntar fuerzas con Alejandra para contar la despedida de soltero de los novios ─volteo a verlos rápidamente.
─¡No se atrevan a contar eso! ─miro a Chris y a Ale, que están ahí sonriendo como triunfadores.
─Ya me contaron lo que hiciste, eres una diabla en comparación a Rohan, él se fue a descansar temprano y tú no.
─Simplemente baile y disfrute con las chicas ─digo tratando de sonar tranquila.
Flashback
Caminamos todas en dirección al antro, hace mucho, pero mucho, casi siglos que no piso un antro, extrañaba el olor a alcohol, sudor, sexo y sustancias ilegales que nos ofrece el antro.
─¡Ay dio mio! ─exclamó al entrar y ver que todo es igual, para ser exactos, en este antro conocí a Rohan, decidimos que las dos despedidas de soltero serían aquí, pero él en la zona de ricos y yo en donde realmente se goza.
Nuestro primer destino es la barra sin duda, en un antro se debe iniciar con un buen chupito, nuestra tradición es hacerlo para tener una buena noche así que esta noche no es la excepción.
Nos vamos directamente a la pista de baile, no trajimos bolsos ni nada, después las perderíamos, y si se preguntan, tenemos brazaletes en donde la cuenta se registra y después pague Rohan, es obvio que él iba a pagar, ni que fuéramos ricas para poder pagar todo el alcohol que tomaremos esta noche.
Mis hijos se quedaron con su abuela, la familia de Rohan volvió para la boda, claramente siempre nos comunicamos para cualquier cosa, sobre todo con Zahira, ella si podía me llamaba todos los días.
Si estoy preocupada por mis bebés, de hecho yo no quería venir para no dejarlos, me aterraba la idea de pasar una noche sola sin ellos ya que apenas tienen un año y dos meses, no me creo para nada que ya crecieran tanto desde la última vez.
Hace un año, Rohan fue sincero conmigo, me contó sobre Cassandra, que para ser sinceros, me pareció algo traumático para la chica, ser tratada como puta no es nada aquí en México, pero en su país conociendo sus tradiciones debe ser lo peor.
Un tema no quiero tocar es lo que hizo el padre de Rohan a Cassandra, fue lo peor que alguien puede hacer y de solo pensar que me pudo haber pasado a mi es aterrador, nunca hubiera imaginado que el señor Camello sería una persona tan desagradable.
Pero para qué amargarme la noche con esos temas, es mejor disfrutar y ser feliz, hoy no cojo pero si tomo.
Y como dije, empiezo a tomar y tomar mucho alcohol que si me viera Rohan, quedaría en vergüenza al ver que yo tomo más que él, bueno no, estoy segura que él si sabe tomar. Se sabe controlar cuando está borracho, en cambio yo, soy capaz de firmar un contrato en el que un magnate me hace su prisionera, lo digo por experiencia.
─¡Señoras y señores! ¡Hoy tendremos una presentación única y exclusiva! ¡El ultimo putibaile de la novia! ─todos aplauden esperando con ansias lo que pasara, ya que es una presentación que nunca había ofrecido este antro.
Yo empiezo a hacer un recorrido sensual por toda la tarima donde bailan las chicas que trabajan aquí, y aunque ellas tengan rutinas y sean expertas, yo no lo estoy haciendo nada mal, o eso es lo que mi cerebro borracho dice.
Se escucha la canción de Feeling Good la versión de Michael Bublé de fondo, una que yo escogí ya que me se una coreografía de tubo y sensual, no pregunten la razón por la cual me la se, solo diré que fue exclusivamente para mi superior y ahora la comparto a todos los extraños que están aquí.
Poco a poco me acerco al tubo y hago movimientos sensuales en el, encargándome de mover mis caderas y hacer movimientos fuertes y marcados para que todos alcancen a ver desde lo lejos, en una parte en específico empiezo a subir al tubo, enredarme y dando giros, hace mucho que no hacía esto pero en realidad es fácil.
Cuando estoy en la cima me encargo de dar los giros correctos y provocadores que a la vez son espectaculares para ir descendiendo poco a poco, y empezar a caminar por las orillas provocando a todo aquel que se encuentra cerca de mi para por fin terminar con la canción.
─¡Pero que espectáculo tan majestuoso nos acaba de dar la novia! ¡Todos alabemos a la novia!
Los aplausos no paraban de llegar, hombres chiflando, aplaudiendo y alabando mi baile, yo realmente no hice nada que empezar a bajar, pero entonces siento una mano de más en mi cuerpo, y yo me detengo en seco y volteo, veo que fue un hombre que no se ve para nada mal, de hecho es un hombre tan atractivo que si no estuviera a dos días de casarme, ahora mismo estaría en sus brazos.
─¿¡Qué te pasa idiota!? ¡Acaso eres retrasado mental y no escuchaste que soy una novia a punto de casarse! ─grito y estoy casi segura que incluso la música se detuvo y todo el mundo me escucho.
─Si tanto respeto tienes a tu esposo, debiste evitar hacer ese baile de puta ─dice otro hombre que al parecer es como su chango personal.
─¿Sabes?, Me da tanta pena que te cases con un hombre al cual no conoces realmente. Tú no sabes todos sus lados oscuros, ni sus secretos más íntimos.
─Ni me interesa ser parte del elenco de Cincuenta sombras ─respondo, quitándole importancia a sus palabras estúpidas.
Y para mi mala suerte, se sienta como si fuera bienvenida, señal de que no se largara de aquí tan rápido, por lo que decido continuar hablando.
─Me estoy casando con Rohan no porque lo se todo de él, si no para descubrir todo de él, compartir toda una vida, disfrutar de estar a su lado y superar todas las peleas y discusiones que tengamos. El matrimonio con Rohan será toda una experiencia que durará para siempre y estoy dispuesta a vivirla.
Escucho una carcajada de su parte, levantándose de la silla y caminando hasta llegar a mi lado con una caja que curiosamente había visto antes.
─¿Qué te parece si empiezas a descubrir cosas de tu futuro esposo? ─me entrego la caja─. Aquí están todas la pruebas de cómo tu querido futuro esposo es un loco posesivo que se encargó de controlar tu vida desde que supo de ti.
─¿Sabes que? No me importa, no tengo tiempo para escuchar tus pláticas sobre Rohan ─tomo mi ramo y me dirijo a la puerta─. Te puedes quedar en la boda, solo no estes jodiendo más.
─Si no me crees esto, mucho menos me creerás que te engañó conmigo hace un par de días.
─Estás en lo correcto, así que deja de inventar cosas tan absurdas ─respondo, irritada de escucharla─. No puedo creer que tu fueras mi amiga hace años.
Salgo de esa habitación y aunque demostré que no tenía dudas sobre Rohan, la verdad es que si las tengo, hace dos días fue nuestra despedida de soltero y desde entonces se ha portado extraño.
No quiero dudar de él, pero si realmente paso, no se que haría, claramente sería el fin de mi mundo, yo nunca soportaría una infidelidad de este grado, nunca he tenido una pareja por lo mismo, nunca me gusto el compromiso por temor a ser engañada como mi padre lo hizo con mi madre.
Suelto el aire en un intento de relajarme, debo dejar de pensar en eso, estoy a nada de casarme y pensar estas cosas solo me afecta.
Me detengo cuando llego a mi posición para iniciar la misa.
«Solo es una boda, no pasara nada malo»
Me repito una y otra vez, ante esa inseguridad que creció en mí al escuchar a Adriana.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...