Narra Tamara
No, esto no puede estar pasando, esto no es verdad, no no, esto es una pesadilla, por favor que alguien me despierte, por favor Rohan, dime que esto no es verdad.
─¡Dímelo! ─le grito, le exijo una respuesta al hombre que camina hacia la salida como si nada hubiera pasado ─. ¡Dime que esto no es verdad! ¡Dime que es una pesadilla! ¡Por favor Rohan! ¡Dime que me amas! ¡Dímelo! ¡Dímelo!
Grito como loca, porque realmente me estoy volviendo loca, esto no puede estar pasando, no puede, no puedo permitirlo, no es verdad, me rehusó a aceptarlo.
Empiezo a bajar, empiezo a caminar hacia Rohan, camino tras él, necesito explicaciones, razones, necesito la verdad.
─Tamara, espera, déjalo y quédate aquí ─me dicen intentando detenerme, pero la verdad no hago caso, no los escucho y voy detrás de él, lo necesito, necesito y merezco una explicación.
Siento que me detienen nuevamente, pero me suelto y sigo tras Rohan que ya ha salido de la iglesia, no lo puedo perder de vista, no puedo dejar que tome un auto y se vaya, no lo dejaré ser un maldito cobarde.
-─Te lo dije, Rohan te engaño y su noble corazón no lo soporto ─me detengo al escuchar a Adriana, esto debe de ser una maldita broma─. Te lo advertí, te dije que el te engaño, te dije que él controlaba tu vida, y ahora que estaba a punto de lograr su objetivo, se sintió presionado y terminó negándolo.
─Estás mintiendo, no creeré nada de lo que tu tengas que decir maldita estúpida.
─Creerle, todo lo que dijo es verdad ─la voz que dijo eso fue Rohan, y que confirme la estupidez de Adrina, ocasiona que me vuelva a sentir como mierda.
─¡Por favor dime que es mentira! ─le suplico, le imploro que me diga eso aunque no sea verdad.
─No te puedo mentir, no puedo hacerlo ─ya no se que pensar, mi corazón me duele, siento mucha presión en el, tengo millones de nudos atorado en la garganta, mis lágrimas están a nada de salir mil por hora, y él, no ayuda nada, no me ayuda a detener este dolor.
─¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? ─lo miro, esperando a que me diga que es una mentira, que todo es broma y que podemos casarnos, pero en su lugar, recibo una estaca en el corazón para matarlo.
─Me acosté con ella en nuestra despedida de soltero, no se como, pero al día siguiente desperté a su lado desnudo ─me siento descontrolada, me siento engañada, me vieron la cara, y lo peor es que no me lo pudo decir antes.
─¡Soy una estúpida! ¡Confié en ti y tu me dices esto! ¡Por favor, dime que es falso, que es mentira! ─me acerco a él y lo tomó de las manos.
Su mirada confundida lo dice todo, ni él supo cómo sucedió todo, pero pasó. Un impulso mio le da una cachetada que él recibe sin decir nada.
─Nunca en mi vida estuve tan seguro y feliz de mis sentimientos hasta que te conocí, eres tan perfecta, pero no puedo, no puedo dejar que seas infeliz a mi lado, realmente te pido una disculpa.
Yo no soporto más y lo empiezo a golpear, le doy manotazos por todos lados, me encargo de descargar mi furia sobre él.
─¡Maldito idiota! ¿¡Por qué me haces esto!? ─grito, me descargó contra él, si no lo hago ahora, no podré hacerlo después, seré tan miserable que al volverlo a ver, llorare frente a él nuevamente.
Una camioneta negra que se que es de él, se detiene del otro lado de la calle, y poco a poco me deja, me deja ahí, me deja tirada en el suelo, me deja como la estúpida que soy.
Antes de que termine de cruzar la calle, me levanto y corro detrás de él nuevamente, lo necesito, realmente lo necesito a mi lado.
─Rohan, no te vayas ─le pido, llamando su atención, sin embargo sigue su camino─. ¡Dime que me amas! ¡Dime que me amas aunque sea mentira!¡Te necesito!
Rohan se voltea en mi dirección y da unos pasos hacia mi, yo me encuentro al inicio de la carretera y el volvió a estar en medio. Y nuevamente, lo veo a los ojos, notando arrepentimiento en ellos, noto dolor y culpa, entonces comprendo que no me mintió y realmente pasó algo entre ellos dos.
Yo derrotada caí en el suelo y mis lagrimas no tardaron en llegar, lo único que pasa por mi mente es la pregunta ¿Por qué? Y creo que ni siquiera Rohan tiene la respuesta.
Mi mente estaba tan paranoica en ese momento, que no podía alejar todos los recuerdos amargos que acaba de vivir, no podía aceptarlo, estaba segura de que esto era una mala broma y esperaba impaciente a que Rohan volviera a mi lado, abrazándome y diciéndome “es una broma, mi amor”, pero no estaba sucediendo.
Mi vista no se aparta de su rostro, el cual está herido y lleno de sangre, el desespero de verlo en ese estado, me hace moverlo para que reaccione, lo muevo gritando su nombre, para que me escuche y no me deje.
Poco a poco las personas se empiezan a juntar, no sé quienes son, pero necesito ayuda, necesito ayuda para despertarlo.
─Rohan, amor, despierta ─suplico─. Por favor, despierta ─acaricio su rostro lleno de sangre─. No es hora de dormir, por favor, hoy hace un hermoso día, hoy es un hermoso día para nuestra boda amor ─mencionó, tomando su mano y besándola con una sonrisa.
Necesito que sepa que estoy bien, ocupo que se levante, me abrace y cargue a su princesa mientras yo cargo a mi guerrero para irnos juntos en busca de una vida feliz.
─Nuestros hijos nos están esperando, Miriam y Nahel no esperan amor, se supone que hoy era nuestro día, por favor despierta.
Alguien trata de quitarme del cuerpo de Rohan, pero no lo permito, no dejaré que me alejen de Rohan, no estaré lejos de mi esposo.
─¡Déjenme! Rohan, mi amor, por favor despierta, mi amor, ¿por qué te duermes?, No es momento de hacer eso, amor ─sigo moviendo su cuerpo, esperando alguna reacción de su parte, pero él no despierta, simplemente está ahí lleno de sangre, sangre que ahora es parte de mi vestido.
─Por favor señorita, nos llevaremos al señor, le pido que se aleje.
─No, ¿a dónde lo llevan? ─grito, exaltada, al ver que intenta alejarme de él─. No se lo pueden llevar, hoy es nuestra boda, debe estar presente en nuestra boda.
Vuelvo a mi tarea de intentar despertarlo, ignorando las súplicas, peticiones y exigencias de los demás, pero entonces, el pinchazo en mi brazo me altera, dejándome débil en cada movimiento brusco que hago por defenderme.
Y entonces, la oscuridad llegó a mi vista, pues el rostro ensangrentado de Rohan fue sustituido por la oscuridad, dejándome caer al lado de él, totalmente inconsciente.
─Rohan… ─susurre, buscando su mano fría que me dejó tranquila al saber que seguía a mi lado.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Prisionera De Un Magnate
Me gustó mucho la historia, un poco diferente a las demás. Pero me hubiera gustado poder leer un poquito más, darle unas letras a la felicidad de descubrir que ya recuerda...