PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 61

-¿crees que querrá arreglar las cosas conmigo?- le pregunto a Gabriela.

-no lo sé, necesito hablar primero con él para saber en qué plan está- me dice nerviosa.

-estoy muy tensa, apenas he pegado ojo en toda la noche… es la primera vez que peleamos en dos años y me siento muy mal- le digo, apunto de llorar.

Me he pasado toda la noche lamentándome, he llorado hasta quedarme sin lágrimas y no he dormido nada, solo daba vueltas y más vueltas, cuando vi los primeros rayos de sol entrar por la ventana deseé que todo fuera un sueño y que nunca haya pasado pero al mirar donde estoy me di cuenta de que era real, Carlos no estaba a mi lado como todas las noches y no estaba en su habitación si no en la que era mía la primera noche de venir a esta casa, un nudo se formó en mi garganta y las ganas de llorar de nuevo vinieron a mí pero aguante.

Fui al baño y me di metí en la bañera para relajarme, necesitaba destensar los músculos, me tire como una hora metida hasta que mis dedos parecían pasas de lo arrugados que estaban, luego salí y baje a desayunar, no tenía apetito, pero debía alimentarme de sangre al menos, podía pasar días sin comer pero no sin sangre, en la cocina me encontré a Gabriela y ahí es donde estamos ahora mismo conversando.

Narra Danira

-buenos días- digo entrando en la cocina, he dormido toda la noche sola, Damián no ha aparecido en toda la noche, debe haberse quedado en su estudio, últimamente pasa las noches allí.

-buenos días señora- dice Lucio sonriente.

-¿dónde están los niños?- le pregunto.

-el señorito Evans está en el jardín y el señorito Jhon debe estar en su habitación- contesta el.

-vale, gracias- le digo y salgo de la cocina.

Voy a hablar con mi hijo, quiero saber si sabe algo de Rose, temo que Carlos se haya enfadado con ella o algo, toco dos veces la puerta de mi hijo y un adelante se oye desde dentro.

-Hola mama- dice sonriendo, amo cuando sonríe se ve tan bello mi niño, aunque ya no lo es pero para mí siempre será mi bebe.

-hijo, quiero hablar contigo- le digo sentándome en su cama.

-tú dirás- dice agarrando mi mano.

-quisiera saber si tú sabes algo de tu tía, ya sabes por la pelea de ayer- le digo.

-ah, pues no sé, yo me fui con Gabriela y luego la lleve a su casa pero no sé nada de la tía-

-bueno, ya averiguaré con ella- me levanto de la cama.

-¿pasa algo grave mama?- me dice.

-no cariño, no te preocupes…una cosilla, ¿Qué te traes con esa muchacha?- le pregunto y me mira sorprendido, veo que no se esperaba esa pregunta.

-bueno… ella es… mi novia mama, y estoy muy feliz pero decirle a papa, ya sabes que su carácter es fuerte- asiento con la cabeza, la verdad sí, en estos años se ha vuelto más serio y eso me preocupa.

-me alegro por ti cariño, cuídala y por tu padre… tarde o temprano se lo tendrás que decir, es mejor no ocultarle nada amor- le doy un beso en la mejilla y salgo de su habitación.

Voy al despacho de mi marido para hablar con él, entro sin llamar y lo veo con la cabeza en el escritorio durmiendo, suspiro y le acaricio el pelo, él lo nota y abre despacio esos hermosos ojos que tiene.

-buenos días amor, deberías ir a dormir a nuestra habitación, no es bueno dormir en esa posición – le digo acariciando su piel.

Él se restriega sus ojos y se estira.

-sé lo que quieres decirme y no me vas a convencer así que ahórratelo- le digo sentándome en uno de los bancos.

-papa, sé que ella hizo mal pero está arrepentida, porque no la perdonas, está sufriendo- me dice.

-¿crees que yo no?, porque te pones de su parte y no de la mía, se supone que soy tu padre, yo también lo estoy pasando mal Gabi, ella me ha hecho daño y no puedo perdonarla, necesito tiempo- le digo, ella suspira.

-mira, yo lo he intentado, creo que deberíais hablar las cosas entre vosotros, por favor papa piénsalo bien- me dice y se levanta.

-ah, se me olvidaba decirte algo, estoy saliendo con alguien- me dice y se marcha corriendo.

Parpadeo varias veces porque creo que he oído mal, esta niña que se piensa, iré a hablar con ella inmediatamente, entro a la casa y no veo a Gabi por ningún lado, solo está Rose, debo hablar con ella.

-si buscas a Gabriela acaba de irse- me dice sin ganas, no veo ese brillo que solía tener en sus ojos, ahora están apagados.

-quiero hablar contigo- le digo y ella me mira.

-Rose… necesito tiempo para aclarar mis ideas… espero que me comprendas- le digo y veo como sus ojos se ponen brillosos por las lágrimas que está reteniendo.

-yo te amo pero me has hecho daño y quiero pensar bien las cosas- ella asiente con la cabeza y sus lágrimas salen pero las limpia rápido.

-está… bien, decirte que siento mucho si te he dañado pero no quiero que pienses que me gusto ese beso porque no fue así, yo… te amo y te amaré por siempre… será mejor que me vaya para que aclares tus ideas - me dice, y noto como el corazón se me parte al verla así.

Se levanta y sube las escaleras, me quedo solo en el salón, no sé a qué llevará esto y espero no estar equivocándome.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)