Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 103

No sé cuánto tiempo paso realmente, nos quedamos dormidas, en eso escuchamos como abrían el camión.

—Despierta Alicia, al parecer hemos llegado a nuestro destino.

Al abrir la puerta me encuentro al mismo hombre que me cogió por primera vez estando en la corporación.

—Hola Lucy.

—Hola guapo, que gusto en verte.

—Vamos salgan, deben de estar agotadas por el viaje.

Al salir del camión estábamos en una casa, se veía bastante hermosa.

—Aqui estarán por hoy, alguien está empacando sus cosas y se las traerán ¿Algo en especial que desees?

—Hay una maleta en mi armario, esta en un doble fondo.

—Ya tenemos esa maleta, está llena de dinero.

—Según yo la tenía bien escondida.

—A mis hombres no se le pasa nada, te explicaré la situación, tuvimos que sacarte de esa manera, porque vimos un fuerte operativo, sabíamos que no estabas segura y más cuando pusiste a uno de nuestros hombres al descubierto.

—Lo siento, no fue mi intención.

—Lo otro es que vi este anuncio.

Me mostró su teléfono y era yo, me estaban poniendo como próximamente y luego ví una foto de Alicia.

—Fue enserio todo lo que me dijeron entonces, que Juan me quería en la corporación.

—Muy enserio, yo te estoy ayudando porque se hacer las cosas y no me detectarán fácilmente, pero aquí no puedes confiar en cualquiera.

—Gracias por todo.

—Gracias a ti y las demás chicas es que pude ver a mi cuarto nieto, se los debo, pero las demás chicas aun están en la corporación y así no puedo hacer nada, ahora, hoy descansarán aquí, pero mañana viajarán a un sitio que se te hará familiar.

Cuando me dijo eso, solo supuse que sería la casa en el desierto.

—Es la casa donde nos llevaste.

—Tienes buena memoria, si es esa, sus cosas irán para allá, estarán con una enfermera 24/7 lastimosamente tu bebé tendrá que nacer ahí, tus planes creo que no podrás ejecutarlo.

—Creo que eso es lo de menos, con tal de no regresar.

—Ahora con respecto a tu viajé, no se con cuánto dinero cuentas, pero te ayudaré un poco, una vez que ya estén seguras quedarán por su cuenta.

— ¿Puedo pedirte algo?

—Dime

—Necesito pagarle a mi empleada, pero necesito darle unas instrucciones.

—Dejame ver cómo te comunicas con ellas, mientras disfruten la casa, aquí estarán seguras, subiendo las escaleras a mano derecha al fondo está su habitación, les he comprado algo de ropa, espero les quede.

Alicia vio que estaba más tranquila, sin que yo le dijera algo, se tiró hacia él y le dió un beso en la boca.

—Talvez la señorita Lucy no pueda agradecerle a como se debe, pero yo si puedo.

—Alicia disculpa, eres muy bonita y todo, pero mi vida sexual no e como antes, esto ya no funciona bien, si lo hago funcionar esto (Se toca el pecho en el lado del corazón) me pasará la factura, agradezco tu gesto.

Alicia se puso un poco triste, pero entendió lo que el porque.

—La última mujer con quién estuve fue con Ella y creeme fue fabuloso.

—Gracias a ti fue que me volví select, sino hubiera Sido por ese pago, mi vida hubiera continuado a como iba.

—Bueno, me gustaría seguir conversando, pero tengo que irme, mañana vendrá el piloto y las llevará.

El se marchó.

—Una casa en el desierto, que lugar para terminar su embarazo.

—No es como te la imaginas, es una casa en el medio de la nada, pero lo verdadero está bajo tierra, tiene todas las comodidades, no creas que sufrirás de calor y por si lo estás pensando, no lo veas como una prisión, eso hubiera sido si nos agarraban.

—No estaba pensando en eso, al momento el se ha mostrado bien dispuesto.

Alicia estaba a punto de encender su celular, pero la detuve a tiempo.

—No hagas eso, pueden estar rastreando nuestros números, por eso es que nos pidieron que lo apaguemos, es más no me importa.

Vengo y lo tiró contra la pared, algunos guardias se acercaron pensando que sucedía algo.

—Tranquilos, solo estaba quitándome algo de encima.

Alicia lo pensó un momento, pero luego hizo lo mismo, fuimos a la habitación, había solo ropa interior y unas batas.

—Al menos pensó en la higiene y tiene buen gusto — dijo Alicia.

En eso nos golpean la puerta.

—Disculpe tengo instrucciones de lavar su ropa, si gusta se cambian para llevarla.

Si pensarla mucho me empecé a desvestir, la chica abrió la puerta para salir.

— ¿Por qué abres la puerta? Nos pueden ver de afuera.

—Es para darle privacidad.

— ¿Acaso no tienes lo mismo que yo?

Me encontraba solo con mi calzon puesto.

—Tienes buen pecho y un buen culo, me extraña que seas solo una sirvienta.

—El señor es muy generoso conmigo, estoy aquí mientras logra conseguir un mejor trabajo para mí, me rescató de las drogas.

—Es una buena persona, pero mientras yo esté aquí, tú no tienes porque salir si yo me desnudo.

Alicia ya estaba desnuda, se me acercó u empezó a bajarme el calzon y antes de levantarse me quería dar un beso en mi coño, pero la Vi que se detuvo.

— ¿Que pasa Alicia?

—Estas un poco mojada.

Puse mis manos ahí y sentí la humedad que ella decía.

— ¿Esta la enfermera aquí? — le pregunté a la sirvienta.

—Si, está aquí, ella viajaría con usted.

—Llámala, que venga rápido.

Alicia me llevo a la cama y me acostó, ella se puso la ropa junto con la bata, a los pocos minutos llegó la enfermera, me reviso.

—Aun no ha roto la fuente, fue algo espontáneo, pero creo que no podrá viajar, sería muy imprudente, hablaré con el jefe, ahora debido a que no tengo tu historia clínica necesito saber si sería parto natural o cesárea.

—Mi ginecóloga me dijo que sería natural, todo estaba en orden, de hecho aquí ando el último ultrasonido, me lo hice hoy.

Ella lo reviso y vio que todo estaba bien.

—De acuerdo, tendrás que quedarte en cama, nada de levantarte más que solo ir al baño.

Ella salió.

—Creo que al final no iremos al desierto — le dije a Alicia.

—Eso es lo de menos, a tiempo me he dado cuenta, lo importante ahorita es el bebé.

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