Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 105

Cuando desperté es porque empecé a sentir dolores, al moverme me doy cuenta que estoy mojada, pegó un grito, no pasó mucho tiempo para que Alicia entrara.

— ¿Que sucede señorita Lucy?

Ella mira la cama y luego mira mi gesto de dolor.

—Buscare a la enfermera.

Me dejó nuevamente sola, el dolor que sentía jamás lo había sentido, a los minutos entro la enfermera, me abre las piernas.

—Ya ha roto fuente, pronto empezará a salir el bebé, traeré la camilla será más cómoda para ambas.

La televisión aún seguía encendida, en eso veo un reportaje especial, me habían declarado por secuestrada.

—Mira eso Alicia, aquí no reportan los secuestros, pero a mí sí me han reportado así.

Según las noticias yo me encuentro en un estado avanzado de embarazo, cualquier información podían llamar a un número y ofrecían una gran recompensa, en eso entra la enfermera y dos guardias con la camilla, ven la televisión y escuchan la noticia, en eso uno la apaga, ambos me pasan a la camilla y mueven la cama, luego se retiran.

— ¿Puedo preguntarle algo? — dijo la enfermera.

—Dime.

— ¿Usted está aquí contra su voluntad?

Solo volteó hacia Alicia.

—Si crees que mi vida está en riesgo, si lo estoy pero no por estar aquí, corro más riesgo si me llegan a encontrar, aquí me están protegiendo realmente.

—Esta bien, no tenga cuidado, no diré nada.

—De acuerdo.

Los dolores cada vez eran más seguido, ya quiero que esto termine, llevó algunas horas y el bebé aún no sale.

—Puedo ponerle un suero, esto apresurará el proceso del parto, no afectará al bebé con respecto a la salud, pero así como apresura al bebé, también aumentarán los dolores.

—Prefiero eso a pasar con dolores un mayor tiempo.

Dicho eso, ella sacó el suero y me lo puso, al inicio no sentí nada raro, los dolores aún seguían, pero no aumentaba, ya cuando llevaba la mitad empecé a sentir un inmenso dolor, pegue un grito que creo se escuchó en toda la casa, en la habitación solo estaba la enfermera y Alicia, nadie más podía entrar al menos que una de ellas dijera lo contrario, la enfermera me reviso.

—Necesito que empiece a pujar, ya pronto acabará ésto.

Empecé a pujar, sentía como me abría, a medida que lo hacía el dolor aumentaba.

—Ya se puede ver, siga pujando, con todas sus fuerzas.

Sentía que no tenía fuerza, pero no sé de dónde me salieron porque yo continúe pujando.

—Ya ha salido la cabeza, falta poco.

Yo me quería detener, pero ya quería ver a mi bebé, volví a pujar y sentí como salía, la enfermera la llevo a una mesa que había preparado, no escuchaba su llanto, me estaba comenzando a preocupar, veía que ella le succionaba su nariz y le presionaba un poco el pecho hasta que al fin se escuchó su llanto.

—Quiero verla.

Ella la limpio, la envolvió y luego me la dió.

—Diga.

—Si algo me llega a pasar, quiero que te hagas responsable de la bebé.

—No diga eso señorita Lucy, nada malo le pasará.

—Quiero que me lo prometas, eres la única persona en quien puedo depositar toda mi confianza.

Alicia solo me quedo viendo y luego tomo mi mano.

—No se preocupe, no dejaré a su niña sola, ustedes son lo más cercano que yo tengo a una familia.

La cuna ya estaba lista, pero antes que Alicia la pudiera pasar se despertó y lo primero que hizo fue buscar el pecho.

—Tiene hambre, mírela como busca su pecho — dijo Alicia.

—Aun no me acostumbro, no es lo mismo que un hombre se te pegue, ella viene y me succiona, a veces sale el chorro fácilmente y ella solo traga, pero otras veces tiene que succionar.

—Cuenta mi madre que yo llegue hasta los tres años y aún buscaba el pecho.

—Yo no recuerdo hasta que edad, pero creo que a mí me dieron fórmula, mi madre nunca hablaba de la lactancia.

—Cada madre es distinta, usted no tiene que seguir los ejemplos de ella.

Al estar así con mi bebé solo quisiera que mi padre pudiera verla, pero lo he perdido muy atrás, ya no tengo familia más que mi bebé y Alicia.

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