Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 111

Cuando las chicas regresaron estaban más tranquilas, yo cumplí mi promesa y no activé los consoladores hasta después de comer, yo me levanté de la mesa, fui a lavar mi plata y me senté frente a la televisión, las chicas estaban algo tensas.

—Oigan, tranquilas, no se pongan así.

—Usted lo dice porque en cualquier momento puede activar el consolador, a nosotras nos agarra movida hasta que nos hace retorcer — dijo Stefany.

—No es que sintamos feo, pero esa sensación espontánea es lo que avece....

Su conversación fue interrumpida, activé los consoladores para que se callarán.

—Ustedes son las que iniciaron esto, ahora tienen que aguantar y si se ponen a como lo hicieron ahorita será peor.

Puse los consoladores a máxima velocidad y ellas se retorcían, no tenían dónde agarrarse fácilmente, después de un momento los detuve.

— ¿Me han entendido?

—Yo si entendí señorita Lucy — dijo Stefany.

—Entender que cosa — dijo Alicia.

—No soy tonta si te haces la desatendida no creas que los activare.

Me levanté y fui hacia la bebé que comenzó a llorar, en eso empecé a encender de forma intermitente los consoladores, hasta que pensé fue suficiente, ningún llegó a la habitación, me extraño eso, pensé que llegaría a quejarse, pero después de atender a la bebé y dormirla salí y me encontré a las chicas haciendo un 69, los consoladores que les había puesto estaban a un lado.

—Ustedes no pueden pasar un día sin pensar en tener sexo.

—Que usted no pueda disfrutar ahorita, no significa que nosotras debamos de abstenernos, además mire como hha dejado nuestros calzones.

Me acerque y Vi que estaban mojados.

—Ya no aguantamos así que fuimos a traer varios amiguitos.

En una mesa habían pene de varios tamaños, ordenado por tamaño.

—Realmente la estábamos esperando, usted será la jueza en este concurso.

Cada una tomo el primer consolador, probablemente medía 8 cm, era más un juguete para principiantes, ambas se lo introdujeron sin problema, luego el siguiente 12 cm, nuevamente entraron sin problema, ellas están acostumbradas a tamaño más grande, pero tenían que ir preparando el terreno.

—No crean que probaran el de 14 o 16 delgado, vayamos de un solo al de 18 delgado y luego grueso — dije.

—Queriamos hacerlo más entretenido, pero usted es la que manda aquí.

Se sacaron los consoladores y tomaron el de 18 cm, Stefany no tuvo tanto problema, pero aún le faltaba meter un cm, en cambio Alicia le faltaba 3 cm.

—Vamos Alicia, a ti yo te enseñe técnicas para que ese tamaño no te diera tanto problema, no me hagas quedar mal.

—Oiga no solamente la animé a ella, yo también soy su trabajadora.

Stefany logro meterse todo, vine y lo encendí, cuando volteo hacia Alicia ya lo tenía todo adentro, igual lo encendí, ambas tenían los ojos cerrados, disfrutaban el momento.

—Es suficiente ahora pasen al grueso.

Las chicas no querían obedecer así que tuve que ser más fuerte y les quite los consoladores.

—No se vale, ya estaba a punto de llegar — dijo Alicia.

—Yo también casi lo alcanzaba.

Tomé un consolador de 18 grueso y se los di.

—La primera que alcance un orgasmo con este ganará esta ronda, después de esto vamos a 21, así que sean rápidas.

Ambas empezaron a meterse esos juguetes, fueron avanzando poco a poco, nuevamente Stefany llevaba ventaja sobre Alicia, pero ella no se dejaba entrar y de un momento a otro se lo metió de golpe.

— ¿Te has lastimado?

—No, lo estoy disfrutando realmente.

—Te has quedado atrás Stefany.

—Creo que ya no podré aguantar más, me estoy poniendo sensible.

Ella sacó el consolador y vimos pequeñas manchas de sangre.

— ¿Cuando te tenía que llegar?

—Tres días atrás, raras veces se me descontrola.

—Pues tendremos que dejarlo aquí, probablemente te bajará pronto.

Ella se levantó y se fué al baño, en si me llamo al baño, no llevo ropa interior.

—Me ha bajado justamente hoy — dijo Stefany.

Alicia continuaba entretenida con los 21 cm dentro de ella, hasta que se corrió nuevamente.

—Debido a qué Stefany no puede. continuar dejaremos esto pendiente — dijo Alicia

—Me parece bien — dije.

Ahora que haré, no se porque me dilata demasiado.

—Ven Stefany, ahora sufrirás conmigo, eso les pasa por comer pan delante de ellos hambriento.

Realmente no teníamos muchas cosas que hacer, por eso es que este tiempo nuestra sexualidad fue el tema de cada día.

— ¿Cuánto ha sido lo más grande que se han metido? — pregunta Alicia.

—No lo se, no los he medido, también se mes olvida preguntarle.

—Pero deben de tener una idea de cuánto tienen adentro.

—Yo diría que unos 18 cm y grueso, por eso me extraño que no me entrara esté — dijo Stefany

—Haber Stefany ¿Cuántos hombres has tenido?

—Talvez unos 28

—Ni yo como puta me he cogido a tanto, creo que ando por 21.

—Yo pensé también que llevaba más hombres, pero 21 es muy poco, yo llevo 19.

—Si y cuatro de ellos yo se los escogí.

—Pero no porque yo quisiera, ella solo me dijo les haré perder la virginidad y nos consiguió a unos hombres, si estaban buenos, pero no fue lo que yo imaginaba.

—Te diré la verdad Stefany, ella en ese momento era muy tímida, yo simplemente le ofrecí mi ayuda y ella acepto, después de que la desvirgaron en privado, se unió a una orgía, dime si eso es no tener suerte.

Estefany solo de quedó pensando, por un momento había olvidado dónde estaba.

— ¿Que sucede Stefany?

—Yo fui violada en reiteradas ocasiones por un primo, el solo me agarraba y yo tenía que ceder, de lo contrario me dolería demasiado.

—No sabíamos eso Stefany, realmente yo también fui violada, de hecho a mí me desvirgaron y violaron, imagínate todo lo que sentí, tanto en dolor físico como el dolor interno.

—Pero veo que eso no te afectó tanto.

—Mi padre se dió cuenta y de tan mal matado que estaba ese chavalo, se quedó estéril y parte del rostro desfigurado.

—Al menos a ti te han defendido, mi propia madre me vendió, eso será algo que jamás olvidaré

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante