Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 112

El tiempo fue pasando, no veíamos esperanza de salir pronto de ese lugar hasta que recibimos una llamada.

—Hola Lucy, tienen 30 minutos para hacer sus maletas, hoy saldrán de viajé.

—Pero ¿Por qué tan repentino?

—Lo siento, pero la explicaciones serán después, hagan sus cosas, lleven lo necesario, dejen lo innecesario, si por mí fuera dejan todo menos tu maleta especial, pero como se que necesitan ropa entonces ni modo.

—Papito que hay de los juguetes, se miraban fuera de uso por mucho tiempo.

—Es que ustedes fueron las últimas, pero no sé lleven todos, solo tomen los pequeños, pero apúrense.

Corte la llamada.

—Chicas, tenemos 20 minutos para hacer maletas, lleven solo lo necesario y cojan 3 consoladores cada una, lo demás se quedan.

Sabían que no era el momento para hacer preguntas, se apresuraron en hacer las maletas, a los 15 minutos ya estaban todas listas, en eso la puerta se abrió, no era el mismo piloto.

—Buenos días chicas, yo las llevaré hasta un aeropuerto privado, luego irán en vehículo y cruzarán el país, estando en ese país cambiarán de vehículo hasta llegar a un aeropuerto, es un viaje algo cansado, pero necesario, aquí están buscada y eso dificulta un poco.

—Por eso no querían tantas maletas.

—Así es, pero veo que es imposible.

Todas subimos al helicóptero, cuando estábamos arriba empecé un interrogatorio.

— ¿Por qué tan repentino?

—Lo siento señorita, yo solo digo órdenes, desconozco todo lo que pueda pasar.

—No creo que nada de nada hayas escuchado.

—Asi es, yo solo vengo cuando el otro piloto no puede, solo recibo un mensaje y llegó al punto que me indican.

—Esta bien, estás justificado.

Tal como dijo el, llegamos a un helipuerto, estaba una camioneta esperando, ellos pasaron nuestras maletas, nosotras solamente nos subimos, luego se subió el chófer.

—Espero que haya tiempo para estirarse.

—Lo siento señorita, pero yo solo obedezcan ordenes del jefe y me dijo no detenerme hasta llegar a mi destino.

—Pero el niño tiene que comer.

—El se alimenta de usted, así que no hay porque detenerse.

El auto nunca se detuvo en todo este viaje, fueron casi 6 horas sentadas en esta camioneta y sin detenerse, pasamos la frontera sin tanto problema, al llegar al otro no queríamos cambiar de vehículo, pero ahí estaba nuestro Salvador, nos acomodamos para alcanzar todos.

—Disculpa por qué esto sea tan repentino, pero ya he lanzado mi mano y no quiero que ustedes estén en el momento que todo explote.

—Sabíamos que tú nos sacaría solo de ser necesario, así que no debes de disculparte, lo único es que tenemos hambre.

—Miren por el momento no podemos detenernos en ningún sitio, pero suponiendo eso traje estás hamburguesas, no sé si les gustará.

Agarre la bolsa y les di a las muchachas, teníamos hambre.

—Vaya, parece que no hubieran comido en día.

—Lo que pasa es que cuando me llamaste íbamos a preparar la comida, así que no nos dió tiempo.

—Bueno, ahí hay suficiente, coman lo que puedan, aquí vamos a parar hasta el avión.

El auto no se detuvo en ningún sitio, solamente para que fuéramos a orinar y eso que tuvimos que orinar detrás de un arbusto.

—Papito dime, exactamente qué crees que pasará.

—Eso no se los diré, será una sorpresa, lo único que puedo decirle es que la información llegó a manos de personas más poderosas, si antes la ciudad era una de las más segura, pues después de esto será considerada una de las más peligrosas, probablemente sea el inicio de la caída de la corporación.

— ¿Te ha servido lo que te he dado?

—Para mis planes no tanto, pero para aumentar el escándalo si, imagínate el impacto que tendrá todo esto que cuando suceda perderé algo de dinero, tendré que cerrar mis negocios para protegerme.

— ¿Porque no lo haces desde ya?

—Se vería extraño, ni modo yo también saldré salpicado en todo esto, pero por mis nietas y esta preciosura, vale la pena.

Creo que pasamos 4 horas hasta llegar a un aeropuerto igual privado, viajaremos en un jet.

— ¿Vienes con nosotras?

—No mi cielo, yo hasta aquí llego, toma estás llaves, son las llave de la casa en que vivirán, aquí es un pueblo a dónde van, pero al menos podrán salir a las calles, entre sus cosas verán una maleta, ese es un detalle de mi parte.

Vine y lo abrace.

—Gracias por todo esto papi.

—No hay de que, nuestro acuerdo llega hasta aquí, una vez que la dejen en su casa, se cortará la comunicación conmigo, solo te pido que tengas cuidado con lo que haces, cuídate, cuida a esas dos mujeres y a tu bebé.

Las chicas igual fueron a despedirse, subimos la avión, empecé a llorar.

— ¿Que pasa señorita?

—Después de haber estado con ese hombre le tome cierto odió, fue el segundo con quién estaba y me trató como una cualquiera, pero mira ahora que diferente es, realmente cualquiera puede cambiar , pero todo va a depender de la disposición de las personas.

—Sigue pensando en el señor Juan, el no cambiará para bien, sabe muy bien que si nos llega a atrapar, la niña tendrá un futuro marcado y nosotras tres terminaremos en la corporación — dijo Alicia.

—No es que quiero que regrese, solo hubiera deseado que las cosas fueran distinta.

—Estoy segura que cualquier persona que esté casada y tenga hijo, probablemente piense lo mismo, creen que si algo hubiera Sido distinto, fuera mejor — dijo Stefany.

—Estoy segura que viajaría el día que se fue de casa — dijo Alicia.

—No, si pudiera volver al pasado, evitaría la muerte de mi padre, eso fue lo que marco a nuestra familia.

—Casi no habla mucho de su padre.

—Es que me duele hablar de él, siento que aún puedo sentir su presencia, su olor, para mí nunca se ha ido.

—Eso es amor profundo hacia su padre.

—Para mi el fue todo, de ninguna manera lo olvidaré.

En eso el piloto se comunica por la radio,

"Damas y caballeros, les invito a que se pongan los chalecos, iniciaremos el despegue"

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