Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 113

El vuelo tardo un poco más de 4 horas, estábamos cansadas, este día ha Sido de pasar de un vehículo a otro, quiero descansar en una cama y dormir profundamente.

—Ahora que más faltará 19 horas en vehículo, 3 barcos, un desierto.

—El me dijo que es un pueblo tranquilo, así que no creo sea en esta ciudad.

— ¿Por cierto dónde estamos? — dijo Stefany.

Al bajar le preguntan al piloto.

— ¿Dónde estamos?

El solo se pone a reír.

—Estamos en Uruguay, solamente queda una hora más de viaje en vehículo.

—Eso espero porque mi espalda pide cama — dije

—La mía también — dijo Alicia

Bajamos y subimos a la camioneta, ví la maleta que el me dijo y no es tan pequeña como imaginé, la curiosidad me gano y al abrir, solo veía billetes de diferente denominaciones del dólar, las chicas se vinieron a asomar.

— ¿Eso es mucho más de lo que usted tiene?

—No lo sé, tendríamos que contarlo, pero será en casa.

Al subir el chófer nos dió unos DNI uruguayos.

—Esa será su nueva identidad aquí, no es DNI, aquí le dicen cédula, aprendan las palabras que ocupan aquí porque hay un gran cambio lingüístico.

Mi nueva identidad es Cinthia, Alicia ahora es Verónica y Stefany es Charlotte, la camioneta avanzaba, era de noche,

—Dime algo ¿Tendremos protección? — pregunté.

—No, mi tarea es solo dejarla en el sitio e irme.

—No se vale, pensé que tendríamos más personal.

—Creo que el señor le ha explicado bien que hasta aquí llega su trato, por eso es que quería dejarla en un lugar calmo.

Llegamos al sitio, la casa tenía una buena estructura, por fuera se miraba una belleza, no quiero imaginar adentro como será, al entrar no me había acomodado cuando en eso ellas peleaban por un cuarto.

—Chicas las dos hacen un show por algo tan pequeña, si al parecer esta casa lo que más les sobra son habitaciones.

—Pero solo una frente a usted.

—Si ese es el dilema, yo me quedaré en esta habitación y una a cada lado mío, así estarán a igual distancia.

Ambas se quedaron de acuerdo, la casa ya se encontraba equipada, el dijo que ya podríamos salir a la calle, pero en ese momento lo que yo quería era descansar, al menos el bebé duerme bastante todavía y me permitió descansar un poco, estuve pensando que desde que estamos juntas no les he pagado a las muchachas, sabía que ahora tendrán más libertad y necesitarán nuevamente dinero, de mi bolso saque $20k, baje a la cocina y ahí estaban ellas dos, compartiendo a como yo sé que hacen.

—Chicas, quiero darles esto, no se cuánto tiempo estaremos juntas, pero ustedes necesitan dinero propio, además con todas estas comodidades no creo que gasté todo ese dinero yo sola.

Les di a cada una $10k

— ¿No cree que es mucho? — pregunto Stefany.

—Véanlo como un pago retrasado de 6 meses.

Las dos fueron y me abrazaron.

—Yo no se ustedes, pero quiero salir a comer, mucho tiempo hemos pasado encerradas.

—Yo opino lo mismo — dijo Alicia

Nos alistamos las 4 y fuimos a recorrer el pueblo, las personas aquí eran muy amables, a pesar que no nos conocían, saludaban de manera gentil.

—Que lugar más bonito nos escogió el señor — dijo Stefany.

—Al parecer la ha pensado muy bien, me alegro que haya pensado en nuestra tranquilidad.

Llegamos a un pequeño restaurante, la parecer no era muy frecuentado porque solo habían 6 mesas en total.

—Bueno día — dijo un hombre que se podría decir que tenía a lo mucho 20 años — Bienvenidas ¿Desean una mesa o para llevar?

—Comeremos aquí — Dijo Alicia quien le empezó a coquetear.

Nos entrego el menú, tenían una gran variedad de comidas y accesible, cada una pidió un plato distinto, Alicia se preparaba para coquetear un poco más, pero en eso sale una muchacha, talvez de nuestra misma edad, puso los primeros platos y se fué.

— ¿Será su pareja? — pregunto Stefany.

—No lo sé, pero les quiero pedir algo, no podemos llamar tanto la atención y evitemos conflictos.

— De acuerdo — dijeron ambas.

Ella regreso con los otros platos y al muchacho no lo volvimos a ver, al pagar la cuenta, ella le hizo buena cara de mal gesto a Alicia.

—Yo creo que él le ha dicho algo, porque mirá como te hizo mal gesto — dije.

—La verdad no me importa, si al final le dirá todo a su noviecita, entonces le debe de tener miedo, yo quiero a alguien que no temas correr los riesgos, además solo es un ligue tampoco es que quiero algo sentimental — Respondió Alicia.

—Lo que tú quieres es ligar primero antes que nosotras, pero el tiro te salió mal, creo que aquí será muy difícil conseguir a alguien.

—Eso no importa ahorita, primero debemos de irnos familiarizando con el lugar.

En eso pasaba un hombre, talvez de unos 35 años, Stefany se puso a babear por él, se sentó afuera de una cafetería.

—Les voy a dar unas clases de seducción.

Ella se acercó lentamente a la mesa y se hizo la distraída, empezó a parecer un poco desesperado, el hombre se le acercó, le dijo algo, ella entró en confianza.

— ¿Crees que lo logré? — le pregunté a Alicia.

—Pues al parecer si, mírala como entró en confianza rápido.

—Te diré algo y apostemos $500 a qué es Gay.

—De acuerdo.

Estuvimos sentadas viendo de lejos, en eso ambos se levantaron y ella lo trató de abrazar, pero el la detuve, luego se fue, ella se quedó con un rostro sorprendida, camino hacia nosotras.

—Semejante papacito y se está desperdiciando.

— ¿Que paso?

—Es gay y está casado

—Me debes $500 — le dije a Alicia.

— ¿Que paso aquí? — pregunta Stefany.

—Ella apostó $500 a qué era gay, no equivocó.

—Hay ciertos gestos de manos que el hacia bastante seguido, un hombre no hace eso, los pies igual, entonces me hizo saber que era gay

Regresamos a la casa y Alicia pago su deuda.

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