Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 116

Al día siguiente tal como había dicho salí sola, yo no sabía exactamente a dónde ir, las muchachas querían saber exactamente dónde me dirigía, pero no les di el dato, subirme al taxi no sabía dónde decirle.

—Quiero que me lleve a algún lugar donde pueda bailar, pero que sea bastante agradable.

El taxista solo se volteo hacia mi.

— ¿Es nueva aquí?

—Mire en el camino podemos hablar, pero por el momento arranque.

El taxista encendió el auto y nos fuimos.

—Si, soy nueva aquí, vine hace talvez un mes a Uruguay y no conozco bien la ciudad.

—Si usted gusta este servidor puede darle un pequeño recorrido, no creo que alguien la este esperando en algún sitio.

— ¿Por qué dice eso?

—Me hubiera pedido que la llevara a un sitio específico, pero al contrario me ha pedido un sitio al azar.

—Muy observador.

—Señorita soy Taxista, en mi profesión va aprendiendo, aquí se suben distintas personas que muchas veces solo desean una pequeña charla con un desconocido, otros solo desean andar por la ciudad para despejar la mente, están los clientes habituales que tienen un punto de destino y están los clientes como usted, que dejan que el destino los sorprenda.

Parece que sabe de lo que habla, se que suena muy atrevido, pero al final esa noche me pienso divertir, no importa con quién, me pase al asiento delantero.

—Haber pues, se mi guía turístico, dónde me llevarías de prime lugar.

—Antes que nada definamos los honorarios, yo puedo llevarla, pero usted tendría que asumir los gastos.

—Si por eso no te preocupes, ando mi tarjeta.

Era mentira, solamente no quería que el supiera que andaba efectivo, no saque mucho, pero igual el ladrón no tiene límites.

—Lo primero que yo haría es entrar en confianza con una deliciosa cena, aquí cerca queda uno de los mejores restaurantes de comida local.

—Vayamos pues.

El lugar no era nada lujoso, se veía que era un sitio para disfrutar en familia, varias mesas eran familias completas con niños.

—Has superado mis expectativas, pensé que solo tratarias de sacarme el dinero.

—No señorita, para nada, yo estoy cumpliendo un trabajo, no quiero estafarla por ningún motivo.

Pedimos la especialidad de la casa, tardaron un poco en llevar los platillos, pero valió la pena, esa comida estaba sabrosa, cancelé la cuenta en efectivo, al final fueron como $25.

—Pensé que pagarías con tarjeta.

—Prefiero ocupar sencillo cuando sale puede, los bancos no perdonan

—Ahí tiene razón, yo nunca he optado a una tarjeta, pero he escuchado anécdotas que muchas personas tenían super endeudas.

—Todo dependerá de cómo lo administré, ejemplo esa cuenta, era pequeña, contaba con efectivo, para que pagar intereses por un crédito que no necesito.

—Entiendo, ahora iremos a un lugar que ponen música en vivo, desde ya le digo que no tomaré bebidas alcohólicas.

— ¿Por qué?

—Ando manejando, aquí es grave para nosotros si nos agarran tomados.

—Entiendo, al menos eres responsable.

Cuando llegamos a la entrada había una gran fila para entrar.

—Mejor iremos a otro sitio aquí tardaremos para entrar.

—Tu busca dónde parquear, yo me encargo de la entrada.

—No me diga que conoce al dueño.

—Solo házlo.

Antes de bajarnos saque un billete de $100, esto es algo que he aprendido, al acercarnos el guardia no nos quería dejar entrar, pero le llamé al oído.

—Aqui en mis manos tengo a un amiguito, si nos dejas entrar es tuyo.

El bajo su mirada, la suave me dió la mano y me quito el billete, luego nos dejó entrar.

— ¿Cómo hiciste eso? Dime para hacerlo en otra ocasión.

—Cosas de mujeres, no entenderías.

—Ya inician con sus misterios, pero bueno, siempre había querido entrar a este sitio.

El lugar estaba solo a la mitad, al parecer es de los sitios donde no cualquiera puede entrar, los que hacen filas tienen que esperar salgan otros y así van llenando el sitio, de esa manera le dan espacio a las personas que puedan gastar más.

—Los precios aquí son bastantes altos.

—Realmente no conocía este dato, si gusta podemos ir a otro sitio.

—No nada de eso, ya estamos aquí, disfrutemos nada más

El show en vivo estaba por comenzar, la música era bastante agradable, el sitio me terminó gustando, yo tampoco podía tomar nada alcohólico porque le daba de amamantar a la niña.

—Dime taxista ¿Tienes mujer?

—Si, tengo una relación, tengo un hijo de 3 años.

—Esta pequeño.

—Es mi tesoro.

—Tu mujer sabes que haces este tipo de servicio.

—A ella lo que le interesa es que yo llevé dinero diario a la casa, realmente nunca se ha interesado por mi oficio.

— ¿Cómo la conociste?

—En un viaje, me enamore a primera vista, después de tanto insistir me dió una oportunidad, pero pronto salió embarazada.

—Al menos no salistes corriendo.

—Eso no, debemos de ser responsable con la paternidad.

—Es decir, si a ti te sale cualquier oportunidad de ligar.

—Depende, ya me ha pasado que por hacer eso termino perdiendo dinero, luego me ha tocado trabajar el doble, así que ahora prefiero no hacerlo.

— ¿Cómo sabes que yo te pagaré todo este tiempo?

—Pues así es el taxista tiene que confiar a ciegas en sus clientes, ya me ha tocado clientes que se me bajan rápido y salen corriendo, otros que solo se suben para robarme y así diferente.

La música se estaba poniendo más divertida.

—Vayamos a bailar.

—Lo siento señorita yo no bailó.

—Si no bajas conmigo en este instante a bailar tus servicios terminan aquí y ten por seguro que será solo un pago mínimo, así que piensa bien lo que harás.

El taxista me vio de manera sería.

—Usted si que sabe lo que quiere, está bien bajaré a bailar con usted, pero quiero buena propina.

—Por eso no te preocupes.

Fuimos a bailar, no se porque me dijo que no sabía bailar, se movía muy bien.

—Tu eres un gran mentiroso.

— ¿Por qué?

—Anteriormente me habías dicho que no sabías bailar.

—Es cierto, pero no me gusta bailar con cualquier persona, pero viéndome en estás circunstancias no tuve más remedio.

—Esta bien, ya es tiempo de irnos.

— ¿Ahora dónde quiere ir?

—A casa.

Fui a pagar la cuenta al final en dólares se me hicieron alrededor de $150, en total está noche he gastado $300

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