Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 130

—Chicas hay algo que debo decirles, me acaban de dar información para llamar a un noticiero y explicar mi situación, pero al hacer esto ustedes también se pondrán en riesgo — dije

— ¿Por qué? — pregunto Alicia.

—Todas las personas que hemos conocido, nos pueden identificar fácilmente, por lo que podrían dar información mía al noticiero, la idea es que ellos dejen de divulgar mi foto o que investiguen un poco más.

Yo nunca quise ponerlas en semejante situación.

—Señorita Lucy, si quiere que la dejen de perseguir, porque mejor no se opera el rostro así no la podrán identificar fácilmente — dijo Stefany.

—No había pensado en eso, pero nunca he Sido pro de las cirugías cosméticas — dije.

—Stefany tiene razón, lo que si deberá de comenzar una nueva vida en un sitio donde nunca le hayan visto su rostro, así también puede subirse un poco los pechos o las nalgas, usted siempre se ha quejado de ellas — añadió Alicia.

—Una cosa es operarme el rostro para cambiar completamente mi identidad, pero ya hacerme otro tipo de cirugía no, además como me voy a operar los pechos, estoy dando de amamantar — dije.

—Debería de hablarlo con el señor, talvez el conozca algún cirujano para eso — dijo Alicia.

—No lo sé, déjenme pensar en eso, eso sí, si yo lo hago ustedes también, porque sino nos pueden vincular con facilidad — dije.

—Yo lo haría, pero no tengo dinero, esas cirugías son caras — dijo Alicia.

—Bueno iré a decirle al de seguridad que si aceptaré.

Fui a buscarlo, pero en eso veo entrar un vehículo, venía alguien en la parte de atrás.

—Buenos días señorita Lucy, mi nombre es Eduardo, yo la estaré acompañando en esta entrevista, hay un pequeño cambió, ya no será vía telefónica, será presencial.

— ¿Cómo se les ocurre? Todos sabrán que estoy acá.

—Eso no importa, usted viajará mañana, si se dan cuenta eso no importa.

Subí al vehículo, realmente no quería hacelo de esta manera, pero no tenía opciones, fuimos a un hotel de lujos, no pasamos por la recepción, subimos hasta el octavo piso, solo al abrir el ascensor habían dos escoltas, entramos a la habitación y tenían todo listo, al rato llego el reportero.

—Vaya si que hay tanta seguridad ¿Porque tanto misterio?

Nadie dijo nada, el preparó su cámara.

— ¿Dónde está mi chica?

—Hola mi nombre es Mónica.

—Gusto en verte Mónica, antes de iniciar quiero hacerte una pregunta ¿Estás secuestrada?

—No lo estoy, todos ellos están velando por mi seguridad, contra mi expareja.

—Perfecto, tenía que preguntarte eso, sino no haríamos mucho.

Me acerque a Eduardo.

— ¿Puedo hablar de la corporación?

—No, solo di que estuviste trabajando como trabajadora sexual para un sitio, pero nunca viste la luz del día, que Juan pago por ti y te liberaron, pero lejos del sitio, cuando te distes cuenta del nuevo romance de él no fue de su agrado y empezaste a huir, varias personas te han brindado su apoyo, no digas tanto detalle a eso.

—De acuerdo.

Me senté en el sillón que habían preparado.

—Tranquila mi vida, si tú dices la verdad todo saldrá bien, pero si empiezas a decir mentiras, eso solo nos hará caer en una espiral de mentiras, ahora esto es solo una grabación, no saldrá en vivo, entiendo que por motivos de seguridad nadie se debe de dar cuenta de tu ubicación así que yo no estaré en el vídeo, así solo lo ponemos como un vídeo en general.

—De acuerdo.

—Quiero que te presentes.

—Mi nombre es Mónica, tengo 18 años, nací y crecí en la ciudad de Ourville, mi padre murió cuando tenía 15 años, mi madre pensé que había muerto hace 11 meses, pero recientemente la he visto en televisión.

—Según tu madre tu desapareciste, que pasó.

—hui de casa, mi madre permitió que me violaran delante de ella a cambio de dinero, quería mantenerme prostituyendo mientras ella vivía sumergida en las drogas.

El periodista se vio impactado al escuchar esas palabras.

— ¿A dónde fuiste?

Anduve por las calles ese día, llegué a un sitio y casi me asaltaban y violaban, pero una señora intervino, pensé había Sido un ángel, pero luego ella me vendió, ese día me drogaron y me llevaron a un sitio, en ese lugar vivía amenazada, no podía hacer nada que ellos no quisieran porque sino eran capaz de matarme.

— ¿Eran varios? has mencionado ellos.

—Recuerda que en el mundo de la prostitución los proxenetas nunca trabajan solos, no sé cuántos eran, pero esa vida no es fácil.

— ¿Cuánto tiempo estuviste así?

—Estuve unos meses con la señora que me ayudó, luego estuve otro tiempo con esas personas, al final cuando cumplí 17 años conocí a Juan, fue un cliente como cualquiera, pero se enamoró de mí o eso pensaba, pago dinero y me compro como si fuera una mercancía, sabía que no podía acudir a la policía, los clientes de estás personas son personas de alto estatus, entonces nunca los afectarían.

—¿Que paso después?

—Los días parecían un paraíso o eso quería que pensará, en ese tiempo llegué a ver a mi madre, se miraba tan mal que le dije a Juan cómo me sentía, así que el la puso en un centro de rehabilitación, con mi madre tuve un altercado en un centro comercial así que ella quedó presa.

—Según vimos en los noticieros locales, tú estabas embarazada ¿Que paso?

—Tuve que huir, al final me puse a investigar algo de su vida y descubrí que me estuvo engañando con mi mejor amiga y lo peor es que también estAba embarazada, supuestamente me buscó para ser la madre de sus hijos ya que su mujer no puede, desde ahí he pasado escondida.

— ¿Cómo has hecho para financiar tu huida?

—Logre recoger dinero mientras vivía mi paraíso, así que me he mantenido con eso

En eso Eduardo me hace señal que ya no siga hablando, el reportero marco el fin de la entrevista.

—Tu vida no ha Sido facil, te puedo dar 24 horas antes de yo publicar este video.

—Te lo agradezco, vere a dónde iré ahora.

Yo sentía que me había quitado un gran peso de encima, espero que funcione lo que dirán, regresamos a la casa y le conté a las chicas mi experiencia.

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