Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 136

Estábamos viendo tele cuando en eso Stefany viene bajando.

—Buenos días bella durmiente ¿Cómo amaneciste? — pregunté.

—Con un gran dolor de cabeza — respondió ella.

—En el desayunador Alicia te ha dejado unas pastillas y también hay café.

Ella buscó las pastillas y luego se sirvió la taza de café.

—Ya no vuelvo a hacer esa locura de tomar tanto — dijo Stefany.

—Si lo hiciste una vez es muy probable que lo vuelvas a repetir, todas las personas que se embriagan dicen lo mismo, al final lo hacen una y otra vez — dijo Alicia.

—Que consolador escucha esas palabras, pero bueno, al menos la noche no estuvo del todo fea — dijo Stefany.

—Ya me ha contado la señorita Lucy que te has acostado con tu medio hermano — añadió Alicia con una sonrisa.

—En mi defensa yo no sabía que era mi medio hermano — trato de justificarse Stefany.

—Pero bien que lo sabías cuando le hiciste la última mamada en el taxi, no trates de justificar tu actuar — conteste, sabía que Stefany era una gran zorra, pero nunca de esa manera.

—Estaba borracha, no sabía lo que hacía, solo me he dejado llevar, además que sea mi medio hermano no me impide disfrutar del sexo — dijo ella, siempre tratando de justificarse.

En eso suena ni teléfono, era un número desconocido.

—Diga.

—Señora Mónica, le hablamos del CORE, le llamamos porque necesitamos hacerle unas cuantas preguntas, en este caso solo es necesario que se presente usted, puede venir con su abogado.

—De acuerdo, hablare con el e iremos lo más pronto.

Cuando cortó la llamada, empezaron las preguntas

— ¿Que sucede señorita Lucy? — dijo Alicia.

—Me han llamado del CORE, quieren que vaya lo más pronto posible, no sé que sucede, llamaré a Emilio.

Le marco a Emilio.

—Buenos días Señorita Cinthia, digo señorita Mónica, realmente no me acostumbró todavía, a llamarla iba, el CORE, necesita que se presente.

—Si, me han llamado también, nos vemos allá entonces en una hora.

—De acuerdo.

Después de hablar con Emilio, le llamo a Kimberly.

—Necesito ir al CORE, me han llamado para que me presenté.

—De acuerdo, le llamaré a un taxi, recuerde que si ya la corporación está aquí, entonces no podemos dejar que nos vean.

—Bueno, tú sabrás, yo lo necesito para ya.

—No se preocupe por eso, ahora que lo recuerdo, dígale a Kimberly que se ha tirado a mi hermano.

—No me digas eso.

— ¿Por qué? ¿Que sucede?

—Es también medio hermano de ella.

Se quedó en silencio.

—Ya le consigo el taxi — fue lo último que dijo antes de cortar la llamada.

— ¿Que sucede señorita Lucy? — pregunto Stefany.

—Al parecer Kimberly es hermana del taxista, me reclamó porque te acostaste con él y luego se quedó callada cuando le dije que te diste cuenta que son hermanos.

— ¿Que? No entiendo todo esté enredo, voy a llamarlo.

Sin pensarlo dos veces le marco.

—Hola preciosa, no me digas que quieres repetir — dijo el de forma engreída.

—Quiero que me aclares algo.

—Dime.

— ¿Cuántas hermanas tienes?

—Tengo 2 de parte de madre, de hecho Kimberly es mi hermana materna ¿Porque?

— ¿Solo tu eres hijo de padre y madre?

—De ellos dos, solo soy yo, no conocía a alguien más de forma paterna hasta ayer contigo.

Sin tanto preámbulo le cortó la llamada.

—Oye eso no se hace, es de muy mala educación — dijo Alicia.

—Es que del susto de saber que podía haberme acostado con dos hermanos, hasta me bajo todo el alcohol.

En eso el taxi anuncia su llegada.

—Nos vemos chicas, les cuento lo que suceda a mi regreso.

Al llegar al CORE me estaba esperando Emilio.

— ¿Sabes por qué tanto misterio?

—No, realmente no lo sé.

Al entrar mi gran sorpresa, Juan estaba ahí, lo primero que hice fue marcar a Kimberly, para que escuchará todo, necesitaba salir de ese sitio.

—Lo siento señores, pero si el estará aquí, yo me retiro — dije

—Lo siento señora Mónica, pero recuerde que usted anda con una menor, el es su padre e interpuso una demanda en su contra por secuestro — dijo el oficial

—Como voy a secuestrar a mi propia hija, este señor lo que quiere es quitarla, ayer estuvo una camioneta de el afuera de mi casa, no sé cómo obtuvo mi dirección, pero estoy seguro que era él — añadí.

—Mónica cálmate, yo no quiero hacerles dañó, yo quiero protegerlas, estás en un gran riesgo, yo puedo darte la protección que necesitas, no es necesario que sigas huyendo — dijo el miserable de Juan.

—Señora Mónica entienda que antes de continuar con su solicitud de refugiado, debemos de aclarar la situación de la bebé — dijo el oficial.

—Digame algo, si usted sabe que su hija podría estar en peligro si solamente la muestra ¿Sería capaz de hacer alguna negociación con su atacante? — fue lo único que dije.

—Eso no me corresponde a mi decidirlo, lo tiene que hacer un Juez, mientras esto no sea resuelto no podemos continuar con el proceso de legalización — dijo el oficial.

Vi mi teléfono y había un mensaje de Kimberly. "Estamos afuera, puedes salir" me levanté y sin decir nada más me fuí, al salir de la oficina alguien me hizo seña que no me detuviera, en eso veo que Juan viene detrás de mi, pero el otro tipo chocó con el a propósito y yo salí corriendo,subí a la camioneta y nos fuimos.

—Por eso mismo es que mis jefes no confían en las autoridades, no saben el peligro que uno corre y cuando se deciden actuar ya es muy tarde, le avisé a las muchachas que recojan sus cosas, las moveremos — dijo Kimberly.

— ¿Quien traerá a mi bebé? Juan eso es lo que quiere.

—No se preocupe por ella, las muchachas sabrán cuidarla bien.

—Nos persigue — dijo el conductor.

—Ya sabes que hacer — contesto Kimberly.

En eso el conductor aceleró a más no poder, dió aviso a otros colegas y luego hicieron un grupo de 4 camionetas todas iguales, al llegar a cierto punto, nos separamos, el cayó en la trampa y lo perdimos.

—Por el momento estamos seguro, pero sabemos que la corporación ha venido.

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