Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 167

Estuvimos viviendo en el hotel unos días, hasta que por fin encontramos un chalet ambas visitamos a un ginecólogo, por todo lo que había pasado la niña no tenía sus vacunas en regla, ya todo eso quedó resuelto, el chalet que compramos era algo pequeño, era de dos plantas, 3 habitaciones 2 baños, el patio era pequeño, pero tenía una piscina propia, la zona era residencial, pero como queríamos algo más amplio, decidimos comprar dos chalets, al final terminamos gastando un poco más de $700,000 dólares.

— Estamos loca nosotras, dos casas — dijo Alicia.

— No lo mires así, si queremos un poco de privacidad, tenemos dónde, además si pudiera compraría la casa de al lado, así podríamos hacer una fiesta en la casa de en medio y no molestamos a los vecinos — dije.

— ¿Si pudiera? Sabe que puede hacerlo, aún le queda un poco más de $3 millones de dólares.

— No quiero gastar todo mi dinero solo en casa, debo de pensar en esta pequeña, y acaso cumplirá el año.

— Esta bien, yo compraré la casa, así usted no gasta, al final usted siempre termina gastando más su dinero, eso sí yo no estoy limpiando.

— Haremos como antes, contratamos a alguien de limpieza, que vaya un día a la semana en las casas que no ocupamos, aquí tres días.

Yo me quedé pensando que así fue como conocí a Stefany.

— Me pregunto que estará haciendo Stefany en estos momentos.

— Quien sabe, ella dijo que viajaría por toda Europa.

— De vez en cuando me hace falta ella, a pesar de todo, éramos muy unidas.

— Tampoco acordamos una forma de encontrarnos, bueno, esperemos que en un futuro nos volvamos a ver.

Nuestra conversación se vio interrumpida por el soporte técnico.

— Buenos días, venimos a instalar el internet.

Eran dos muchachos musculosos, para ser de soporte tienen buen cuerpo.

— Pasen, les enseñaré donde quedará instalado — les dije mientras yo me acercaba a la casa.

— Yo no se tú, pero yo hoy quiero ligar, pienso llevarme al musculoso a la otra casa.

— Esta bien, yo me quedaré aquí con este otro.

Solo nos pusimos a reír, al final Alicia siempre me ha cubierto, además al final la niña fue de paseo con su nueva niñera.

— Oye chico, quiero hacerte una pregunta, si yo quisiera instalar un servicio desde aquí, hasta la otra casa que también es mía ¿Se puede?

— Hay ciertos límites en distancia, si gusta podemos ver dónde quiere dejar el nuevo servicio.

— Vayamos a la otra casa para que lo veas.

Me lo llevé, Alicia ya sabía lo que tenía que hacer, entre y me lo llevé directo a la habitación, cuando lo lleve a la segunda planta hacia, pero mis movimientos los hacia más pronunciados, para llamar su atención

— Este es el cuarto, si te fijas está casi pegado a la casa, es el único sitio que me importa.

El empezó a recorrer la habitación, yo deje caer mi vestido y dejé al descubierto mis pechos.

— Para poder hacerlo prácticamente tendría que pasar por en medio de la pared, pero no sé si eso ... — interrumpió el mientras volteaba su mirada hacia donde yo me encontraba.

— Entonces ¿Que dices?

El solo se acercó y me empezó a besar, mientras sus manos empezaban a recorrer mi cuerpo.

— Debemos ser rápido, no vaya y mi compañero venga a buscarme.

Solamente lo tire a la cama, el se quitó sus pantalones, ya la tenía dura, vine me senté sobre él y empecé a montarlo, yo ya había humedecido lo suficiente.

— Que rico, extrañaba sentir algo así dentro de mi.

El solamente se movía.

— Quien diría que el día de hoy me cogería algo tan delicioso.

Se sentó y empezó a chuparme los pechos, cuando pensé que solo yo me movería, me puso en cuatro y empezó a meterla así, yo estuve a punto de venirme, pero el fue primero.

— Que rico lo tienes, si tanto te hace falta, puedo pasar periódicamente por acá.

— ¿Eso fue todo?

— Pues si ¿Que más quería? Tengo que volver a mi trabajo.

— Para amante eres pésimo, ponte tu ropa.

— Si quieres más, puedo venir en la noche.

— No me has sacado ni un orgasmo ¿Para que te quiero aquí? Solo termina de instalar y vete.

El se puso la ropa de mala gana, solo espero que al menos Alicia haya terminado sastifecha.

— Antes que se me olvide, para tener cable en esta casa, tendría que contratar un nuevo servicio.

— Realmente no me interesaba, solo quería traerte aquí, para ver si podías complacerme, pero para nada ha sido.

El más se enojó, salió molesto de la casa, yo fui detrás de él, por si se armaba algún escándalo, pero por suerte el compañero de él se encontraba en la camioneta guardando las herramientas.

— ¿Has terminado? — le pregunto el odioso.

— Si, lo he hecho solo porque tú te tardaste, ya está todo listo.

— Vayamonos de aquí.

— Pero ¿Que sucede?

—Nada solo vámonos.

Ambos se fueron.

— Pensé que se armaría algún lío, el mío no tardó demasiado.

— Lo que pasa es que el fue directo y me dijo que si lo hacíamos ahorita no tardaría demasiado por su compañero, así que mejor acordamos que vendría en la noche, ahí veremos si realmente valió la pena.

— Que bueno, esperemos que si valga la pena como amante ¿Buscarás quedar preñada de él?

— Parece un chico simpático, dependerá si me complace, dejaré que acabe adentro.

— Bueno, tampoco le des tanta oportunidad, que el vea solo es algo pasajero.

— Si, no se preocupe por eso.

En las noticias en ocasiones hablaban de Ourville, al parecer ya no era noticia importante, pero en las redes sociales aún era un tema de relevancia, de hecho había un grupo de mujeres, que fueron trabajadoras de la corporación, cuando empezó a suceder esto, ellas no recibían nada de dinero, al final cuando fueron rescatadas, estaban en la calle, entonces demandaban que con los bienes de la corporación se les brindará un techo para ellas poder vivir de manera digna, en los albergues que estaban no les daban las condiciones básicas para vivir.

Cómo no había una forma de poder poner a nuevas autoridades locales, las autoridades nacionales crearon un consejo de restitución, ellos se encargarán de reconstruir la democracia en la ciudad, estaban conformadas por diferentes sectores, entre ellos un sector nuevo que representaba a todas las mujeres explotadas.