Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 171

Era mi primera semana sin Alicia, era un poco difícil estar sola, la casa se sentía un tanto vacía, lo único que me hacía recordar que aún vivía, era el llanto de la bebé, no le pude celebrar su primer año, sus primeros pasos fueron bajo las peores situaciones, quería cambiar un poco eso. Al vivir en una zona residencial, los vecinos eran pocos amigables, así que le compré un coche a la niña y cada 5 de la tarde, la sacaba a pasear en su coche, ella iba emocionada en el.

— Hola vecina, saliendo a dar una vuelta — me dijo una mujer que vivía a tres casas de mí.

— Si, la niña ya se está haciendo a la costumbre de salir a esta hora.

— Los niños así son, no puedes hacer algo diferente, por qué sino lo toman como costumbre, mi nombre es Margaret, veo que eres nueva.

— Si, realmente no tengo mucho de estar viviendo en la zona.

— Bueno, es bueno vivir en un lugar así, tu familia se sentirá más tranquila.

— De hecho, vivo yo sola con la niña, su padre murió después de nacer.

— Lo siento, fue muy imprudente de mi parte, sabes mejor te dejo continuar con tu paseó.

No es que me incomode socializar, pero conozco a muchas señoras que solo quieren vivir metidas en la vida de uno, por eso yo fui directa con ella, no me importa si habla bien o mal de mi, al final eso no me da de comer.

Llegó un sábado, le pedí a la niñera que se quedará esa noche en casa, yo quería salir a distraerme un poco, como sabe que yo le pagó bien, no tuvo ningún inconveniente, ese día pensé en ir a bailar, distraerme sanamente sin pensar en ligar con alguien.

— Llámame por cualquier cosa, no lo dudes.

— Usted tranquila señora Verónica, yo cuidaré bien a su hija, usted solo disfruté de su noche.

Fui a una disco, me gusta la música clásica, así que fui a un lugar que tocaban en vivo música clásica, como desconfío de las personas, mis tarjetas personales las llevaba escondidas en mi vestido, lo demás en una cartera pequeña.

— Buenas noches, regálame un jugo de limón — le pedí al bartender.

El lo preparo en ese instante, al momento solo estaba sentada en la barra, tomando mi jugo y disfrutando de la música, a los minutos se me acerca el bartender con una bebida.

— Disculpa, yo no he pedido eso, yo solo te he pedido está limonada.

— Lo siento, pero se la envía el señor que está sentado al otro extremo.

— De acuerdo.

Tomé la bebida y camina hacia él, en su rostro podía observar una cara de satisfacción.

— Disculpa ¿Tu has enviado esto? — pregunté.

— Si, veo que no tenías algo de tomar

— Mi bebida es más que suficiente, así que te regreso tu trago.

Yo me di la vuelta y buscaba mi asiento, pero el me tomo del brazo.

— Ven para acá, monte hagas la difícil.

Cómo no dejaría que me volviera su sumisa, tomé la bebida que el me había mandado antes y se la deje caer encima.

— Yo no se con que tipo de mujeres has tratado antes, pero a mí no me agarras así

Dije eso mientras me soltaba.

— Perra, ya verás, me las vas a pagar — dijo eso mientras levantaba su mano derecha dispuesto a pegarme.

— Ni se te ocurra ponerle encima un dedo, sino te la verás con todos nosotros — señalando a un grupo de hombres.

— Ustedes no saben quién soy yo ¡Seguridad! — grito El hombre.

Varios hombres de seguridad se acercaron.

— ¿Que sucede? — dijo el jefe de ellos

— Quiero que saquen a esos chicos de aquí y lleven a la chica a mi suite.

Los de seguridad se acercaron al grupo de hombres, mientras que a mí, me agarró alguien los brazos.

— Si ustedes se atreven a tocarnos, sufrirán las consecuencias — dijo el que había detenido el golpe.

— Lo que te estás ganando es una buena golpiza.

Sin que nadie se lo esperara, un grupo de policías entró al local, todos se quedaron quietos.

— No se muevan, quedarán arrestado por intento de secuestro y abuso infantil, lo hemos estado investigando desde hace varios meses, sabemos cómo es su forma de trabajar.

— Púchica, ustedes son unos buenos para nada, no podian hacer bien su trabajo.

Mientras el decía eso, vino y saco un arma, le apunto al policía que tenía más cercano y le disparó, todos nos agachamos para no salir afectados por las balas, los otros oficiales descargaron sus pistolas en el que iban a arrestar.

— ¡Alto al fuego! — fue lo único que se escuchó, todos los oficiales dejaron de disparar — Vayan y revisen el cuerpo, no creo que haya sobrevivido, saquen a todos los civiles de aquí — ordenó el que estaba al mando.

Yo salí lo más pronto posible, siempre soy tan salada, que me pasan cosas malas, se supone que está noche era para distraerme, pero al final terminé peor, los que estaban en el sitio comenzaron a irse, entonces me hizo entender que no era conveniente quedarme ahí, pero en vez de regresar a casa, me fui a un hotel, alquilé una habitación y descansé ahí, no quería regresar al ambiente de siempre, pero las coincidencias pasan, terminé en el hotel que celebraría la fiesta anual de nudista, desde la ventana de mi habitación podía ver cómo las personas se estaban divirtiendo.

«Realmente no era esto lo que quería, pero bueno, aquí estoy y la noche es joven»

Me quite toda la ropa, baje a la piscina y me dirigí a la habitación.

— Buenas noches — dije mientras entregaba mi bata.

— Buenas noches señorita ¿Cuál es su número de habitación?

— La 64B

— Muy bien, puede usted continuar.

A diferencia de la última vez que estuve en una de esta, habían bastante personas de edad que jóvenes, tomé un trago y luego me lance a la piscina, estuve nadando por un momento.

— ¿No le da frío nadar a estás horas de la noche?

— Es lo más delicioso que hay, ven acompáñame y verás que es una experiencia única.

— Gracias por la invitación, pero pasó.

— Bueno, tu pierdes.

Me aleje nadando de él, si realmente quería, me tendría que venir a buscar, pero en cambio solo se levantó y se fué, no importa, aquí saldra alguien que si realmente querrá estar conmigo.

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