Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 31

— ¿Cuál es su nombre señorita?

—Creo que eso no es importante en este momento.

—Tiene razón, pero permítame presentarme, mi nombre es Javier Smiths.

—Imagino que cambia el nombre con cada chica que se topa.

El hombre se hecha a reír.

—Para nada, si gusta le muestro mi identificación — el saca su DNI y me lo muestra — mire, aquí está mi nombre.

—Eso no dice nada, puede tener muchas.

— ¿Que la hace creer eso?

—Un hombre que invita a una chica, sin motivo alguno razonable, hace pensar que es un mujeriego.

El hombre se vuelve a reír.

—Tiene buena imaginación señorita.

—No lo conozco, así que no podría confirmar lo que me dice, en todo caso cualquier hombre se hubiera molestado en que chopearan la puerta de su vehículo, en cambio usted solamente insistió en salir.

—Pues en algo tiene razón, no soy cualquier hombre, los accidente existen y no tengo que hacer un escándalo por un pequeño golpe, además su puerta también se vio afectada, menos que la mía, pero si se golpeó, llevelo a este taller, hacen un buen trabajo.

Me da una tarjeta, se la acepté ya que lo menos que quería es tener problema con la corporación, aunque igual tenía que notificar por qué lo verán por las cámaras, me apresuré a comer.

—Bueno ya he cumplido con mi parte, debo de retirarme.

—Agradezco su tiempo, espero encontrarla otro día.

—Yo no.

Agarré mi cartera y me fuí, está vez tuve el cuidado de no golpear la puerta y me fui al apartamento, estando ahí llame a la corporación.

—He tenido un pequeño accidente con el carro, le he golpeado la puerta a alguien, pude resolver con la otra persona, pero no sé que hacer con el mío.

—Llévalo al taller Smiths, anota la dirección.

Me dieron la dirección y lo llevaría mañana, los gastos me los deduciría.

Tal y como había quedado, al día siguiente lo lleve al taller, me recibe un trabajador.

—Buenos días, quisiera arreglar esta puerta, ayer dió un golpe y quedó eso así.

—Eso es rápido, no hay necesidad que lo deje, en 2 horas estará listo, le costaría $85.

—Mi Jefa me dijo que notificaron al taller, la factura sería enviada hacia allá.

— ¿Cuál es su nombre?

—Lucy.

—Ire a ver con el jefe el debe de saber de esa parte.

El hombre sube a la única oficina en un segundo piso, luego regresa con su jefe, que para mí desgracia era el mismo hombre que ví ayer en el centro comercial.

—Vaya, estoy sorprendido de que hayas venido a mi taller.

—Yo no he venido por mi cuenta, si lo he hecho es porque no quiero problemas con mi trabajo.

—Entonces tu eres de la corporación, bueno en ese caso, Jaime lleva este carro a reparación lo más pronto posible, quiero prioridad sobre el.

—Esta bien.

El empleado llevo el carro hacia adentro y quedamos nuevamente solos.

—El vehículo estará listo hoy por la tarde y no te preocupes por los gastos, me sorprende mucho saber que eres de la corporación.

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