Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 4

—Ya pasaron 6 meses desde que llegaste a mi casa, te he dado todos los cuidados posible y ya es hora que empieces a pagarme.

—De que habla, sabe que no tengo dinero ni trabajo.

—Ya he solucionado eso.

En eso alguien golpea la puerta.

—Pasa Gabriel— dijo la Señora.

— ¿Es ella?— pregunta señalándome.

—Si, es ella y vera que valdrá la pena cada dólar que pagues por ella.

—Tiene bonito cuerpo, esos pechos son grandes aunque tiene pocas nalgas, se mira valiosa ¿Que edad tiene?

—16 años, ya no es señorita pero tú sabes que aún está joven.

— ¿Que pasa acá?

—Pasa que este hombre pagará por ti mis servicios y le trabajarás a él.

— ¿Me está vendiendo?

— No lo veas de esa manera, míralo que trabajarás un tiempo para mí, tu ganarás dinero y yo me abonaré a la deuda.

—No quiero eso, fui violada delante y con la ayuda de mi madre, será un sufrimiento para mí, deme un trabajo como barrer o limpiar, pero menos eso.

Se me acerca el hombre.

—Entiende algo, aquí tu no das órdenes, solamente recibe, además eres un diamante en bruto que se irá puliendo en el transcurso de los años.

—Ahora que han empezado a entender, se irán a dar una ducha, luego irán a qué le arranquen todos esos pelos fuera de su lugar, aprenderán que la higiene y presentación es muy importante para nosotros.

Fuimos saliendo una por una, hasta llegar a un salón llenó de duchas, algunas buscaban como taparse, pero eran obligadas a quitar las manos, éramos como 80 muchachas bde 15 a 17 años.

Yo empecé a resignarme, he sufrido bastante en poco tiempo y lo que menos quiero es empezar a recibir golpes.

Luego de las duchas fuimos separadas en dos grupos, según logré entender nos dividían en virgen y no virgen, al parecer a las vírgenes buscaban como venderlas con mayor precio esa primera vez y luego las volvían a unir al grupo.

En el salón para depilar nos acostaban y en los brazos y piernas nos aplicaban cera para una depilación más rápido, pero dolorosa, en mi coño me aplicaron unas cremas teniendo más cuidado, al igual que mi culo, nos recortaron los pelos de la nariz y nos hicieron las cejas.

Después de eso nos llevaron a nuestras habitaciones, éramos 8 mujeres en una misma habitación.

—Esta será la habitación de ustedes, esos son sus horarios, aquí pasarán unos meses aprendiendo a satisfacer a un hombre, entre menos se opongan mejor para ustedes, cada cama tiene su nuevo nombre el cual yo les diré, al lado derecho de su cama encontrarán un mueble con unas cuantas ropas y unas sorpresas, algo que quiero entiendan muy bien y es que si un hombre les pide una mamada ustedes tienen que hacerlo sin llorar, la mayoría de los hombres aquí son superiores y tienen derecho a gozar de ustedes, rápido pónganse la ropa, aquí el calzón es prohibido al menos que estén en sus días, de lo contrario andarán con esas batas hasta que empiecen a generar dinero, los brasieres si deberán de usarlos para evitar que se pongan aguados los pechos, pronto vendrá alguien más para llevarlas a su primera clase.

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