Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 54

En eso estaba entrando otro vehículo.

—Quedate callada putita, sino te mató.

El hombre se asoma por la ventana, luego abre la puerta de manera silenciosa, no logro ver qué está pasando en eso escucho un disparo.

—Diablos, diablos, no tenía que estar aquí, porque me sucede esto — gritaba el viejo.

Vuelve a salir y escucho que viene arrastrando algo, le estaba costando, cuando logro ver qué era, ví el cuerpo de un oficial con un disparo en la cabeza.

—Mas personas siguen muriendo por tu culpa ¿Estás feliz por ésto?

—No trates de justificar tus asesinatos, al final eres tú quien dispara del gatillo.

—Esto no tenía que pasar, se supone que nadie nos siguió, que aquí no había nadie, como es posible que me hayan encontrado.

En la radio solo se empieza a escuchar

—"Oficial Ileana ¿Pudo verificar si es el dueño quien llegó"

La radio, se quedaba en silencio un momento.

—"Oficial ¿Me escucha?"

—Diablos, como se ha arruinado mis planes.

En eso me queda viendo.

—Creo de hoy no pasaremos, así que al menos me daré el gusto de tenerte y ser tu último hombre.

—No, porfavor no me mates, aún te puedes entregar vivo.

El no hacía caso a mis súplicas, se quitó la ropa, se agacho y comenzó a chuparme el coño, aunque yo quería cerrar mis piernas no podía, estaba atada, yo lloraba desconsoladamente, está era peor a la violación que viví ya que en mi mente sabía que hoy podía ser mi último día, en eso desató mis piernas y a como pude le empujé.

—Otra locura de esas y te mato.

—Mátame ya, al final eres un hombre cobarde que solo puede tener a las mujeres por la fuerza, un verdadero hombre no obliga a tener intimidad.

—Y una mujer que se respeta no se anda acostando con cualquiera.

En eso se escucha por la radio.

—A todas las unidades, tenemos un 211 en la cabaña del Sr. Rodríguez, posiblemente.

Ya los oficial vienen para acá, solo debo de aguantar un poco más, el viejo trato de acercarse nuevamente, pero lo seguí empujando, si moriría no sería violada nuevamente.

—Si lo que quieres es morir entonces te daré ese gusto.

Yo solo cerré mis ojos y en un segundo escuché un disparo, no sabía lo que pasó, pero en eso siento un gran peso sobre mí.

Al abrir mis ojos veo el cuerpo del viejo sobre mi, con una gran orificio en la nuca, había recibido un disparo, espere que alguien entrara, pero nadie aparecía, hasta que escuche varias sirenas de policías, no entendía lo que había pasado, pero alguien había salvado mi vida, en eso entraron los oficiales y vieron a la oficial tirada en el piso, yo lloraba desconsoladamente, un oficial se me acercó y me retiro el cuerpo de encima, me libero mis manos y me puso su chaqueta.

—Vamos, salgamos de aquí, tranquilícese ya todo ha terminado.

La oficial dió aviso a la oficina del alguacil que habían dos cuerpos en la cabaña y un rehén rescatado.

—Te conseguiré algo de ropa, se que esto no es fácil para ti, pero necesitamos saber que ha pasado.

Yo solo asentí con la cabeza.

Al llegar a la comisaría me dijo que no me bajara, al rato volvió con un pantalón y un camisa.

—Creo que esto te quedará.

Me los puse en el vehículo y luego salí, le regrese la chaqueta.

—Le agradezco por su ayuda.

—Dejate aun la chaqueta, se te mira los pechos.

—Lo siento.

Fuimos hasta una habitación, me llevo un café.

—Dime que ha pasado.

—Ese hombre estaba obsesionado conmigo, me drogo para sacarme del hotel en que estaba, no se cómo logró sacarme sin que nadie lo detuviera y luego me trajo aquí, el objetivo era violarme, pero sus planes fueron interrumpidos por su compañera y como yo no me dejaba, me apunto con la cabeza, cerré los ojos y luego escuché un disparo, cuando sentí que el cuerpo de ese viejo caía sobre mi.

—Entonces ¿Usted no sabe quién le disparo a ese sujeto?

—Así es, desde que llegué a la cabaña estuve atada a esa silla.

— ¿Por qué sus pies estaban liberados?

—El lo hizo para poder penetrarme, pero fue cuando cada vez que se acercaba le empujaba.

—Espera aquí un momento, necesito verificar algo.

La oficial salió de la habitación, mis manos estaban heladas y sudaban mucho, no se cuánto tiempo paso, en eso regreso la oficial.

—El arma que mató a tu atacante era un rifle, es decir que la persona que te rescató estaba lejos de la zona, por eso fue que no vimos a otra persona ahí, la bala es de uso general así que no la podemos rastrear y más que es temporada de caza no es raro que no hayan cazadores en la zona, has tenido suerte, según me notifican el sujeto es un espía extranjero, anteriormente lo habíamos identificado con otra identidad y había matado a varías mujeres, todas eran violadas primero.

— ¿Cómo es que nunca lo atrapaban?

—Si lo hacíamos, pero siempre de las arreglaba para huir, luego cambiaba de identidad y perdimos el rastro, la persona que mató a este sujeto se merece una medalla, pero también tiene que ser condenado por lo que hizo.

—Solo espero que no lo encuentre, este hombre era una amenaza.

La oficial solo se lanza a reír.

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