Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 55

Los oficiales me llevaron al hotel, en eso me llama mi hombre misterioso.

— ¿Estás bien?

—Si, lo único que logró hacerme fué un oral, pero alguien le ha disparado de lejos.

—Es que nadie te lastimara nuevamente.

—No entiendo ¿Que tienes que ver en todo esto?

—Siempre seré un guardián para tí.

— ¿Has Sido tú? ¿Cómo no entiendo?

—No he Sido yo directamente, pero si envié a alguien por ti y veo que ha hecho un buen trabajo.

—No entiendo cómo pasó, si para ese viejo nadie nos seguía.

—Cuando escuché el ruido en la puerta inmediatamente pedi a alguien que te rastreará, con las cámaras que hay en la ciudad se hace más fácil, como el es un cazador entonces prefiere actuar de lejos, además con el aviso que dió la policía, supo en que parte del bosque estabas.

—Vaya, te debo mi vida nuevamente, pero tú no dejas que te vea.

—Ya te lo he dicho, yo quiero que tú escojas lo que quieres hacer, quieres verme para según tu darme las gracias, pero yo creo que te gana más la curiosidad de saber quién soy.

—Eso no te lo puedo negar, pero tú me has hecho sentir especial, me has dado lo que yo nunca podía imaginar, pero me he dado cuenta de algo con todo esto que pasó.

— ¿Que cosa?

—No quiero pasar huyendo, cambiando de identidad constantemente, quiero ser yo misma, es cierto sufrí bastante, pero no quiero ser la mujer que otros han creado.

— ¿Que harás entonces?

—Quiero recuperar mi identidad, se que ya no seré la niña inocente que era antes que todo esto pasará, pero al menos sabre de dónde vengo.

— ¿Que harás cuando el detective empiece a investigar más de la corporación? Sabes que esas personas son muy peligrosas.

—Creo que tengo una idea, pero necesito un poco de tu ayuda.

—¿ En qué?

—En que me digas como contactar a la corporación, esto es lo que deseó ¿Me ayudarás a cumplirlo?

—Creo que es hora que regreses y nos veamos en persona, pero te diré algo, tú me has visto antes y hasta hemos tenido intimidad, pero no quiero decirte más.

Corta la llamada ¿Por qué? ¿Por qué? Todo es un misterio con este hombre, no se que pasará realmente, estamos hablando que me enfrentaré a una de las organizaciones más grande, porque si personas poderosas la buscan a de ser por algo.

Era de noche, necesitaba despejar mi mente, he dejado mi celular apagado, se que si me llama mi hombre misterioso podría molestarse, pero necesito despejar mi mente, bajé a la piscina y me he llevado una sorpresa, la noche de hoy había una fiesta especial, en la entrada había un rótulo "Fiesta anual de la libertad y el nudismo".

En eso estaba pasando un mesero a mi lado.

—Disculpe ¿Que están celebrando?

—Es una fiesta que realiza un grupo de personas, no es algo nacional, pero cada año se reúnen personas de varias ciudades y celebran el orgullo de andar desnudo y de ser libre a escoger su orientación sexual, usted puede entrar, pero tendrá que desnudarse, por allá — me señala una puerta — hay unos vestidores, dónde puede dejar sus cosas, eso sí nada de camaras.

—Gracias por el dato.

La pensé un poco, pero el sexo es mi droga, fui al vestidor y había alguien del hotel.

—Buenas noches señora ¿Cuál es su número de habitación?

Le di el número de la habitación.

—Puede dejar su ropa conmigo y nosotros nos encargamos de llevarla a su habitación, cuando decida irse tendrá que venir hacia acá y pedir una bata, es libre de andar desnuda en todo el área de la piscina, pero no adentro del hotel, por respeto a los demás huéspedes.

—Entonces ¿Tengo que desnudarme frente a usted?

—No hay donde más hacerlo realmente, al final recuerde que será vista por muchas personas, una más no hará diferencia.

En eso entra una pareja, al parecer no era su primera vez, el chico le dió el número de la habitación, mientras que la chica comenzaba a desnudarse, ambos le entregaron la ropa, el la doblo, la hecho en bolsa y puso el número de la habitación, posteriormente salieron.

— ¿Pudo observar que los participantes habituales no tienen ningún inconveniente al quedar desnudo frente a mi? He visto a muchas personas desnuda en esta habitación.

— ¿Por qué tú no estás desnuda?

—Yo soy un trabajador del hotel, sería de muy mala educación, ser parte de las actividades de los huéspedes, en todo caso no está obligada a nada, sino desea participar tendría que abandonar el sitio ya que está reservado para esta fiesta.

—Esta bien tú ganas, pero no me mires

—Soy franco, no podré evitarlo, respeto a todos los huéspedes, pero soy un hombre y obviamente ver a una mujer desnuda reaccionaré, eso sí, nunca haré nada impropio.

—Mas te vale.

En eso comencé a quitarme el vestido, me di la vuelta y me quite el brazzier.

— ¿Lo disfrutas?

—Este es el día que más me gusta de mi trabajo, poder admirar a cada una de las mujeres en su esplendor natural.

— ¿Por qué no vienes y me ayudas con lo que me falta?

El no lo pensó dos veces, se acercó a mi, se arrodilló y comenzó a descender el calzón lentamente hasta quitarlo,luego guardó mi ropa y la etiquetó, salí inmediatamente de ahí sino me lo cogía

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante