La muchacha cada vez gemía más fuerte, hasta que los dos llegaron a acabar al mismo tiempo y el lo hizo adentro de ella, cuando el de salió, ella chorreaba.
—La clase a acabado, por hoy regresarán a sus habitaciones, tu ven aquí— dijo la profesora
Llamando a la que acababa de ser cogida.
—Tomate esto — dándole dos pastillas y un vaso con agua— no queremos que salgas panzona tan temprano y te limpias.
Ella aunque no quería se las tuvo que tomar delante de ella.
—Ahora váyanse todas.
Todas salimos con la cabeza agachadas, lo que menos queríamos era encontrarnos con otro hombre y presenciar nuevamente todo, al llegar a la habitación está muchacha fue inmediatamente a limpiarse, apenas salió del baño nos acercamos a ella.
— ¿Como fue posible te haya gustado que te violen? y delante de todas — dijo una.
—Al comienzo yo no quería, pero era como si me estuvieran ensartando un cuchillo ahí adentro y era muy doloroso, cuando la profesora me dijo que me relajará, no sabía cómo al inicio, pero luego el dolor que sentía fue desapareciendo y ya no importaba estar delante de todas ustedes, lo que empecé a sentir fue muy distinto.
—Lo dices como si fuera tu primera vez— dijo otra
—Es cierto no era mi primera vez, pero las dos veces que he tenido relaciones ha Sido de manera forzada, por no decir violada.
—De lo que se pierden, el sexo es de lo más placentero que hay, es cierto el profesor tiene sus atributos, pero no sé compara al macho que me desvirgó, fue un negro hermoso con un gran pene y gordo, yo no sabía dónde me alcanzaría tanto, pero el logro que me entrará y me llevo hasta el espacio, cada vez que lo recuerdo me hace mojarme, pero el desgraciado me vendió y ahora estoy aquí.
—Yo fui violada con la ayuda de mi propia madre, me vendió por $1500 dólares, luego me dijo que si quería vivir en esa casa, que era de mi padre,tendría que aportar dinero y al ser menor de edad nadie me daría trabajo, entonces ella me conseguiría a los clientes para que se acostaran conmigo— dije
— ¿Que hiciste? — pregunta otra
—Obviamente me fui de la casa, ese noche me querían robar y al no llevar nada de valor me quisieron violar, pero justamente salió una señora con una escopeta defenderme, el hombre salió huyendo, yo pensé que esa señora me ayudaría, me dio dónde quedarme y con ella estuve unos meses.
— ¿Te fuiste? — pregunta alguien.
—Esto es peor que una prisión —dijo otra.
—Cállense perras y dejen de quejarse, ustedes aquí no tienen derechos —dijo la entrenadora que nos enseñaba dónde quedaba el comedor.
Desde que llegamos aquí no habíamos comido nada, mi panza me chillaba, pero prefería guardar silencio, antes de quejarme, recibir una paliza y quedarme sin comer más tiempo.
—Al menos la comida no estaba mal— dijo alguien.
—Claro, no nos quieren gorda por eso no nos dan mucho, tampoco desnutrida, si se fijan aquella chica le dieron algo adicional y es que se mira desnutrida o aquellas que están pasada de peso y le dieron otro menú, todas nos tratan distintos aunque no lo veamos.
Después de desayunar comenzaron nuestras clases nuevamente, llegamos al salón, este era un poco más grande. Poco después llega la profesora.
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