Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 90

El me estuvo llamando en reiteradas ocasiones, yo no quería escuchar su voz, todo esté tiempo me ha mentido, pero buscaré mi venganza, no le contestaré hasta que él decida venir.

Alicia regreso con las evidencias, una de ellas fue una foto del acta de matrimonio, no entiendo cómo pueden conseguir esta información, pero es información valiosa, cuando veo la foto de la supuesta esposa, la reconocí porque es una figura pública, las demás fotos son chicas de la corporación, nada que le interese ahí.

—Dice el abogado que esta es la nueva prometida.

Al ver la foto me llené de rabia, la nueva prometida era Alison, mi supuesta amiga, a la que yo busqué como ayudar para que la sacarán del peor lugar que existe, me traicionó, en el foto se veían besandose.

—Cuando venga Juan, tu le dirás que he estado un poco mal y he pasado descansando.

—De acuerdo señorita Lucy ¿Lo seguirá atendiendo normal?

—Po el momento solo lo seguiré recibiendo, pero no dejaré que me toque, si el trata de tocarte le dirás qué andas en tus días, ha perdido todo el derecho con nosotras.

El embarazo se fue desarrollan sin ningún problema, al momento no presentaba ningún malestar, el siguió llamando, pero no era digno de venir, un día me llamó estando dormida, mi subconsciente me traicionó y conteste la llamada.

—Alo.

—Lucy que pasa te he estado de llamar, no contestas y tampoco regresas mi llamadas.

Me molestó que lo primero fue reclamar.

—Juan he estado algo mal, lo que menos quiero es hablar, tampoco eres digno de venir a visitarme, se supone que me querías aquí para tener mayor oportunidad de verme.

—Se que no te he visitado, pero no he podido, se me ha dificultado todo.

Casi se me salía algo de la esposa, pero pude reaccionar a tiempo.

—Pues si quieres saber más de mi ven a visitarme, yo no saldré para nada más que las visitas al médico, además imagino que has puesto vigilancia, siempre veo un vehículo parqueado, no se cual es tu afán de vigilar.

—Esos torpes no pudieron disimular mejor, no es que quiera mantenerte vigilada es solo por tú seguridad, no quiero que te pase algo.

—Nada de eso, quiero que esos hombres se vayan ya, me siento como si estuviera en una prisión y si no se retiran ten por seguro que yo mismo los correré.

—Lucy, pero que es lo que pasa contigo, has cambiado repentinamente.

—Estoy embarazada, que mayor cambio quieres, como te he dicho no puedo salir tranquila porque ya están tus gorilas detrás de mí.

El se quedó callado un momento.

—Esta bien, mandaré la orden que se vayan, pero por favor no vayas a cometer alguna estupidez.

— ¿Que tipo de estupidez crees que haré? Tratar de destruir a la corporación, eso ya me ha quedado claro que es imposible, casi la mitad de esta ciudad conoce de la existencia de ella, pero nadie se atreve a decir nada, es pelear contra algo imposible de ganar, ya te voy a dejar, me siento cansada y me despertaste solo para idioteces.

Le corté la llamada, Alicia estaba ahí y escucho todo, no me importa que ella escuché mis conversaciones, al final es mi mayor confidente.

—Alicia necesito sentirme viva, organizaremos una cita en línea, buscaremos a algún hombre que quiera tener sexo con una mujer preñada, pero para esa cita necesito a una doblé, mira lo que harás, buscarás a alguien que tenga el mismo físico que yo, la altura y todo, como panza aún no es visible entonces no importa, iremos a un salón d belleza las dos, ahí haremos un intercambio de ropa, estoy seguro que Juan no despachara a sus gorilas tan fácil así que tendré que hacer todo eso para tener a alguien.

— ¿Esta segura de querer hacer todo esto?

—Si, tampoco estaré como una monja sin hombre, yo soy adicta al sexo.

—Por que mejor no busco a alguien y lo hago pasar como mi pareja, creo que es más fácil y menos enredado, me gusta la idea, está bien hagamos eso, búscate algún chico guapo, lo que puedes hacer es ir a una disco, ahí encontrarás a varios que quieren tener sexo por una noche, te lo traes par acá y si el pregunta solo fue un ligue tuyo.

Vine y abracé a Alicia.

—Haberte encontrado fue lo mejor que me ha pasado, cuando decidas tener una familia me harás mucha falta.

—He estado pensando ser madre soltera, al final los hombres siempre son infieles y para estar llorando por alguien así, no vale la pena, igual cuando necesite algún ligue ya se donde encontrar.

—Bueno al menos el día que decidas quedar embarazada, que sea de algún chico guapo.

Nos pusimos a reír las dos, prácticamente estábamos planeando una vida sin hombres que nos estén jodiendo.

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