Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 96

Llevaba ya 5 meses de embarazo, Juan solo de aparecía a dejar cosas para el bebé, no le negaba el gesto al final era su hijo, en cambio yo seguía pensando la manera de tomar mi venganza, aún tenía suficiente efectivo, le pedí a Alicia que buscará una casa, pero que la dejará a su nombre, quería tener algo por si me tocaba salir rápido de éste sitio, los achaques aumento en este periodo, tenía mi ultrasonido para ver el sexo del bebé, llamé a Juan por si quisiera estar ahí.

—Hola Juan, quería decirte que hoy por la tarde tengo el ultrasonido para determinar el sexo del bebé ¿Quieres estar presente?

—Claro que quiero estar presente, dime dónde es.

—Te enviaré la dirección a tu teléfono, la cita es a las 3 de la tarde.

—Gracias por permitirme está presente.

—Al final eres su padre y no te puedo negar ese derecho.

Alicia no estaría conmigo, porque tenía visita con la de bienes raíces, por eso fue que invite a Juan, no quería ir sola realmente, al llegar al sitio el ya me estaba esperando.

—Hola Lucy, milagro andas sóla.

—Alicia tenía que hacer unas gestiones, además quería que tú estuvieras y solo permiten un acompañante.

—Aqui estoy, no te he fallado.

Entramos y ya nos estaban esperando, entramos directamente, a los minutos llega la radióloga.

—Buenos días Señora Lucy ¿Nerviosa?

—Un poco realmente, solo quiero que mi bebé este bien.

Ella comenzó el procedimiento, pudimos ver a nuestro niño, era el ultrasonido estándar así que solo podíamos ver la silueta.

—El bebé tiene buen peso y tamaño, todo se encuentra en orden.

— ¿Que sexo es? — pregunta Juan.

—Ya veremos eso también dependerá si el bebé se deja.

Después de luchar un poco, pudo localizar las partes.

—Indiscutiblemente les puedo decir que es...

Ella hizo una pequeña pausa.

— ...Una linda niña.

Al escuchar eso me puse afligida, yo no permitiría que le pasó algo malo a ella, pero está ciudad no es adecuada para que una niña crezca, me he dado cuenta que la corporación tiene tantos conectes que no les importa quien sea, ello solo esclavizan a cualquier adolescentes.

—Que alegré tendremos una niña, ya quiero verla — dijo Juan

—Yo también ya quiero ver a mi princesa.

—Bueno, por el momento eso es todo, en la recepción le entregaran los resultados del ultrasonido — dijo la radióloga

Pase trayendo los resultados, esos tendría que llevarlo a mi ginecóloga en tres días, al salir Juan se ofreció en llevarme.

— ¿Quieres que te llevé a casa?

—No, estoy bien así, iré al centro comercial, necesito comprar más ropa, está ya no me está quedando.

—Te puedo acompañar si gustas.

—Gracias por tu ofrecimiento, pero me veré con Alicia así que tú tranquilo, puedes regresar a tu vida.

—Pero que te pasa.

—No se me pasará fácilmente que me has mentido, tu esposa estuvo embarazada, pero perdió al bebé, así que no he Sido la única madre de tus hijos.

—Pero no nació y luego ella se canceló.

—Ya te lo he dicho, no olvidaré fácilmente esto, sino es porque me has sacado de la corporación, te aseguro que ya me hubiera ido lejos.

—Sabes que yo no te tengo amarrada.

—Cierto no me tienes amarrada, pero si vigilada constantemente, puede que ahora no los pueda ver, pero con lo que me hiciste el otro día, me hace pensar que dudas de mi, aunque no entiendo el porqué si sabes que los dos hemos aceptado que no habría fidelidad entre nosotros.

—Pero quiero que entiendas, yo te quiero para mí, no quiero que otros te toquen.

Escuchar eso me dió rabia.

—Haber si entiendo, tu te puedes revolcar con cuántas mujeres tú quieras, pero en cambio yo me tengo que limitar a ti, en tus sueños pasará eso.

—Debiste de pensar en eso cuando decidiste tener a mi bebé.

—No, el que está desubicado eres tú, yo no seré ninguna monja, mientras tú te comportas como un diablo, yo no soy ningún objeto para ti que puedes ordenar lo que quieras.

En eso vino me empujó hacia la camioneta y luego me agarró del cuello.

—Que no se te olvide, he pagado medio millón de dólar por ti, eres más mía que nadie, si yo quisiera te mando a la corporación y empiezo a recuperar mi dinero.

El no me estaba dejando respirar hasta que le di una patada en sus testículos.

—En tu vida me volverás a tratar de esta manera, prefiero mil veces ser una prostituta a estar así contigo.

El seguía tirado en el piso, aproveché esa oportunidad, tome un taxi y fui directo a la casa, estando ahí llame a Alicia.

—Alicia quiero que canceles la compra de la casa y te vengas pronto.

— ¿Que pasa señorita Lucy?

—Cuando estemos aquí te lo diré.

Tenía miedo de que el se apareciera y armara un alboroto, tome un cuchillo y estaba lista a hacer cualquier cosa, escucho que se detiene un auto afuera de la casa, era él, salí inmediatamente con el cuchillo en la mano.

—Lárgate de aquí, hoy me has lastimado lo suficiente.

—Lucy disculpa, no quería actuar de esa manera, por favor hablemos de manera civilizada.

—Eso debiste de pensar cuando me tomaste del cuello, así que mejor lárgate ante que yo haga cualquier locura.

El se subió a su camioneta.

—Esto no se quedará así, no creas que te has liberado de mi tan fácilmente.

Después de eso se fue, a los 10 minutos llega Alicia, me encontró en la sala.

—Señorita Lucy ¿Que pasa?

—Hoy me agarró del cuello, me tomo como si fuera cuálquier cosa y casi me mata, si no es porque le di una buena patada creo que me hubiera matado.

— ¿Que piensa hacer?

—Mientras no tenga a la niña no puedo hacer nada, pero no permitiré que me siga humillando, tenemos varias semanas, pero haré que se arrepienta por todo lo que me ha hecho.

—Sabe que puede contar conmigo en lo que sea.

—Lo se.

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