—Yo… mi corazón está cerrado a temas de amor, Marcus, no quiero hablar de eso.
Ella intentó alejarse, él sintió un dolor en su pecho, pero antes de que ella se levantara, la devolvió.
—Evana, ¿No eres muy joven para pensar eso? ¿Cuántos años tienes? Muy pocos, estás en primavera, debes ser paciente para el amor.
Ella lo miró, sintió más calor en su cuerpo.
—Solo quiero… estar en paz, es todo, tal vez irme, y…
Él siseó, su dedo índice se puso en sus labios.
—No dije que renunciaras a la idea de irte, no dije que ahora serías mía.
Ella sintió que su corazón latía tan fuerte, que creyó que él podría escucharlo.
—Pero…
ÉL no la dejó hablar, sus labios rozaron los suyos, ella se estremeció al instante, el beso apremió, su lengua acarició la suya, podía sentir la humedad, la intensidad, su aroma como una droga que cegaba su razón.
Cuando acordó, sintió que el cierre de su vestido estaba abierto, y sus manos en su espalda, vagando con delicadeza, el toque de su piel enviaba un mensaje certero a todo su cuerpo, era algo delicioso, que la hacía temblar.
Sus labios abandonaron su boca, descendieron por su cuello, sintió que ahora, no solo su corazón latía, sabía lo que ocurriría, se fundirían en uno solo, pero tuvo miedo.
—¿Qué pasa? —dijo al sentir su ligero rechazo.
Los ojos de Evana el miraron con miedo.
—Yo… es que… quisiera decirte, que me hubiese gustado ser mejor para ti… ser una mujer pura y…
Él siseó.
—Evana, escúchame, no me importa ser el primero en tu cuerpo, ni tu primer amor, o el último, no puedo prometer sobre un mañana que no conozco, pero puedo prometer sobre ahora, quiero amarte, eres perfecta para mí así como eres hoy, y sé que eres la mujer hecha para mí, a mi medida, como si fueras una gemela de mi alma, sé que tienes miedo, yo también lo tengo, ser herido, mi corazón ha estado roto, nada dura para siempre, solo puedo decirte que necesito que seas mía, aquí y ahora, te deseo…
Se adentró en ella de una sola estocada, mientras se movía rítmicamente, ella había perdido la cordura.
—Evana… mi Evana, te amo…
Ella estaba en frenesí, ni siquiera puso atención a sus palabras, abandonada a ese momento de placer, él aceleró las embestidas, sentía tanto placer y estaba adorándola, justo ahí comprendió la diferencia entre hacer el amor y tener sexo; creyó que se trataba de la forma de acariciar, la pasión era importante, pero había algo que nunca encontró en sus otras amantes, algo que Evana le inspiraba de forma genuina, ese deseo de hacerla gozar, pero también de besar su frente, de rendirse a ella como si fuera una plegaria, era la paz de poder descansar y dormir a su lado, y entonces lo supo, Evana era su amor, no sabía desde cuándo se había enamorado, quizás cuando la encontró débil y tan fuerte para seguir luchando por su vida, ahora ella era su única, el pasado ya no importaba, estaba dispuesto a entregarse en cuerpo y alma, a ser feliz y hacerla feliz. Abrazó su cuerpo mientras la penetraba con más fuerza.
Evana estaba perdida en ese mundo de sensaciones, supo que nunca hizo el amor de esa manera, nunca fue tan mujer como con Marcus Ford, sintió su cuerpo tenso, liberarse, entonces gimió con fuerza, había llegado al orgasm*o, tembló entre sus brazos y un segundo después, él también lo hizo, sonrió, mientras besaba sus labios.
No se dieron cuenta que por la ventana alguien los miraba con tanto odio, que hubiese querido quemarlos en el mismo instante.
Álvaro vio esos cuerpos convulsionando de placer, abrazados y enamorados, siempre pensó que solo era una pantalla, una mentira que Evana se inventaba para vengarse, pero ahora, estaba horrorizado, retrocedió, no podia soportarlo más, algo dolía en su pecho, su ego destrozado, sus ojos estaban enrojecidos, corrió tan rápido por el bosque, debía volver a su auto, se detuvo y vomitó, luego las lágrimas cayeron por su rostro sin control, sus manos eran un puño de odio.
—¡Maldito seas, Marcus, me lo has quitado todo! ¡Maldita Evana, eras mía, no debiste ser de otro! —sollozó—. Acabaré con los dos, ¡Los mataré! No serán felices, juro que no serán felices, si yo tampoco lo soy.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy la esposa del tío de mi ex
Buenas tardes: espero esten bien, cuando suben mas capitulos......