Marcus daba vueltas por el jardín, se sentía tan fastidiado, recordaba las palabras de su madre, su golpe, sentía rabia.
Pensó en lo que le dijo Evana, decidió poner manos a la obra.
Tomó su teléfono y llamó, o tardó ni dos sonidos, cuando la mujer respondió, su voz parecía ansiosa
—¿Qué es lo que quiere? Supongo que, va a maldecirme y a odiarme.
—Dijiste cosas horribles sobre mí, ¿Qué puedo pensar al respecto, Pilar, ¿Qué puedo decirte?
—Lo acusé porque es verdad, usted me hizo daño, abusó de su poder, lo usó contra mí, soy una víctima suya, no quiera juzgarme, no revictimizarme.
Marcus sonrió, la mujer parecía estar jugando un juego, una doble cara, como si pensara que él pudiera grabar la llamada, estaba muy a la defensiva, Marcus supo que mientras ella tuviera esa postura, no iba a poder obtener lo que quería, debía suavizarla, recordó las palabras de Evana, una mujer despechada puede ser el peor enemigo de un hombre, pero una mujer enamorada daría el mundo por él.
—No quiero lastimarte, en realidad, no es mi intención, siempre pensé que eras la empleada perfecta, pero todo cambió, lo sabes.
—Por su esposa, todo cambió cuando ella apareció en nuestras vidas, Evana acabó con todo —sentenció
Marcus odió a la mujer.
—Bueno, esa es tu perspectiva, Pilar, deberíamos conversarla, veámonos, tú y yo, donde quieras, no te veré en un lugar solo, puede ser en un restaurante, en la empresa, donde sea, podemos hablar, llegar a un acuerdo.
—¿Quiere comprar mi voz?
—No, quiero reconciliarme contigo, la verdad, es que, cuando te fuiste así está mañana, me sentí triste de terminar así.
—¿De verdad?
—Pilar, han sido años laborando juntos, me arrepentí, pero, te fuiste tan pronto, no he dejado de pensar en ti, desde la mañana, pensando si cometí un grave error, luego vi eso y pensé que me odiabas, que ya no había remedio, eso me entristeció aún más, porque pensé, tanto que juraste amarme, para terminar así, con tanto odio, como enemigos, eso fue doloroso para mí, no sé si fue igual para ti.
—Sí, lo es, es duro para mí.
—Lo sé, veámonos.
—Está bien, en su pent-house.
Marcus respiró profundo.
—Sí, sé que Álvaro está detrás de esto, no le creas, Pilar, él solo quiere dañarme, intentó matarme.
—Es culpa de Evana, señor Marcus, ella quiere destruirlo, no se da cuenta de que ella es su perdición.
—Hablemos en el pent-house te veo en una hora ahí, hablemos ahí, y escucharé lo que tengas que decir de Evana.
Marcus colgó la llamada, Evana se acercó lento, él asintió.
—La veré, no sé si hago lo correcto.
Evana respiró profundo
—Sí lo haces, cariño, ahora hay que preparar todo.
Evana llamó a los guardias de Marcus, ellos se encargaron de montar un teléfono móvil escondido para grabar, y así transmitirlo en vivo.
Álvaro regresó a casa, apenas se enteró de la noticia se sintió feliz.
—¡Y no es la única buena noticia que tengo! Pronto me quedaré con toda la fortuna Ford, y seré el presidente de la empresa Ford, tengo a Marcus en mis manos.
—¿Por qué lo dices, hijito?
—Ya lo verás, madre, será espectacular como terminará Marcus Ford, aún falta tiempo, pero el que persevera alcanza, mañana iré a la empresa, quieran o no estaré ahí, me burlaré de Marcus, provocaré que pidan su renuncia como presidente de la empresa Ford.
—¿Y eso es justificación para lo que me hiciste? Mataste mi sueño, Pilar, ser presidente de la empresa Ford era mi mayor logro, sabes lo que significaba para mí, te lo dije, y me fallaste.
—¡No! Es que estaba enojada, no me digas eso, por favor, me duele, me rechazaste, me echaste de tu lado, como si fuera nada, ¿Qué querías que hiciera? —exclamó la mujer—. Lo único que pensé fue en esto, si no eras mío, no tendrías nada, si no me amabas, te acusaría de abusarme, incluso si era mentira, estaba furiosa, aún lo estoy.
Marcus asintió.
—Que tristeza me das, porque, eras una buena empleada, peor en el corazón no se ordena, Pilar, a veces, llega alguien y es tu alma gemela, lo siento, solo amo a una mujer, Evana Ford.
Pilar pateó el piso con fuerza.
—Pues ahora, no serán felices nunca.
Pilar salió tan rápido.
Marcus recibió una llamada, la conversación fue transmitida en su red social ante miles de personas en un en vivo, ahora ya había terminado la grabación.
Marcus sonrió.
Pilar subió al elevador para irse, al descender recibió una llamada, era Álvaro.
—¡¿Qué demonios hiciste, Pilar?! ¡Lo confesaste todo!
—¿Qué dices?
—Marcus lo grabó todo, lo transmitió en vivo en su red social, te has descubierto tú misma.
La mujer soltó el teléfono sintió rabia, odio, se echó a llorar.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy la esposa del tío de mi ex
Buenas tardes: espero esten bien, cuando suben mas capitulos......