Nicol entró a la sala de urgencias, ella lloraba, asustada, se sentía tan sola.
—La mujer ha perdido líquido amniótico, comenzaremos con la labor de parto.
Nicol sollozó, no sabía que hacer.
—Señora pasará a labor de parto, le harán una cesárea urgente, está perdiendo liquido amniótico, y su presión se está alterando. Necesito el número del padre de su bebé, o de alguna persona a quién llamar de emergencia.
Nicol pensó en Álvaro, en Stella.
—¿Puedo morir? —exclamó con la voz débil por el dolor y el llanto
La enfermera le miró con algo de compasión.
—Señora… su estado es crítico —dijo, y ella supo que estaba más grave de lo que se decía.
—Yo… tengo una hermana, podría llamarla, se llama Evana Ford, dígale que Nicol le pide ayuda, dígale que recuerde que es mi hermana por los bueno momentos, pídale que cuide a mi bebé, por favor.
La enfermera asintió, Nicol le dio el número de teléfono y la llevaron al quirófano con gran urgencia, pues perdía más líquido amniótico, debían luchar por salvar a su bebé.
Evana estaba recostada, Marcus entró en la alcoba, la vio ahí, escuchó su ligera respiración, pero sabía que fingía dormir.
Se acercó a ella, se sentó al filo de la cama.
—Sé que me odias, nunca quise llegar a esto, porque te amo, Evana, es por ese mismo motivo que estoy aquí. No quiero, no puedo perderte, odio a Álvaro como nunca pensé odiar en la vida, a pesar de eso tú me enseñaste que el amor es más fuerte, por eso volví, porque te amo, y amaré a nuestro hijo con todas las fuerzas de mi alma, así como te amo a ti.
Evana limpió sus lágrimas enderezó su postura, le miró incrédula.
—¿Qué dices? —exclamó confusa
—No me importa si ese bebé que llevas en el vientre es de Álvaro o mío, voy a amarlo como a mi hijo, porque sé que tú lo amas, y no puedo concebir mi vida sin tu amor.
Evana se acercó a él, tocó su rostro, lo acarició con sus delgados dedos, él entrecerró los ojos, disfrutar su caricia era como tocar la gloria.
—Te amo, Evana.
—Mírame.
Él abrió los ojos, ella tomó su mano, la puso en su vientre.
—Este bebé es tuyo, tú eres su padre, y yo su madre, es el fruto de nuestro amor, y te amo, nunca dejaré de amarte.
Ella besó sus labios, entre el sabor salado de las lágrimas, él la abrazó, apremió el beso, la adoraba, no le importaba nada, como ser feliz y sentir esa paz que solo ella podía darle.
El sonido de una llamada los detuvo.
Evana dijo que no conocía el número, respondió rápido.
—Hola. Sí, ella habla, sí la conozco, ¿Qué pasa con ella?
—La señora Nicol Ford acaba de entrar en labor de parto, pero no está bien, su presión arterial está aumentando, tuvo perdida de liquido amniótico, su bebé nacerá de ocho meses y medio, ella está grave, y cuando le pedimos llamar a un familiar, me pidió llamarla a usted y decirle que viniera, la señora Nicol pidió que le recordara que fueorn hermanas en los buenos tiempos, y que cuidara a su bebé.
Evana estaba consternada.
—Espero que esté bien, sé que, Nicol no ha sido buena conmigo, cambiamos, pero de niñas, hubo un tiempo en que nos quisimos, además, la muerte de nuestros padres la sufrimos juntas.
Marcus la abrazó, besó su frente.
—¿Ves? ¿Cómo no podría amarte? Tienes un corazón de oro, Evana, solo tú puedes preocuparte por quien no lo merece, eres demasiado buena para este mundo.
Ella sonrió.
—No es así, solo, creo que todos nos equivocamos, el amor puede elevarte al cielo o bajarte al infierno, no es que perdone a Nicol, pero no suelo dejar a las personas en su peor momento, menos si han pedido ayuda.
El doctor salió.
—¿Son familiares de Nicol Ford?
—Soy su hermanastra, soy su único familiar, a su esposo no lo localizamos —inquirió, aunque fuera mentira
—Si no localizamos al esposo, usted siendo su hermanastra legal, puede ayudarnos, la señora Nicol, por desgracia, murió en el parto, tuvo un derrame cerebral ya que su presión se elevó demasiado, por suerte la bebé fue salvada.
Los ojos de Evana se abrieron con angustia
—¿Está muerta…? —exclamó—. ¿Y como está la pequeña niña?
—Ella está bien, tuvo suerte de nacer rápido, ya que estuvo a punto de tener sufrimiento fetal, gracias a la rápida intervención no fue así, está en una incubadora, pero está bien, tiene un buen peso, mejorará, ¿Ustedes estarán cuidando al bebé?
Marcus y Evana se miraron incrédulos, sin saber la respuesta.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy la esposa del tío de mi ex
Buenas tardes: espero esten bien, cuando suben mas capitulos......