Totalmente hot (COMPLETA) romance Capítulo 26

Mi nombre es Iasmin y tengo 25 años, hace unos días que estoy sintiendo un dolor sordo en el lado derecho del vientre. Mi madre insiste en que podría ser neumonía y no descansó hasta que hice una cita.

Salete - Hija, tienes que ir a hacerte pruebas, eso no puede ser bueno.

Iasmin - ¡Exageras mamá, no tengo nada! Pero para que estés más tranquilo, voy a concertar una cita.

No tenía miedo de lo que pudiera ser, creo que es una exageración de mi madre... pero por si acaso prefiero irme de una vez a ver si deja de hablar de este tema.

Al día siguiente, me duché, me vestí y tomé los documentos. El hospital no quedaba lejos de mi casa, llegué e hice el formulario y ya estaba esperando en la recepción mi turno para entrar. Fui con un vestido suelto para facilitar el examen ya que probablemente pedirían radiografías y todas esas cosas aburridas.

Hasta que como veinte minutos después me llamaron, me llevaron a una habitación donde me esperaba un hombre guapo con bata blanca. Debía medir un metro ochenta, tenía una barba sensual y ojos verdes.

Claudio - Por favor, siéntate y dime ¿qué te trae por aquí?

Me senté y dejé la bolsa a un lado, cruzando las piernas entonces… Noté que las miraba y hasta le dio un pequeño lametón a la boca. A pesar de ser médico allí, me enfrenté a un hombre más lleno de deseos y anhelos.

Iasmin - Desde hace unos días estoy sintiendo un dolor un poco molesto aquí mismo en la barriga, mi madre insistía en que me viniera.

Claudio - ¿Puedes mostrarme exactamente dónde está este dolor?

Metí la mano y lo anotó en el papel, luego se levantó con ese palillo y me revisó la garganta pidiéndome que abriera bien la boca.

Claudio - ¿Puede levantarse un momento, señorita?

Iasmin - Por supuesto.

Me levanté y con el estetoscopio estaba escuchando entre mis senos, en la parte de atrás.

Claudio - ¡Respira hondo!

Obedecí, volvió a pasar frente a mí y desabrochó el botón superior de mi vestido. No esperaba esto, pero miré dentro de su bata de laboratorio que estaba abierta y vi que su pene estaba duro mientras insertaba lentamente el dispositivo entre mis senos.

Yo también me mojé y no me pude resistir, metí mi mano dentro de su pantalón llegando a su pija mojada y me miró cerrando los ojos y disfrutando de mi cariño.

Claudio - ¡Qué deliciosa mano!

Iasmin - ¿Le gustó doctor?

Claudio - Creo que necesitas una consulta más detallada.

Me acercó y nos besamos y pasó sus manos por todo mi cuerpo, rápidamente fue a cerrar la puerta para que no nos molestaran y no pusiéramos en riesgo su trabajo. Saqué su polla y comencé a masturbarme lentamente, esa herramienta gigante y llena de venas y apenas cabía en mi manita. Pasé mi mano por su pecho y le pedí que se quitara el abrigo y la camisa...

Claudio - ¡Tómalo todo perrita!

Me dio un beso y ambos nos desnudamos, me empujó a su mesa y comenzó a masajear mi coño con sus dedos y me masturbé mientras nos besábamos en la boca. Me acercó más y sintió su dura polla tocar mi coño mojado, comencé a frotarme contra él.

Claudio - ¡Qué rico, quiero curarte y ponerte bien!

Iasmin - Estoy segura de que lo hará, doctor.

Iasmin - Vete a la mierda.

Cuanto más pedía, más me daba, de repente bajó mi pierna, cerrándose ambas alrededor de su polla y yo todavía estaba boca arriba, haciéndome aún más apretado y continuó enviándolo adentro y golpeando su cadera con fuerza en mi trasero.

Claudio - Joder, que cachonda mujer.

Tomó su polla y volvió a sentarse en la silla y me jaló del cabello obligándome aún más abajo para entrarme una vez más, no puedo ni contar las corridas que le di a ese doctor bastardo. Lo sostuve con ambas manos en su pecho, debajo me estaba dando fuertes golpes de arriba abajo lanzándome con todas sus fuerzas y mi concha estaba siendo golpeada sin piedad y yo estaba disfrutando mucho de esa penitencia.

Sé que estaba a punto de correrse, tenía el ceño fruncido, estaba contrayendo la barriga y tenía los testículos muy retraídos...

Claudio - Me voy...no puedo más.

Iasmin - Lo quiero adentro, dámelo, dámelo ahora, ¡va a estar muy rico!

Susurró y me envió leche tibia. Minutos después estaba otra vez duro me levanté y sobre mi espalda tomé su polla y la puse entre mis piernas masturbándome allí.

Claudio - ¡Qué delicia de grelinho duro, me encanta sentirlo tocar mi polla!

Me movía de un lado a otro y le encantaba, luego se inclinó y me invadió de nuevo. Empezamos a follar de nuevo y delicioso, su polla poco a poco iba entrando y saliendo de mi apretado y muy sucio ppk, estuvimos follando durante horas dentro de esa oficina y ya me imagino la cola que debe haber afuera.

Iasmin - Vaya doctor, disfrute de un sabroso coño, vaya.

Hice una voz muy angelical y él no pudo resistirse, se vino como un caballo a mi oído y lo escuché sentir tanto placer y me vine. Después de eso pidió una radiografía, dijo que estoy muy enferma y que debo ir todas las semanas para que me atienda. Nuestras consultas solo tienen tiempo para comenzar, nunca para terminar.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Totalmente hot (COMPLETA)