UN ACUERDO romance Capítulo 23

—¿Eso que Sophie quiere hacer es bueno no? — preguntó Fiorella algo confundida con lo que acaba de pasar.

—Siempre y cuando todos sepan que está casada, no hay problema, ella tiene que darle primero el lugar al esposo, por eso yo no quería que trabajará — Alexis miró a su suegro.

—A mí en realidad no me molesta que trabaje y quiere ser independiente Oliver, pero te doy la razón cuando dices que todos deben de saber que está casada, osea que no está disponible. — su suegro asintió dándole la razón.

Luego de dos horas Alex sentía que se iba salir de control, Sophie no había vuelto con él, por el contrario, había estado junto con su amiga y él hermano de ésta, quien en cada momento se acercaba más a ella y si no había perdido aún el control era por su suegros estaban cerca y además que todo lo veían tan normal, claro, menos él.

—Sophie quieres bailar conmigo — Robert le preguntó cuando una música suave empezó a sonar, y varias parejas se fueron a la pista, ella miró a su alrededor pero no vio a Alexis.

—Claro — dijo sólo por cortesía, ella no era tonta, sabía el interés que había despertado en Robert, pero a ella no le interesaba, aceptó la mano, que él le ofrecía y la llevó directo a la pista de baile donde la pegó a su cuerpo, Sophie se sintió incómoda pero trató de no demostrarlo.

—Eres muy hermosa Sophie — dijo mirándola a los ojos y a sus labios.

—Gracias, mi esposo me lo dice todas los días — Robert buscó con la mirada a Alexis y lo encontró muy entretenido con una rubia — Sí ya veo — dijo con cierta malicia en su comentario — ella siguió la mirada de él y no le gustó ver como tenía a una mujer casi encima, sus celos salieron a flote era un maldito perro, en ese instante como si él sintiera la mirada de su esposa levantó la vista y la vio en la pista, muy a brazada el tipo ese, mientras que estos lo veían con el ceño fruncido, se había alejado de sus suegros para ir con Sophie pero se topó con una nuevo proyecto de trabajo que estaba tan concentrado en el plan que Rebeca le planteaba que no había notado lo cerca que estaba por lo que se alejó, un poco incómodo, volvió la mirada a su esposa, pero ella ya no estaba a su vista, se había alejado bailando con ese maldito hombre

—Rebeca, creo que debería mencionarle esto a Rosa, ahora iré con mi esposa — dijo frustrado y enojado, no esperó respuesta, se fue directo a la pista, en busca de su mujer, pero a mitad de camino un hombre lo interceptó, uno al cual quería romperle la cara.

—Alexis Black — dijo divertido.

—Yael Owens —dijo con los dientes apretados.

—Veo que tu esposa no pierde el tiempo, sigue siendo el misma cualquiera, ¿cómo dejas que te ponga los cuernos delante tuyo? — era tan sisañoso, que estaba logrando su cometido, Alexis volvió a buscar a su esposa y la encontró riendo de algo que él imbécil le decía en su oído — esa sonrisa que nos hace saber que está disfrutando los halagos que le damos los hombres, al menos Keyla es directa y muestra su verdadera cara, pero te equivocaste al elegir esposa, cosa que te agradezco porque me quitaste a una zorra del camino — cuando Alexis reaccionó era muy tarde, porque Yael había dado la vuelta y se había ido, caminó furioso hasta dónde se encontraba Sophie.

—Es hora de irnos — la agarró del brazo y la separó del idiota que los miraba extrañado. Sophie no dijo nada, solo asintió.

—Hasta luego Robert, nos vemos el lunes — dijo con una sonrisa amable, Alexis apretó más su agarre a un punto donde la estaba lastimando, ella supo que estaba molesto — Black me lastimas — la mirada que él le dio la cayó de inmediato, algo le decía que la noche no terminaría nada bien.

Cuando llegó el auto, no vio a Daniel por ningún lado, cosa que le extrañó.

—¿A dónde crees que vas?

—A mi habitación, estás enojado y aunque no sé el porqué, no pienso lidiar contigo — dijo tratando de no mandarlo a la mierda, estaba apuntó. de explotar.

Sin importarle nada, Alexis la agarró del brazo y la subió arrastras.

—Alex detente — Sophie sentía que en cualquier momento caería de bruces, pero él se hacía de oídos sordos.

Ella observó cómo entraban a la habitación de Alex y su corazón empezó a latir más deprisa.

—¿Qué hacemos aquí? — dijo nerviosa, tratando de sonar tranquila.

—Vas a cumplir tu deber como esposa. — dijo Alexis mientras empezaba a quitarse la camisa, Sophie se sintió como pez fuera del agua, él no podía hablar en serio ¿o sí?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: UN ACUERDO