- A usted ya la podemos dar de alta, pero, tiene que tener mucho cuidado con su herida, necesita curarse completamente - habla el doctor.
- ¿Y Drake? - pregunto ignorando todo lo que dijo.
- Él está descansando - asiento con la cabeza lentamente.
- ¿Lo puedo ver? - me miró serio.
- En cuanto despierte le avisaré - me recuesto sobre la camilla nuevamente.
- Lo quiero ver - me extiende su mano para levantarme.
- Usted ya se puede ir a su casa a descansar, además su familia está esperando.
- Pero necesito ver a mi novio - o lo que sea que fuéramos ahora.
- Como le dije, en cuanto despierte le avisaré, y usted podrá verlo - dijo en gesto de cansancio de tanto repetirlo.
- Está bien - dije resignada a que no me daría más información.
- Bien, recuerde tomarse la pastilla, y ponerse la crema para que le cicatrice lo antes posible.
- Está bien - dije y me retire de la habitación.
- Hija - dijo mi mamá al llegar hasta la sala de espera - Me alegro de que te encuentres bien - me abrazó, papá también se unió al abrazo, en una esquina se encontraban los padres de Drake.
- Tengo que hablar algo - dije mirándolos curiosamente.
- Bien, tu padre y yo iremos a firmar tu salida - dijo mientras le agarra a la mano a papá y se alejaban, yo me dirigí donde se encontraban ellos.
- Hola - dije un poco nerviosa, no por el hecho de que eran mayores y superiores a mi por dinero, sino que sus joyas la hacían ver intimidante, el padre de Drake, lo cual desconozco sus nombres por completo, se veía más amigable, con sus arrugas y sonrisa de viejo, era más confiable.
- Hola cariño - y sin verlo venir, o pensarlo, ella me abraza, necesitando uno urgente.
La escuché sollozar un poco.
- Él estará bien, es muy fuerte - dije dándole ánimos.
- El doctor dijo que la herida se le ha inflamado, y corre riesgo de que se le abra, y eso me asusta, nunca he visto a mi hijo así - su voz se quebró.
- Va a mejorar, todo saldrá bien - dije intentado convencerme.
- Estamos agradecidos que tu seas su futura esposa, sabía que la habíamos escogido correctamente. - habló el señor. - Soy Ronald Benedict Mucho gusto por fin conocerte, en - hizo movimientos con las manos - quizás buen estado de salud para ti. - me separé de la señora.
- Soy Helka, como ya sabrá - me extendió la mano, nos dimos un apretón de manos.
- Yo soy Madeline - habla la mamá de Drake.
- Mucho gusta en conocerlos - les dediqué mi sonrisa más perfecta.
- ¿Te quedarás con Drake?
- Señora Madeline, el doctor me dijo que me fuera a casa a descansar - los señores Benedict se miraron dudosos.
- Yo hablaré con el doctor, te necesita más que nunca.
- Si - dije un poco cabizbaja.
Cuando me enteré de que Drake iba a ser mi esposo, nunca creí que quizás me iba a gustar un poco, o al menos tenerle cariño, nunca pensé que un hombre de pronto me iba a importar tanto.
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