Un contrato de amor romance Capítulo 22

- A usted ya la podemos dar de alta, pero, tiene que tener mucho cuidado con su herida, necesita curarse completamente - habla el doctor.

- ¿Y Drake? - pregunto ignorando todo lo que dijo.

- Él está descansando - asiento con la cabeza lentamente.

- ¿Lo puedo ver? - me miró serio.

- En cuanto despierte le avisaré - me recuesto sobre la camilla nuevamente.

- Lo quiero ver - me extiende su mano para levantarme.

- Usted ya se puede ir a su casa a descansar, además su familia está esperando.

- Pero necesito ver a mi novio - o lo que sea que fuéramos ahora.

- Como le dije, en cuanto despierte le avisaré, y usted podrá verlo - dijo en gesto de cansancio de tanto repetirlo.

- Está bien - dije resignada a que no me daría más información.

- Bien, recuerde tomarse la pastilla, y ponerse la crema para que le cicatrice lo antes posible.

- Está bien - dije y me retire de la habitación.

- Hija - dijo mi mamá al llegar hasta la sala de espera - Me alegro de que te encuentres bien - me abrazó, papá también se unió al abrazo, en una esquina se encontraban los padres de Drake.

- Tengo que hablar algo - dije mirándolos curiosamente.

- Bien, tu padre y yo iremos a firmar tu salida - dijo mientras le agarra a la mano a papá y se alejaban, yo me dirigí donde se encontraban ellos.

- Hola - dije un poco nerviosa, no por el hecho de que eran mayores y superiores a mi por dinero, sino que sus joyas la hacían ver intimidante, el padre de Drake, lo cual desconozco sus nombres por completo, se veía más amigable, con sus arrugas y sonrisa de viejo, era más confiable.

- Hola cariño - y sin verlo venir, o pensarlo, ella me abraza, necesitando uno urgente.

La escuché sollozar un poco.

- Él estará bien, es muy fuerte - dije dándole ánimos.

- El doctor dijo que la herida se le ha inflamado, y corre riesgo de que se le abra, y eso me asusta, nunca he visto a mi hijo así - su voz se quebró.

- Va a mejorar, todo saldrá bien - dije intentado convencerme.

- Estamos agradecidos que tu seas su futura esposa, sabía que la habíamos escogido correctamente. - habló el señor. - Soy Ronald Benedict  Mucho gusto por fin conocerte, en - hizo movimientos con las manos - quizás buen estado de salud para ti. - me separé de la señora.

- Soy Helka, como ya sabrá - me extendió la mano, nos dimos un apretón de manos.

- Yo soy Madeline - habla la mamá de Drake.

- Mucho gusta en conocerlos - les dediqué mi sonrisa más perfecta.

- ¿Te quedarás con Drake?

- Señora Madeline, el doctor me dijo que me fuera a casa a descansar - los señores Benedict se miraron dudosos.

- Yo hablaré con el doctor, te necesita más que nunca.

- Si - dije un poco cabizbaja.

Cuando me enteré de que Drake iba a ser mi esposo, nunca creí que quizás me iba a gustar un poco, o al menos tenerle cariño, nunca pensé que un hombre de pronto me iba a importar tanto.

- El doctor ya nos puede atender. - miré a la rubia, quien me fulminaba con la mirada, sin las miradas mataran, ya estuviera en el 10mo cielo.

- Bien - miro a su esposo - cariño, vamos.

El señor Beni se junta con nosotras, no saluda a Nancy.

- Por aquí - dijo la enfermera al momento de notarnos junto a ella.

Nos dijimos por unos pasillo. Hasta llegar a un tipo consultorio.

- Aquí los dejo - Y noté que Nancy nos seguía.

- Quiero verlo - dijo con ansiedad sosteniendo en sus manos de cristal su bolsita color rosa.

- Ahora si, ¿Verdad? - al parecer la señora Beni se había cansado de la presencia de Nancy.

- Drake es alguien muy importante en mi vida - dijo algo dramática.

- Sé que es tu mejor amigo querida pero ahora es momento de la familia - dijo avisándole.

- ¿Y ella quién es? - preguntó indignada señalándome.

- Ella es su esposa - dijo la señora Beni para luego entrar los tres, yo los seguí, dejando atrás a Nancy, me giré para verla y su cara expresaba, odio, sorpresa y confusión.La chica me miro fulminante, a lo que temí, una mujer despechada por su amor.

- Se está recuperando lentamente - avisó el doctor al ya poder ver a Drake sobre la cama y sus ojos cerrados, no lo soporto a verlo así, solo sentía un dolor en el pecho.

Es horrible, lo peor del mundo, ver al amor de tu vida o alguien importante para tí, entre aparatos y cables en un hospital, por haberte salvado, por parte me sentía culpable, pero también estaba muy agradecida con él.

Entonces solo pienso en que las cosas hubieran salido peor.

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