Un contrato de amor romance Capítulo 47

Las madres de los chicos se habían ido al centro un rato, fueron en el carro.

Kely, Brent, Agnes y yo, nos habíamos quedado en la casa.

Brent estaba en la cocina rebuscando que comer.

- Así que eres la mejor amiga de Agnes - dijo Kely, parecía alguien de dulce carácter.

- Eh, si, somos mejores amigas desde niñas, siempre hemos estado juntas.

- Así la pequeña y rebelde Agnes si hizo una amiga de por vida - Agnes sonrió.

- Si, lo hice - dijo orgullosa, me lanzó una mirada amistosa.

- ¿Por qué dices eso? - pregunté curiosa.

- Por la rebelde Anges siempre decía que ella no iba a tener amigas, pero solo eran cosas de niñas.

- Fue muy tonta en su niñez - dijo Brent bromeando.

- Ey - se quejó Agnes lanzándole una mirada amenazadora.

- No pues, mira, hablando serio, Agnes de niña fue muy mala,... No podías acercarte a ella o tocarle porque enseguida se ponía a la defensiva - ella bajó la mirada, comenzó a jugar con sus dedos en la mesa. Noté un aire extraño en ella.

- Era muy extraña en un sentido MUY EXTRAÑO - dijo Kely.

- Cállense, no saben ustedes por lo que pasaba yo - dijo sería y algo enojada.

- A esa edad un niño sufre porque no le compraban dulces, ¿Eso era sufrir para ti? - dijo haciendo muecas.

- Cállate si no sabes, ¿Si? - bajé la mirada intentado analizar.

Perece que se avecina una tormenta.

- Lo siento - dijo Brent, alzó sus manos a la altura de sus hombros en expresión de inocencia.

- ¿Qué hora es?... Ya es tarde - dice sin ver el reloj - es hora de llevarte a casa.

- NO - Dije precipitada - creo que me quedaré en un motel de carretera.

Principalmente no iré con Drake, seré egoísta en esa parte, estar con él sin que el sepa que estoy rebuscando parte de mi vida y la suya por roce. No iré donde mis padres por las mas obvias razones.

- Entonces mejor quédate en mi casa - dijo Agnes ofreciéndose.

- No, está tu familia - dije mientras me levantaba de la silla.

- Insisto, no gastes el dinero solo para quedarte sola - asentí.

- Esta bien, pero ya quiero ir a descansar.

- Bien, te presto ropa - se junta conmigo en las escaleras de subida - chicos,... Vamos - subí primero que todos.

No tenia el valor ahora para ver a los ojos a Drake, si me quedo no sospechar a nada, pero si voy con el, le evitaré mirarle, entonces sospechará. Y nadie quiere eso..

La luz del cuarto de Agnes estaba encendido, entré en el.

- Kely, dormirás con Helka en la cama, yo pondré un colchón en el suelo - ambas vamos detrás de Agnes.

- OK, entren ustedes primero a ducharse, tengo que escribirme con mis amigas.

- Ajá - dijo Agnes a Kely, su voz sonó pícara, cruzo sus brazos dándole a entender que no era su "amiga" a quien iba a escribirle, enarcó una ceja.

Kely siente nuestro silencio, me mira, luego a Agnes y se ríe.

- ¿Qué? - pregunta alzando la voz casi riendo.

- ¿A tus amigas? - pregunta desafiándola.

- Si, te lo juro - Me causó un poco de risa.

Drake

Me encontraba ahora mismo espiando a Helka, siento una actitud extraña en ella, es mas estado muy rara estos días, la observó desde un lugar indescubrible, estoy encima de mi moto, cruzado de brazos, esperando a que haya un movimiento visible para mi de ella.

Veo leves movimientos en una de las habitaciones de la casa, observo a una chica alta y guapa, ella es Helka. Me flexiono hacia adelante y apoyo mis brazos en el tanque grande de mi moto. Una WR45T color negra con rayas rojo vino visibles por el día, llantas anchas y grandes. Mi moto, un bestia.

Veo movimientos de un lado a otro, en ellos aparece una chica que no conozco. No aguanto las ganas y enciendo la moto, me acerco a la entrada y presiono el timbre, con ello resuena una melodía de 5 segundos, esperando a que Agnes abra.

Pero, me llevo una gran sorpresa al ver que un chico alto y digamos que "lindo" abre la puerta. No demuestro mi admiración hacia él.

- Hola - digo frío.

- Hola, ¿Quién eres? - pregunta el chico.

- Soy el prometido de Helka, ¿Ella está? - entro sin que me de respuesta y permiso.

- Si, si esta, ya la llamo.

Helka

- Ey - alguien toco la puerta.

- ¿Si Brent? - pregunta Agnes.

Decidí meterme al baño.

Quite mis prendas. Ya estando como Dios nos trajo al mundo, abrí el chorro de agua y me empape por completa.

Deje que todo mis pensamientos se cayeran y se fueran de mi, como el agua.

Al terminar envolví mi cuerpo en una toalla, luego salí del baño, siendo un poco descuidada, salí sin supervisar quien estaba en el cuarto, salí.

Grité asombrada con el corazón latiéndome acelerado.

- Tranquila, no muerdo - dice Drake tumbado en la cama.

Retrocedí y me volví a meter en el baño, ajusté la puerta.

- Ah,... Lo sé - intente hablar.

Demonios, ¿Qué hago?, ¿¡Qué hago!?.

- Ven - la puerta del baño fue abierta - ¿Por qué querías quedarte aquí? Hay un hombre en esta casa, lo desconoces, te puede hacer algo - abrió más la puerta - y no quiero que te vuelva a pasar - agarré bien la toalla, evitando que se caiga.

Mis piernas se estaban debilitando, me sentía atrapada, literalmente.

- Eh, solo quería convivir más con la familia de Agnes - me excusé bien pendejo.

- Pero debes convivir más tiempo conmigo - su voz era muy dulce, que casi me dejó convencer de sus palabras, pero sé que detrás de esa dulce melodía hay un secreto que no quiere revelarme - ella la conoces de toda la vida, a mi,... No - tomó mis manos. Suerte que le hice un nudo a la toalla.

- Si, pero, debo tener también tiempo para mis amigas,... Ya sabes - sentí mis manos sudar, y si no fuera porque aun estoy algo mojada, Drake se daría cuenta - siempre he pasado mucho tiempo con ella, me haría mucha falta si dejó de verla un día.

- O sea que no te hago falta - su acercamiento hizo que nuestro espacio se redujera a un mínimo.

- Claro que sí - si no fuera por lo que estoy descubriendo, no estuviera nerviosa ahora, nerviosa hasta de besarle, como si fuera mi primer beso con un chico.

Sus labios tocaron levemente los míos e hizo que mi piel se erizara.

Dejé que sus labios se movilizarán con los míos al mismo ritmo. Cerramos nuestros ojos.

Sus manos subieron por mi trasero hasta mi cintura. Recordé en el estado que estaba, solo una tela cubría mi cuerpo.

Subí una pierna a la altura de su muslo, lo abrazo hasta que se pego a mi sus manos me ultrajaban, como si fuera la última vez que me fuera a tocar. Pero quizás, solo estaba deseoso, sentí una culpa inocente, sé que el como hombre, quizás estaba acostumbrado a tener sexo siempre.

- Vente conmigo - dijo entre el beso, sentí su respiración en mi frente.

- Drake, si supieras - a continuación, me volvió a besar.

- ¿Saber qué? - sus labios no se alejaron de los míos, sentía gran necesidad de besarme, y al mismo tiempo saber el porqué de lo dicho por mi.

- Nada - su lengua juguete o con la mía, provocando que mi útero se altere.

Sus manos volvieron a atraparme.

Las mías esta vez se fueron por su nuca, así lo atraería más a mi.

De un momento a otro, Drake me adentro al baño y cerró la puerta, me arrinconó a la pared. Sus labios bajaron a mi cuello, comenzó a besarme en la zona débil, alcé la mirada al techo, succiono mi piel. Sus manos bajaron hasta mi trasero, comenzó a apretarlo. Suspiré de placer. Luego paró y me mira directo y penetrante a los ojos.

- Solo... Hazlo - dije decidida.

- ¿Estás segura? - pregunto dudoso.

- Si, por favor - pedí, creo que esta vez me ganaron las ganas.

El cuarto de reducido espacio estaba en completo silencio.

Sus labios comenzaron a acercarse a los míos, hasta que se toparon, sus manos fueron despacio hasta quitarme la toalla, poco a poco, hasta que...

- Hola - escuchamos un grito.

La mamá de Agnes.

Me separé de inmediato de Drake, me envolvió en la toalla.

Increíble. Que oportuna la mamá de Agnes.

Saqué a Drake del baño, me encerré en el.

- Les compré comida por si tenían hambre , o por si les da hambre en la madrugada...o ahora - escuche la voz de B.

Al sentirlas dentro de la habitación, salí del baño, o más bien hice como si recién saliera.

- Hola - sonreí nerviosa a los demás, Drake estaba recostado en la ventana.

- ¿Quién es el? - preguntó mirando al increíblemente sexi y guapo chico que se encontraba en esta habitación.

- Él es mi prometido - tragué fuerte al decirlo, primera vez que lo publico de esa manera. Siento que tendré que acostumbrarme.

Drake se acerco a mí. Y me abrazo de lado, guardando cierto espacio por como estaba "vestida".

- Hola señora, mucho gusto, solo, vine a recoger a Helka.

- ¿Por qué estas mojada? - creo que su cerebro fue más allá.

- Oh, lo que pasa es que,... Pensaba quedarme, pero surgió un contratiempo con mi.. Suegra, debo ir - mentí. Ahora mi vida solo son mentiras.

- Oh, bien, lo siento... Entonces la moto que está abajo es suya.

- Si señora - sonrió con los labios apretados.

- Creo que ya me vestiré - entré nuevamente al baño.

Me comencé a vestir. Al salir, solo se encontraba Drake y Agnes.

- Pero esas cosas no son tan malas - dijo Agnes riendo - podrán ser llamados profesores, pero son como el demonio, si se enojan te dejan la montaña de deberes.

Drake rió - cuando estaba en la universidad, los profesores solo eran exigentes, nos hacían hacer muchas exposiciones, todos los días.

Se dieron cuenta de mi presencia.

- ¿Ya estás? - preguntó Drake y asentí con la cabeza.

- Vamos - me acerqué a Agnes - acompáñanos hasta la salida.

Ella asintió y los tres bajamos. Al estar en la entrada mi estómago se revolvió, solo estaba nerviosa.

- Bien, adiós, nos vemos mañana en la universidad - dijo Agnes mientras se despedía con un beso en la mejilla.

- Adiós, nos vemos - lo abrazo.

- Chao, Agnes - dijo Drake.

Ambos llegamos hasta la moto, el se monto. Suspiré hondo, tengo que prepararme para cualquier escena.

Me subí y comenzamos el recorrido largo, fuimos por el centro de la ciudad, las luces y la oscuridad eran una buena manera de llegar a casa.

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