Un contrato de amor romance Capítulo 48

Al llegar a la casa, fui directo a la habitación, Drake se quedó haciendo unas cosas en su despacho.

Me puse mi pijama y me metí entre las sabanas.

Por más que me quisiera dormir y evitar hablar con Drake, no podía, la conciencia me acusaba. Era como una voz que rebota a en cada espacio de mi cerebro, me acusaba de mi comportamiento.

Ya habían pasado 20 minutos, escuché pasos acercándose a mi, cerré mis ojos y fijé mi viste a la pared, le di la espalda a todos incluyendo a Drake, así no lo miraría a los ojos.

- ¿Helka? - me llamó pero no respondí.

Por favor, Dios, ayúdame.

- ¿Estás...? - se calló

Quizás notó que ya estaba "dormida".

Escuché varias cosas en la habitación, yo solo no podía dormir, por más que quisiera.

Hasta que sentí la cama hundida a mis espaldas, sentí la mano de Drake posarse en mi cintura, me atrajo a sí, moví mi cuerpo para darnos comodidad.

- Buenas noches amor - dijo, y obviamente no respondí. Sentí un cálido beso en mi cuello.

Pasaron las horas y no podía dormir, Drake ya lo estaba. Maldecí por lo bajo.

No podía dormir sin confesarle esto, así que mejor le diré un poco sobre mis sospechas.

- Drake - le susurre, pero parecía dormir plácidamente - Drake - intente nuevamente. Estaba claro que no me respondería.

Escuché un teléfono vibrar, al alzarme un poco vi que era el teléfono de Drake, lo estaban llamando.

Me aparté de él lo más sigilosa posible. Lo miré mientras dormía, agarré el celular, lo tapé con mis manos para evitar que el teléfono se escuche. Salí de la habitación, me sentía muy asustada. No podía creer lo que iba a hacer. Bajé las escaleras y fui hasta la cocina.

El teléfono aún sonaba, vaya que suerte.

Abrí la llamada, cerré los ojos, me puse el teléfono en el oído y me silencié.

Sentía como mi corazón latía, espere a que alguien hablara. Abrí los ojos lentamente.

- ¿Drake? - escuché una voz grave al otro lado de la línea.

Y como reacción mía, colgué nerviosa.

Mi respiración era acelerada.

- ¿¡Por qué lo hice!? - me pregunté repartidas veces. Me sentía tan culpable ahora.

Di vueltas por toda la cocina.

Esté oficialmente era mi peor momento. Dejé el teléfono en la mesa.

La culpa me estaba consumiendo, y solo pensaba en como podría ver a Drake mañana.

No lo podré mirar a los ojos.

¿¡POR QUÉ ESTOY HACIENDO ESTO!?.

Tierra trágame y escupeme lejos de aquí.

Me dejé caer al suelo recostada en la puerta del refrigerador. No quería llorar, pero sentía que me estaba dando depresión.

Luego el teléfono volvió a sonar.

Corrí hasta el y corte. Luego lo apagué.

Decidí subir otra vez y solo esperaba poder dormir aunque sea un par de horas.

Al acostarme, di muchas vueltas en mis pensamientos.

Todo esto que me estaba pasando debe tener un solo propósito y más valía obtener una respuesta positiva de todo esto. Lo último que pensé fue:

En que momento se termina todo esto.

Cuando abrí los ojos, aún no había amanecido. Agradecí, quizás solo dormí unas horas. Vi la hora en mi celular. Faltaba 20 minutos para las 6.

Me levanté y fui directo a cambiarme, me duché y salí.

La luz ya entraba por el gran balcón, observé con miedo a la cama, pero me tranquilicé, al ver que Drake seguía dormido, su cuerpo envuelto en las sabanas blancas.

Mi cuerpo estando envuelto en un toalla, fui rápidamente hasta mi armario y saqué la ropa que me pondría. Saqué lo primero que vi: unos jeans negros y una blusa roja con me puse un par de zapatos.

Al estar ya lista me hice una coleta alta en mi cabello con mi moño negro con bordado de flores favorito, agarré mi mochila con mis cuadernos, mi celular, el cargador y los auriculares.

Esta vez tomaré el bus.

- Adiós Drake, discúlpame por todo - dije estando tras de él, besé su mejilla y salí de la casa.

Drake

Ya era de mañana, Helka estuvo inquieta toda la noche, no podía dormir ni ella ni yo. Apenas había dormido minutos, mi sueño fue ligero, por lo consiguiente escuché mi teléfono sonar. Me preguntó si Helka habrá contestado, o si habrá hablado. Solo esperaré a que ella se disponga a hablar del tema, entonces la escucharé y responderé lo que sea debido en decirle.

Me dejaré de rodeos y le preguntaré en el almuerzo.

- Adiós Drake, discúlpame por todo - fué lo que escuche antes de que ella se fuera. Ella demoraría en irse, el bus no pasa hasta en dentro de 30 minutos.

Decidí levantarme después de que saliera de la casa. Me duché y me vestí, agarré las llaves del carro y salí a por ella.

HELKA

Iba directo a la parada de bús y los pensamientos que no me dejaron dormir anoche, me seguían aturdiendo. Supongo que así nunca conseguiré concentración.

Me crucé de brazos mientras caminaba hasta unos asientos de la parada, donde se encontraban dos niños de más o menos 15 años con una niña menor de 10 años, la protegían, la tenían en medio. Lo vi muy adorable, de paso me hizo recordar la soledad que sentía cuando me quedaba sola en casa con mis padres.

Me senté a esperar el bus.

Ya habían pasado 10 minutos cuando visualizo un carro que se me hizo muy familiar.

- Drake - enseguida me puse a la defensiva.

Miré a otro lado aparentando que no noté su presencia, me tapé el rostro disimuladamente con mi cabello.

Era imposible tener escapatoria.

Me paré y me fui despacio del lado contrario del carro. Oí la bocina del carro, cerré los ojos, cruzo los dedos rogando que no me haya visto.

Mi teléfono comenzó a vibrar, lo saqué, contesté.

- ¿Si? - respondí débil.

- No quieres que pase lo mismo que te iba hacer cuando estábamos en la universidad... ¿Lo recuerdas? - preguntó desafiante.

Como olvidarlo. Quería hacerme pasar vergüenza, pero me pregunto de que manera si dice que me ama.

Colgué y di la vuelta.

Otra vez saliste triunfador Drake Benedict.

Drake

Vi como quería huir, no la culpo, quizás ya sabe cosas, pero la tienen en una duda existencial.

Mejor sería hablar ahora sobre lo que hizo anoche. No dejaré las cosas que puedo hacer ahora.

Helka

Entré al auto sin decir nada, miré al frente.

- Hola, buenos días - dije sin quitar la mirada de la parada de bús.

- Hola... - apagó el carro.

-... Drake, al menos si me haces entrar a tu carro, llévame a la universidad, tengo que tomarme enserio ese trabajo que no sustenté - dije un poco enojada. Lo miré con un semblante serio.

El estar de este humor cubrirá mi nerviosismo y Drake no me notará rara.

- En primer lugar.... - se acomodó de lado, no dejaba de mirarme como si fuera un enigma queriendo descifrar - quisiera hablar contigo de algo curioso e importante - dijo, su tono de voz era casi susurrada.

- Me lo podrías decir mientras conduces - mantener esta actitud evitará que mi debilidad y la culpa se apodere de mi como lo esta haciendo últimamente y hacerme notar a Drake

- Bien - el rugido del carro encender hizo que mi piel se erizara, pero mantuve mi actitud.

- Vamos - aclare mi garganta.

Drake conduce, todo iba lindo en silencio hasta que Drake pronunció lo que más temía yo.

- ¿Anoche agarraste mi celular? - miré fuera del coche, la sangre se me fue a los pies.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un contrato de amor