Un contrato de amor romance Capítulo 5

Llegué a mi casa y estaba de mala gana, tuvimos pequeña discusión en el camino y claro, aceleró pero le grite le dije controlará su velocidad del carro, se enojo y yo también lo hice, obvio no me quiero quedar atrás, literal claro, me baje y cerré la puerta de golpe, seguro se enojó, y sí, se bajó y me gritó que tuviera cuidado.

- Pero te puedes comprar una colección y no te quedas sin dinero, y sabes, si por mi fuera me alejaría, porque no quiero nada contigo incluso si es algo que yo quiero tener. - sentía mi cara un poco roja.

- ¿Y tu crees que yo si quiero tenerte en mi vida?, pues no, porque solo las mujeres están conmigo por dinero. - quiso decir que yo también, pues, está completamente equivocado.

- Y tu crees que si quisiera tu sucio dinero ya no lo hubiera tenido hace rato, y créeme, esto lo hago por mis padres, por mis padres, no por ti, no porque quisiera tenerte en mi vida y mucho menos tener que soportarte - solté un gruñido. 

- Créeme que si tuviera la oportunidad de elegir con quien me casaría lo haría - enojado, termina la discusión, pues no me cae nada bien ese tipo, no me da buena vibra.

Entro a mi casa, mis padres no se encuentran, me pregunto donde estarán, me debatí entre llamarlos o no, ningún mensaje de ellos he recibido, pero creo que mejor descansaré, tuve un mucho drama y la semana que viene es la última en la U. Y quiero salir con honores, al menos que mis padres se enorgullezcan de mi logro.

Entré a la ducha y deje el agua rodar por mi cuerpo sintiendo una calma, mi herida grande ardió un poco.

Al rato relaje mis pensamientos, esto que me esta pasando no es justo ¿Qué hice para merecer esto?

Me salgo y me cambio con ese pensamiento, tomé un poco de yogurt de mora, no tengo apetito, a pesar de que el doctor me dio unas indicaciones para seguir con buena salud, debería comer para digerir ciertos medicamentos. Después de comer fruta y tomar varias pastillas decidí que ya es hora de descansar.

Me duermo pensando en él, no sé porqué, pero sí, sería verdaderamente lindo si viera una faceta diferente a la habitual, todo mal humorado, su mirada seca y de mala gana pero sus ojos azules admito que me gustan, es irritante de alguna manera u otra pero atractiva por otro lado.

Me giro mirando el reloj, son las 11:11 pm y mis padres no llegan y no tengo señales de ellos, comienzo a preocuparme.

Me vestí con ropa cómoda, pues tenía que ir a la U. ¿La hora? Si, 5:23 am, buen tiempo.

Entro a las 7,creo que tengo tiempo para ir al parque cerca a ejercitarme, pues viene la graduación y no quiero verme mal para los ojos de los demás.

Me pongo una licra negra, un top rojo y una chaqueta blanca y negra lo que deja a la vista mi ombligo, me puse unos zapatos NIKE y salí decidida, no escuché ruido alguno, quizás mis padres ya salieron a trabajar. Se me hace extraños ya no verlos, este último par de días ha sido así, salgo y me llevo una botella con agua y las llaves de la casa. Solo dejo la mochila arreglada.

Troto, no sin antes estirarme. Es bueno y además para que no me de calambre y mi cuerpo se acostumbrando al ejercicio, como mandó el doctor para mi buena salud y dieta sana.

Llegué al parque, estaba todo calmado, era todo tan bello, me gusta ver el amanecer con un poco de ventisca, los faros de luces y el sol recién saliendo, todo es tan acogedor, pero, aquí va el pero, ¡adivinen que! Estaba ahí también, como puede ser que estemos en una ciudad inmensa y no tenga más parques que irse a ejercitar.

- Que cansancio me va a dar este hombre - dije en voz baja, casi no había gente, comencé a correr después de unos segundos el también, y parece que notó mi presencia entonces comencé a escuchar sus pisadas detrás mío.

-¿Cómo amaneciste? - dice con tono de voz casual y cansado.

- Bien, hasta que te noté tu presencia - dije con los ojos cerrados y luego los abrí - quiero correr en paz, gracias.

- Sigue, no te hablo, solo quiero un poco de compañía. - dice, ahora mira al frente. Ok ese cambio repentino es atractivo pero no quita que es un desconocido.

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