Un contrato de amor romance Capítulo 50

Me abrió la puerta pata bajarme de su carro.

Recordé aquel día que lo vi en toalla, ese día fue un grosero, pero un sexi y pervertido grosero.

- Estamos de vuelta - dije mirando el lugar de una manera reconocible.

Las palmeras que decoraban el lugar, un camino de cemento, piedrillas alrededor con luce a la entrada.

- Ven - extendió su mano a mi. La tomé. Nuestros dedos se entrelazaron.

Caminamos hasta dentro del lugar.

- Aquí estas presenciado una de los mejores lugares nocturnos.

Quedé boca abierta al ver la variedad de cosas que había, el lugar algo oscuro, habían luces neón. Una barra para bebidas, tragos de a montón. Un escenario con un tubo, dos jaulas a los costados, y mi sillones rojos de terciopelo.

Caminé dejando atrás a Drake.

- Esto es... - dije notando mi impresión.

- Magnífico - me robó la palabra.

La boca la tenía abierta del asombro que el lugar había causado en mi.

- Y es mío - sonó arrogante. Lo miré alzando una ceja - nuestro.

- No - dije - suenas como un chico creído - me acerqué a él.

- Lo siento - dijo.

Nos quedamos en silencio, mis manos subieron hasta su saco, creando una distracción para mi, comencé a acomodar el cuello de la camisa.

Luego sus manos detienen a las mías, las conduce hasta sus mejillas, hizo que se acercara a mi. Sus labios se estampar o en los míos.

Primero fue un beso tranquilo, con pasión lenta, pero acorde sus manos rodeaban mi cuerpo, la intensidad del beso subía. Mi blusa, su saco y su camisa, estaban ya en el piso. Sus manos recorrían cada centímetro posible de mi cuerpo.

Mis manos se posicionaron en su cabello, comencé a revolverlo, así podría pegarlo más a mi y provocarlo.

Sus manos bajaron mi pantalón dejando en tan solo en interior. Toqué su abdomen, su perfecto y sexi abdomen, oí la respiración agitada de Drake.

- Helka, recuerda que no te puedo obligar.

Dijo con una mirada compasiva.

Sé que las ganas se lo están comiendo enterito y que de mi parte no me siento al 100% segura de tener relaciones otra vez. Solo de recordar lo que me paso, provoca que mi estómago se revuelva, mientras que las lágrimas yacen en mis ojos.

- Drake.. Yo, siento decepcionarte también de esta manera... Yo quiero, pero hay algo que me detiene - dije con la mirada agachada.

Me toma de los brazos.

- Helka,... Yo te esperaré el tiempo que quieras,... Porque te amo y eso vale más que tener sexo - sonrío de lado.

- Gracias,... Entiendo porque Dios me puso en tal camino - dije para volverlo a besar.

Quizás ahora no tenga las agallas de contarle a mis padres, eso me ayudaría mucho, me sentiría aún más aliviada.

Nos sentamos en unos muebles cómodos de terciopelo.

Me recosté en su pecho mientras el acariciaba cada hebra de mi cabello con cierta dulzura.

- Piensas... Decirle a alguien más - su referencia a mi pasado.

- No me siento segura,... Aunque quisiera no puedo hacerlo,... Siento.. Temor.. Miedo,... A sentirme culpable y sola como antes.

- Pero sabes que el presente es muy diferente al pasado.

- Aunque fuera así, cuando este sola tocaré fondo, quizás soy de las que le teme a la soledad.

- No te dejaré sola,... No lo pienso hacer.

Después de disfrutar de varios segundos en su local, decidimos que ya era hora de hablar.

- Bien,... Entonces, ¿Qué es lo que me tenias que decir? - dije sentándome frente a él..

Baja la mirada, luego la alzó fija a mis ojos.

Tomó mis manos.

- Primero, lo que te diré no es nada fácil de entender, al principio todo me pareció algo muy irreal.

- ¿Qué es lo que pasa, Drake? - su tono y sus palabras causaban que mi piel de erizara.

- Bien - solté sus manos. Lo observé - cuando mi padre me dijo que me tenía que casar, el motivo no fue por dinero...

- ¿Qué dices?... A ver, mis padres si tenían problemas económicos - dije segura con el ceño fruncido.

El solo me miro con una cara que decía que yo era ingenua.

- ¡Drake!, ¿Qué me tratas de decir? - dije queriéndome exaltar.

- Que en pocas palabras... te mintieron... - Soltó con miedo, me observó fijamente esperando una reacción.

- ¿De qué manera? ¡Drake, no te entiendo! - alcé un poco más la voz.

- Que tus padres no tenían, ni tienen problemas económicos, Helka...

- Estoy realmente confundida, ¿Por qué nos hicieron casar?.

- No tengo todas las respuestas a tus preguntas, pero si te puedo asegurar que tiene que ver con tus padres.

- ¿Mis padres?, ¿Los biológicos? - un frío recorrió mi espalda.

- Eso creo...

- ¿Tú sabias de todo esto al principio?, ¿Y no me dijiste?.

- No del todo, la mejor información no la he conseguido - dijo furioso - prometí no decírtelo jamás,... El punto era que jamás te enteraras, que muriera no sabiendo nada de esto, pero mi amor por ti supera cada promesa mía a los demás que te afecte - tomó mis manos más seguro.

Sabía que decía la verdad y que tenía sus razones para al principio no confiar en mi, pero ahora que he demostrado ser más que un saco de huesos, tuvo el valor para decirme lo que los demás no pueden.

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