Un contrato de amor romance Capítulo 80

El reloj marcaba las 2:59am, daba vueltas en el mueble, sentía calor, frío, no podía dormir.

La fotos, y su mentira me invadían por completo.

No podía estar con él, no en la misma casa.

Debía irme ahora.

Fui hasta la habitación en la que descansaba.

Con cuidado, agarré un bolso y meto ropa mía que estaba cerca, mi celular y el cargador.

- Helka - me quedé inmóvil.

Puede que hable en sueños.

- Ey... ¿Dónde ibas? - genial, no habla dormida, el tiene el sueño ligero

- Tengo que irme - dije volviendo hacer lo que hacía medio susto.

Sus manos tocaron mis brazos.

- Por favor - susurra cerca de mí oído, entonces, mi mente me llevó hacia el recuerdo de nuestros momento, como me hacía sentir, sentía claro, veía claro.

El tuvo razón para ocultarme ese secreto, que me afecto aún, y trabajaré en ello.

- Drake - dije para comenzar - solo necesito el tiempo para procesar.

- Nadie sabe de esto, mis padres no saben que tuve una hija, ni mis hermanos... Solo ella, Alicia... La madre de Sarahí...

- La niña que cuida tu nana - dije como ahora todo se entrelazaban, los cabos sueltos, todo en mi mente pasaba mas rápido de lo que quería.

- Si... Mamá jamás quiso a Alicia como mi esposa pero ella quedó embarazada de mi, ella se enamoró de la codicia y el dinero, volviéndose egoísta, el dinero la llevó a hacer muchas cosas... - rozó sus dedos por mi piel. Él aún estaba a espaldas mío - ella quería llevarse a Sarahí lejos de mí... Con suerte la arrebaté de sus manos y la cuidaba nana Mery, pero el día que ella llego a nuestra antigua casa_

- Ese día se la arrebataron también, por eso te fuiste, a beber, por impotencia... ¿Pero por qué no me dijiste? Ese día, hubiéramos hecho algo... las cosas hubieran sido diferentes ahora.

- El tío de ella es otro hombre de la mafia, y con eso no se juega - me dice cansado.

Me volteo quedando frente de él.

- Tengo que aprender a vivir con ello, tantos secretos, armas, y ahora,... Una hija.

- Nuestra hija - dijo y un silencio aterrador se creó en nuestra atmósfera.

No era mi hija, ella es alguien que se ha convertido en una persona muy importante para mí desde ya, solo por el simple hecho de que sea hija de Drake.

Estaba asustada, no tenía claro el porqué, solo quería saber más, ¿Cómo?, ¿Cuando y dónde?, solo quería estar con Drake, quería estar entre sus brazos y que me susurrara que todos sus secretos ya estaban revelados.

Lo abracé sin pensarlo. Sentí mis ojos lloroso, luché porque ninguna lágrima cayera.

- Te quiero demasiado, Drake, te amo - estampé mis labios en los de él, quité su camisa frenética.

El quería separarse pero le agarré su cuerpo y lo pegue contra el mío, hice que sus manos quedarán en mi cintura, la apretó.

Fui hasta su cuello, besé cada extremo de él, succione y lamí.

Cuando iba a ir a su boca, sus manos me detuvieron, abrí los ojos.

- No vas a consumirte en solo sexo Helka, no vamos a sobrellevar las cosas así - me miró con compasión.

Mis ojos se llenaron de lagrimas automáticamente.

Negué mientras sentía un nudo en mi garganta, recosté mi frente en su pecho.

- No puedo asimilarlo, simplemente no puedo, pero te amo.

- No arruinemos nuestra luna de miel, sabes que también te amo - dijo con su voz ronca.

Alcé mi vista hacia él. Tan pronto vió lo mal que estaba me abraza.

- No tienes que atormentarte sola - negué con la cabeza separandome.

- Me siento egoísta - dije con mi cara hecha un asco en pocos segundos - una parte de mi, se niega a aceptar el hecho de que tienes una hija... Con alguien más - sus grandes manos a unan mi rostro.

- Mi hija, mi familia y tú, son las personas que más me importan en esta vida, y jamás dejaran de serlo - su voz estaba quebrándose.

Esta vez decidida y calmada, asiento, acerqué mis labios a los de él, esta vez el no se resistía.

Hice tacto con sus labios, cerré mis ojos disfrutando el momento, sus manos bajaron por mi cintura.

- ¿Quiéres dormir conmigo? - asentí diciendo "Si".

Hoy y ahora, mi mente ya estaba más tranquila. Esta vez, las cosas ya están más claras.

Pero el egoísmo en mi, no dejaba permitirme pensar con claridad una cosa, que es de la mamá de Sarahí, quería investigar más, saber del tema, y se que saldré herida. Pero así de masoquista seré, no le preguntaré a Drake, investigaré por mi propia cuenta.

Cerré mis ojos, y la única imágen que llegaba a mi cabeza, era una de Drake y Sarahí, la niña de sus ojos, ellos estaban felices en mi mente, el la tenía en su pierna derecha, la agarraba de sus manitos, ella reía por estar con su padre. No sé lo que debe sentir Drake ahora, su soledad por su hija, no imagino la clase de preocupación que tiene, y a pesar de eso, el sonríe, solo sigue adelante, aún peor que ese secreto nadie más lo sabe, y no tiene como saber dónde está su hija.

Me mataría si me pasa eso, es más, casi lo mismo ocurrió con mi hermana, y se que Sarahí aparecerá, ella aun es una niña, y sus secuestradores sabían su existencia desde el segundo que dió a luz, sospechando quienes podrían ser la misma madre y mi padre eran los primero sospechoso de este caso.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un contrato de amor