Erthe caminaba alegremente por el pueblo, extrañaba la libertad y más con todo lo sucedido con Yanet las puertas del castillo permanecían cerradas por la seguridad de Minesa.
Aún lo recordaba.
Fue hace algunos años que conoció a Dánae, ella y su hermosa sonrisa lo cautivaron.
Y ahora anhelaba volverla a ver, abrazarla y susurrarle lo mucho que la ama.
-Cuanta falta me haces mi dulce Dánae - y siguió caminando, observando a su alrededor.
La gente lo miraba con curiosidad y asombro, tal vez porque detrás de él iban 5 guardias protegiéndolo.
Y para Erthe era una exageración.
-Pero miren a quien tenemos aquí - Erthe detuvo su caminata - al nuevo rico del pueblo.
Y ahí estaba Yated, con una sonrisa falsa.
Los pueblerinos murmuraron a su alrededor.
-Yated, buenas tardes - se mantuvo en calma, sereno y sin ninguna expresión.
-No deberías estar aquí. Esté ya no es un lugar para un tipo como tú - sus palabras llenas de envidia no causaron nada en Erthe
-¿Un tipo como yo? - suspiró - que mi hija sea la reina no significa que yo menosprecie el pueblo donde nací, crecí, me casé y donde mi hija nació. Déjate de tonterías Yated que no tienes derecho a nada, recuerda lo que quisiste hacerme y quien te salvó.
Yated apretó sus puños
-Aún soy humilde y siempre lo seré. Con permiso.
Y Erthe siguió su camino.
Rumbo a ver a Dukak a quien extrañaba.
A lo lejos visualizó su antigua casa.
Al pasar frente a ella muchos recuerdos se le vinieron a la mente.
El día en que Minesa dio sus primeros pasos, cuando su amada Dánae falleció.
-Erthe - frente yacía Dukak con una gran sonrisa
-Dukak es un gustó volver a verte - ambos se dieron un fuerte abrazo.
(…)
Pasado (Dánae y Erthe)
Hace algunos años atrás, dos jóvenes se conocieron, inesperadamente el destino los uniría, sus corazones latían fuertemente cada vez que estaban juntos.
Y dos meses después de su boda, Dánae se enteró de su embarazo.
En los últimos meses de embarazo ocurrieron muchas tragedias.
Los padres de Dánae murieron.
Y días después la madre de Erthe también murió.
Pero Minesa nació en un matrimonio lleno de amor.
Creció con una sonrisa y con la imagen de sus padres amándose a pesar de las adversidades.
Y al cumplir los 5 años la madre de Minesa cayó enferma, un virus la atacó gravemente y después de 4 meses de agonía falleció rogando que ambos fueran felices a pesar de todo.
Y Erthe cuido a Minesa, la protegía con todas sus fuerzas.
Un amor tan puro.
Minesa es fruto de un amor tan fuerte, tan dulce y tan hermoso.
Erthe era fuerte frente a Minesa, pero cuando ella dormía ella sollozaba por su amada, su corazón dolía, la extrañaba, la anhelaba, pedía volver a verla.
Volver a sentir su calidez.
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