Una humana para el rey romance Capítulo 38

Aleckey miraba con ternura a Minesa, su amada comía delicadamente la sopa que parecía una niña.

Ya era el medio día y todo el personal del castillo había sido informado sobre el embarazo de la reina.

Estaba feliz, sentía su corazón desbordar de felicidad, sus ojos brillaban cada vez que imaginaba tener a su hijo entre sus brazos.

Quería verlo dar sus primeros pasos, decir "papá" por primera vez y que ambos cabalgaran por el bosque como él solía hacerlo con su padre.

-¿Estas soñando? - susurro Esmeralda a su lado

Ambos estaban observando en el umbral de la puerta a Minesa con su padre.

-Siento miedo - soltó un suspiro pesado - no quiero perderlos, no quiero que esta guerra acabé con todo lo que amo.

-Aleckey, mi niño - la mujer acaricio el brazo de Aleckey - Tu eres fuerte. Ya verás que está guerra acabará y nuevamente la paz regresará. Yanet tarde o temprano morirá lo presiento

- Ahora necesito que el embarazo sea un secreto. Ve y diles a los del personal que, si se atreven a hablar, serán condenados por traición - susurro Aleckey

-¿Qué? - pregunto impactada Esmeralda - no puedes hacer eso Aleckey - la mujer seguía impactada, sentía los nervios consumirla. Sus manos empezaron a temblar y por primera vez tuvo miedo.

Miedo de Aleckey.

De aquel niño que crio, aquel pequeño que sonreía al ver el arcoíris.

A su mente vino el recuerdo de Aleckey. Cuando lo cargo por primera vez. Recuerda sus mejillas rosadas, sus pequeñas manos, su aroma.

Esmeralda no tenía hijos, pero en su corazón Aleckey era como su hijo.

Esmeralda había perdido a su esposo, pero consiguió sonreír gracias a Aleckey.

Su pequeño Aleckey.

-No te preocupes, nana. Solo comunícales mi orden - Esmeralda no dijo nada más. Asintió suavemente y salió de la alcoba real.

-Listo. Ahora descansa, mi niña. - sonrió Erthe

Minesa observó a su padre y movió sus manos, dándole un mensaje.

"¿Porque vino el doctor?" - se dirigió a su padre en lenguaje de señas

-Pues vino porque él… - Erthe dirigió su mirada a Aleckey. Este asintió suavemente - Él nos dijo que estas embarazada.

Minesa quedo impactada ante la revelación, sintió su corazón bombear fuertemente, lágrimas bajaron por sus mejillas.

-Minesa - susurro Erthe.

Minesa dirigió su mirada ha Aleckey. Este le dio una sonrisa cálida.

-Déjanos solos por favor Erthe. - Hablo Aleckey

-Está bien - susurro. Tomo las manos de su hija y beso cada uno - Papá te quiere.

Erthe tomo la bandeja y se retiró dándole una sonrisa a su hija.

Aleckey se acercó a ella con delicadeza.

-Amor mío - susurro, se acomodó frente a su reina y deposito un beso en la cabeza de Minesa.

-No te preocupes, no dejaré que nadie te dañe. Te protegeré a ti y a nuestro hijo. Te lo prometo - Aleckey acerco su rostro al de Minesa uniendo sus labios en un beso cargado de amor.

Corto el beso para mirarse mutuamente, le regalo una sonrisa a su reina y ella se sonrojo.

Y la abrazo.

Ella se dejó acurrucar entre los brazos de Aleckey, dejo que más lágrimas bajaran por sus mejillas.

Lágrimas de felicidad.

Una felicidad que debía ser cuidaba.

Un amor que lucharía ante el odio, un amor que enfrentaría el caos.

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